miércoles, 8 de febrero de 2012

EL PRI, LAS CANDIDATURAS DE UNIDAD


(COMENTARIO QUE PASA EN EL NOTICIERO NOCTURNO DEL CANAL 9 DE MEGACABLE)
Hay una vieja anécdota que se cuenta en todo el país, en cada caso con personajes diferentes aunque la historia es la misma. Un militante priista que pretendía ser candidato a diputado, acude a las oficinas del PRI, concierta una cita con el presidente de este partido, lleva como aval
miles de firmas y lo acompañan un buen número de seguidores. Después de expresar al presidente del partido sus intenciones y entregar las miles de firmas que avalaban su popularidad y arraigo, el presidente ni siquiera mira los papeles y le dice que solo requiere de una sola firma, la del gobernador.

En efecto, los gobernadores en los estados, eran quienes daban el visto bueno, palomeaban, cuando el PRI era un partido de estado, cuando tenía la sartén por el mango …y el mango también.

Hoy, sin jefe nato, un pieza importantísima del sistema que unía el partido con el gobierno, las candidaturas de unidad que el lenguaje popular llamaba dedazos, se tornan más difíciles de consensuar porque ya no se tienen los factores de poder que el sistema gozó en otras épocas.Para estas elecciones próximas, todo parecía miel sobre hojuelas y las candidaturas de unidad se daban como en los viejos tiempos. Las precandidaturas al congreso del distrito Uno y Dos que habían quedado en manos de Cota Osuna –representante de la vieja guardia- y Martínez Mora –de generación intermedia-, al final saltó otro aspirante, Jesús Flores que seguramente ha pensado que tiene los mismos o más merecimientos que los que parecían firmes candidatos. Lo que en otros tiempos habría parecido una indisciplina en el antiguo partidazo, hoy es una fisura entre los grupos de poder que habrán de tolerar y no les quedará mas remedio que abrir la competencia democrática interna.

En el último momento se ha registrado Jesús Flores como precandidato cuando todo parecía cocinado, rompiendo así con las costumbres, los ritos, las reglas no escritas de un partido en el cual, quien se movía –se decía- no salía en la foto. Jesús Flores se ha movido, ha retado a la vieja disciplina del PRI que se debate entre una nueva cara y la antigua, la del partido de estado. Habremos de ver en los próximos días, en la respuesta del la nomenclatura del partido, cual es la cara que el PRI presentará a los electores, si la de un nuevo partido con juego democrático o la del poderoso dinosaurio.

EL PRI, BARROSO, LA CROC


(COMENTARIO QUE PASA LOS MIERCOLES POR EL CANAL 9 EN EL NOTICIERO NOCTURNO DE MEGACABLE)

Hay, como sabe el amable televidente, una dura lucha en el seno de los partidos para conseguir las posiciones que estarán en juego en las próximas elecciones generales. Diputaciones y senadurías son disputadas por lo más granado de cada uno de los partidos sudcalifornianos. Una emocionante carrera de precandidatos que buscan apoyos, se muestran, contonean y deshojan la margarita en medio de la indefinición y en espera de los plazos fatales.
Quizás las únicas posiciones firmes hoy por hoy, son las dos precandidaturas a senador por mayoría relativa del PRI en las personas de Ricardo Barroso e Isaías González Cuevas que el antiguo partidazo ha lanzado y que parecen –ya- inamovibles. Dos personajes en los que bien se puede establecer una metáfora del estado actual del viejo partido de estado.

Uno, Ricardo Barroso, integrante de las fuerzas emergentes locales, el otro, González Cuevas, un representante del más conocido corporativismo obrero, factor que encumbró y mantuvo en el poder al PRI por mas de setenta años. Barroso Agramont, un cachorro emparentado con el priismo ilustre –de caché- de Baja California Sur; el otro, con orígenes en la clase trabajadora; uno, con educación formal, estudios universitarios con acceso a la amplia cultura; el otro, un hombre hecho a si mismo, de la vieja tradición de líderes obreros procedentes de la escuela de la vida. Uno, Barroso con virtudes que se ven, como la juventud, la apostura; el otro, Isaías González, con experiencia y mucho camino andado.
Dos maneras de ser, dos formas de hacer política pero quizás con una sola realidad, uno, Barroso, es espera de ingresar a la mecánica de poder que gozaron sus ancestros, el otro,
representante de la CROC, una estructura corporativa que ni los gobiernoslocales de izquierda, ni los gobiernos nacionales de derecha supieron o pudieron modificar, de las estructuras priistas que quedaron intocadas y que, al contrario, los gobiernos se aprovecharon de ella, gobernaron con ella y por eso gozan de un gran vigor, hoy, puesto al servicio del PRI.
NO es extraño pues, que hoy tengamos un PRI exultante que se da el lujo de competir con dos generaciones de políticos; con uno puede dar una cara de modernidad, con el otro, la verdadera, la que nunca se fue, la vieja fuerza del PRI que solo espera a su jefe nato, para ser el mismo PRI de antes, al menos que el elector diga otra cosa.

viernes, 6 de enero de 2012

EL SISTEMA DE PARTIDOS EN BAJA CALIFORNIA SUR.

INTRODUCCIÓN. El año pasado fue un año emotivo desde el punto de vista político, inquietante desde el punto de vista democrático. El rumbo que ha tomado la política, no debería inquietar a nadie, pero el que ha tomado el proceso democrático en BCS,tiene muchas razones para la incertidumbre. El año 2011 fue un año inquietante por varias razones. No se distinguen los partidos ni los políticos; no sabemos quiénes son, a que partidos pertenecen, ni cuáles son sus pensamientos verdaderos. Se han cambiado tanto, han pasado de partido en partido; han hecho cualquier declaración según convenga, que no es fácil para el público identificar a los próximos candidatos ni sus tendencias ni sus valores.
ANTECEDENTES. Desde que el Territorio de Baja California Sur se convirtió en Estado, los políticos sudcalifornianos pertenecían al PRI, esta hegemonía duró hasta que una fracción del PRI pasó al PRD para ganar la elección de tal manera que buena parte de esa clase política, sin rubor, se transformó en izquierdista, así se mantuvo dos sexenios en el poder. Igualmente hegemónico, con una oposición muy cómoda. Con motivo de las elecciones para la gubernatura, este 2011, los trastornos internos del PRD y de los grupos en el poder, de nuevo hay una estampida, ahora, hacia el PAN, mientras esto sucedía, el viejo PRI se fortalecía y daba algunos indicios de este nuevo vigor mediante una oposición bastante decorosa después de dos sexenios hundidos.
Así las cosas, la dispersión de los políticos y de la política deja a un sistema de partidos sin identidades, tendencias, ni convicciones. Una situación anómala para un sistema democrático donde se requiere de los contrastes para ejercer el voto. El ciudadano debería tener presente tales diferencias para seleccionar las tendencias que se adapten a su manera de pensar, si no es así, lo que queda es la elección de personajes, de grupos, de sectas, pero no de partidos, no de institutos políticos con estatutos, antecedentes, propensiones, directrices.
RESULTADOS DE LA DISPERSIÓN POLITICA. El gobernador Covarrubias y su gobierno es una
resultante de esta dispersión de los políticos; una muestra de esa mezcla que se gestó mediante una transición política atropellada, una alternancia en el poder artificial en BCS. En el 2011 llega al poder un político que se formó en el PRI –como casi todos los políticos- que llegó a posiciones de poder con el PRD –como buena parte de los políticos que abandonaron el PRI cuando ya no
tenía el poder- pero que llegó a la gubernatura por el PAN. Una vuelta de 180 grados en el espectro político que deja muy mal parado al sistema de partidos. Si bien, en el papel es el PAN quien aparece como detentador del poder en BCS, pero bien sabemos que los panistas
tradicionales –de escasa militancia- se incorporaron al equipo de Covarrubias durante la campaña y después, con el triunfo electoral.
Recordemos que la nominación inicial del candidato panista fue para Germán Pablo, un político emergente que no tenía ninguna posibilidad del triunfo, posteriormente sería sustituido por Covarrubias quien abandonaba el PRD cuando los pleitos de facciones hizo irrespirable el aire perredista.

EL PAN DISPERSO. Ávida de triunfos electorales –aunque fuesen mínimos- la presidencia de
Calderón requería establecer una base de apoyos en los estados para la lucha por la presidencia. En Baja California Sur, la claudicación del PRD mostraba una ocasión inmejorable para sentar las bases de un gobierno del PAN.

Las condiciones estaban servidas: Narciso Agúndez se hundía en la corrupción y en la opacidad, dejaba al Estado postrado con una deuda casi impagable; su antiguo valedor, Leonel Cota, reclamaba el rumbo de Agúndez y fundaba un frente que dividía al partido; el candidato elegido por el PRD -Luis A. Díaz- no daba garantías, su oscuro pasado, sus nexos más oscuros aún, presagiaban la derrota del PRD, en estas condiciones era previsible que perdería el poder y que la lucha sería entre el PAN que encabezaba Covarrubias y el PRI que había lanzado un candidato que dio más guerra de la que suponían los analistas.

Las teorías respecto de cómo fue que Covarrubias se alzó con el poder fueron variadas, pero sin duda, el gobierno federal no solo metió la mano, también recursos y negociaciones en lo oscurito para poder apuntalar a Marcos Covarrubias, mientras Agúndez Montaño se ponía a salvo, quizás como parte de las negociaciones, en la que sin duda, también entró la continuación del Secretario de Finanzas. Un buen merequetengue que convenía a las huestes de Calderón que se aprestaba a enfrentar su sucesión.
EL SEXTO DE CABALLERÍA. Como en las películas de vaqueros, cuando los indios ya estaban
a punto de derrotar a los pioneros, llegaba el sexto de caballería trompeta en ristre y salvaba la situación. Una maniobra que en política suele ser milagrosa. El caos que dejaron hacer a Narciso Agúndez en Baja California Sur desde el gobierno federal, tenía que ser ordenado por alguien, Covarrubias que no era panista –era diputado federal por el PRD- se convertiría en el sexto de
caballería. Tuvo que realizar un travestismo político al cuarto para las doce. No solo había que parecer, también tenía que ser un panista. La transformación se dio en plena campaña. De diputado federal perredista, de quienes llamaban espurio al Presidente; de quienes consideraban
ilegítimo a Calderón e inclinaban los apoyos a López Obrador; de quienes apoyaban la despenalización del aborto y el matrimonio de los homosexuales; de quienes consideraban que PEMEX no requería capital privado, Covarrubias en un momento - de un día para otro- desestimó tales tendencias y se afilió al PAN para ser obviamente, un gobernador panista.

Los primeros días de gobierno fueron de búsqueda de apoyos federales. Cada uno de los secretarios de estado, como en el viejo régimen priista, daban la mano y prometían ayudar al gobierno de Covarrubias porque era de los suyos, asimismo agregaba a su equipo de trabajo a panistas históricos.
Los primeros indicios del panismo de Covarrubias fueron los apoyos a la política de seguridad de Calderón y un programa conservador de “Valores” en donde la familia es primordial, fueron el principio de identificación panista. Ya trataría, según dijo, de leer la historia del PAN y
el pensamiento de sus prohombres.
EDITH AGUILAR VILLAVICENCIO, OTRO CASO. Mas que partidos a la deriva, se aprecia a los políticos que se llevan su cago que han conseguido con algún partido. Es el caso, por ejemplo, de la diputada Edith Aguilar Villavicencio, quien después de una corta militancia en el PRD –de Leonel para acá- se convirtió en diputada por el norte del Estado. Ese partido la nominó, le sufragó la campaña, le felicitó por el triunfo, tan necesitado de ellos ante la catástrofe del partido. Quizás por eso –por la catástrofe del PRD- la diputada, al poco tiempo, desistió de pertenecer a un partido que, ciertamente se encuentra en reconstrucción.
Deja, Aguilar Villavicencio, en peor situación la bancada del PRD, todo parece indicar que a causa de una rabieta, aunque los malpensados creen que para reforzar, mediante una pequeña ayuda de sus amigos, a la bancada del gobernador que requiere de más votos en el congreso para llevar a cabo sus proyectos.
Otro ejemplo de que el sistema de partidos debería ser vigilado, porque la actitud del diputado que abandona a su partido, es también la de quien abandona a sus votantes, que la votaron por sus supuestas tendencias o convicciones, que resulta, que a la diputada no le importan y toma
el rumbo de sus muy personales apetencias. Si abandona el partido, también debiera abandonar el congreso, porque se juega con ventaja en detrimento del partido que la postuló, la impulsó y le dio la oportunidad de llegar a esa posición privilegiada.

PREOCUPACIÓN. Bien sabemos que los políticos están dispuestos a cambiar de casaca según como sople el aire, que sus conveniencias y ventajas cuentan más que cualquier otra cosa a la hora de ir por el poder, sin embargo, es más preocupante que la ciudadanía, el votante no castigue tales actitudes y que el sistema de partidos, las instituciones en las que está fundamentado el acceso al poder, se conviertan en organismos maleables a los antojos de los políticos y los grupos de poder que pueden provenir tanto de organizaciones legales, pero también, ilegales.
Porque el travestismo político no se puede controlar desde los partidos, ya que todos juegan el mismo juego, son los propios partidos los que estimulan este juego indecoroso. Así, lo único que pudiera salvar el sistema de partidos, es el propio ciudadano con sus preferencias electorales.

lunes, 2 de enero de 2012

FELIZ AÑO 2012



Este dos mil doce, será un año también muy activo en lo que respecta a las lides políticas y la lucha por el acceso al poder. Estarán en juego nada menos que la presidencia de la república y la renovación de las cámaras de senadores y diputados. Los ciudadanos tenemos casi un semestre para formarnos una opinión y perfilar nuestras preferencias electorales. Va siendo hora que les formulemos a los candidatos que vendrán con sus mismas ofertas de siempre, solicitudes específicas que se vienen delineando en los correos electrónicos, en las redes sociales, en las organizaciones ciudadanas; exigencias que convienen al bien común -aunque no al profesional de la política- y que por esa razón, no han tenido la aceptación de las instituciones encargadas de reformar el estado.

Va siendo hora que los políticos representen a una ciudadanía con ánimos de cambiar el estado de cosas, empezando por la conformación del poder, las maneras de conseguirlo y la forma de ejercerlo.

Este año será decisivo en la evolución democrática del país y deberán cristalizar las exigencias de reelección de algunos puestos de elección popular, la revisión de los honorarios que se pagan senadores, diputados e instituciones autónomas como el IFE, las universidades, el poder judicial entre otras, y sus gastos suntuarios; la inclusión en el congreso de iniciativas que salen del seno de organizaciones ciudadanas, la disminución del número de diputados, la desaparición del senado como ha sucedido en otros países, y otras que es urgente discutir con los que, se acaban de postular al congreso. Sin duda, serán las respuestas de los candidatos a estas exigencias, una buena manera de normar el voto.

Finalmente, este proyecto televisivo hecho por gente joven –con sus visibles y muy obvias excepciones- espera seguir contando con su preferencia de los diferentes espacios informativos y formadores de opinión, en esta última colaboración del año, a nombre propio y de la producción de este editorial queremos desearles a todo el auditorio que nos favorece con su atención, un dos mil doce lleno de satisfacciones y de mejoramiento en todos los aspectos de la vida.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

DEUDAS Y PISTA DE HIELO

(COMENTARIO QUE SALE LOS MIERCOLES EN EL NOTICIERO DEL CANAL 9 DE MEGACABLE)
La semana pasada comentábamos en este espacio, las prisas de los diputados coaligados en el PRI, PRD y otros con el fin de autorizar, casi al vapor, cuantiosos préstamos bancarios, tanto del Ayuntamiento de La Paz como de Los Cabos, que endeudarían dichos municipio por cerca de treinta años. De tales acciones se desprende que hay una ingente necesidad de aliviar las deterioradas finanzas municipales, por tal razón, la austeridad tendría que ser una conducta permanente de los ediles que dirigen tales ayuntamientos.

Contrasta este razonamiento, con la instalación de una pista de hielo para patinar que el Ayuntamiento de La Paz mandado construir en sus inmediaciones. El objetivo parece ser el entretenimiento, el esparcimiento de los paceños en estos días de asueto que se avecinan. Ignoro la tecnología que se emplea, igualmente ignoro las cantidades que el municipio extraerá de las arcas públicas para pagar este extravagante pasatiempo, pero la lógica indica que los gastos de energía para mantener la consistencia de una plancha de hielo del tamaño de una alberca olímpica, en un clima como el nuestro, no debe ser cosa fácil, por lo tanto nada barata.

Muy lejos estoy de querer parecer un aguafiestas, pero sucede que los políticos –nuestros funcionarios- son muy dados a hacer con las finanzas públicas lo que no harían con las finanzas personales. Incongruente sería el caso de quien pide prestado de manera urgente  mientras gasta en diversión, en asuntos suntuarios que bien se podrían obviar. Contra esta incompatibilidad a todas luces, dijo la presidente municipal paceña el día de la inauguración –la pista de hielo genera unión y genera bienestar- pero como no es aguafiestas, no dijo cuánto cuesta, cuánto los paceños pagaremos por los treinta días de hielo tropical.

Desde la antigua Roma los gobernantes saben que el circo siempre es necesario, aunque el cuestionamiento actual bien podría ser, si el estado, el gobierno, tiene la obligación de entretenernos, de procurarnos el esparcimiento y los afanes del ocio; la otra interrogante que se abre es el del otro circo, el que armaron los diputados para autorizar préstamos que quizás incluían, en sus planes, estas exóticas pistas de hielo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

POLITICA Y JUSTICIA

El tremendo caso de los exfuncionarios  de la administración pasada  indiciados por la administración panista actual


(Comentario que pasa los miércoles en el noticiero nocturno de Megacable)
La aprehensión, encarcelamiento y puesta en libertad de una serie de funcionarios de la administración pasada: Luis Armando Díaz, Guillermo Jáuregui y Héctor Ibarra, además de la proscripción para ocupar cargos públicos y multas millonarias para Narciso Agúndez, Alfredo Porras y Juan Garibaldo Romero, mantiene la expectación del sudcaliforniano que no entiende muy bien de que se trata todo este asunto, al menos, que se trate  exclusivamente de la aplicación del largo brazo de la ley.
Nadie se puede llamar a ingenuidad, mucho menos en los círculos gubernamentales, porque las acciones judiciales contra los políticos generan reacciones políticas, la experiencia nos dice que generalmente tienen  motivaciones políticas,  que rara vez son puras razones judiciales  las que provocan que los políticos rindan cuentas.

El ciudadano común y corriente da por sentado que las razones judiciales son incuestionables, que los exgobernantes y secuaces, por su afán patrimonialista, siempre se les encuentran maniobras torcidas susceptibles, al menos, de investigación judicial y que lo raro, es que los exfuncionarios visten las barandillas mucho menos, las celdas destinadas a otro tipo de delincuentes.

Las conjeturas, por lo tanto, son del orden político y si esto es así, es claro que hay una ruptura entre la clase política que ha ocupado los cargos más importantes en los últimos veinte años en BCS. Por otra parte, la aprehensión, encarcelamiento y libertad de los exfuncionarios mencionados, todo en menos de veinticuatro horas, parece reflejar un interés por exhibir músculo que por presentar sólidos casos jurídicos,  mientras que la contraloría, con su intervención,  obliga a otros ex funcionarios a abandonar sus pretensiones  electorales como se había pronosticado.

Lo dicho, aunque solo fuera el estricto apego a derecho y se repita el “caiga quien caiga” y se concluya con “hasta las últimas consecuencias”, según la repetitiva jerga política usual en estos casos,  son innegables las consecuencias políticas que se derivan de este hecho, entre ellas, un entorno más favorable para los candidatos del partido en el gobierno de BCS en las próximas elecciones.

lunes, 5 de diciembre de 2011

EL CONGRESO, EL GOBIERNO ESTATAL, EL 2011

Introducción. Desde la conversión de territorio a estado, el congreso local ha tenido una ya larga historia de encuentros y desencuentros –como no se podía esperar otra cosa en democracia- sin embargo, los primeros años del estado de baja California Sur, cuando el PRI fungía como partido de estado, los diputados sudcalifornianos, igual que en todo el país, se limitaban a levantar la mano, en señal de seguimiento de la “línea” –que marcaba el gobernador o el presidente- “jefe nato del partido”, a los que los diputados priistas que, obviamente, dominaban el congreso, ofrecían “apoyos irrestrictos”, acompañados, a veces, por “acarreados” provenientes de los “sectores”. Entrecomillados de la jerga priista, la única manera de explicar la tradición.

Cuenta esa tradición, que un joven militante político priista del sector campesino, acudió a las oficinas del presidente del PRI acompañado de una serie de seguidores y folios con más de dos mil firmas para demostrar el apoyo de su comunidad para presentarse como candidato –seguro ganador en esos tiempos- a diputado de su distrito. La conversación fue muy corta, pues el presidente estatal del PRI, una vez que echó un vistazo a las hojas atiborradas de firmas y miró de reojo a los fans, ipso facto le hizo una lógica –priista- observación: -no necesito tantas firmas para hacerte candidato- dijo el presidente de manera pausada ante el atolondrado aspirante - solo necesito, una- . Como el novel político no entendiera el profundo sentido de la frase, repitió –solo necesito una firma-  esta vez acompañado de un ademán que apuntaba hacia arriba –hacia el cielo …  hacia el palacio de gobierno- así, el novato cayó en la cuenta: necesitaba la firma del gobernador, del “jefe nato”. Tenía, pues,  que ser “palomeado” en las alturas.
Eran las grandes mayorías las que dominaban el congreso. De vez en cuando se les colaba un panista o un miembro escandaloso de un efímero partido local que les daba guerra pero que apaciguaban –como en todo el país- con un certero “mayoriteo” o un “cañonazo” –de dinero- que acababa con la rebelión. Los priistas eran muchos y se notaba, pero al final del siglo, el sistema se agotaba y se daba el primer derrumbe: en 1994, Mercado Romero por poco pierde las elecciones, fenómeno que llevó más diputados de la oposición que los habituales al congreso. Sucedió, entonces,  el caso más escandaloso, sin duda, del Congreso de BCS.

Jaime Tuchman, postulado por el PAN, renunció a su candidatura, 17 días antes de las elecciones, aun así, Tuchman ganó y el congreso –que en ese tiempo era de 15 diputados- quedó configurado con 7 del PAN y 7 del PRI, el desempate era Tuchman, el cual se declaraba independiente, aunque era obvio que apoyaba al PRI y que los panistas se negaban a que tomara posesión, así empezó una crisis que se extendió por varios meses. Al final se resolvería que la elección de ese distrito quedara sin efecto para llamar a nuevos comicios en los que ganó –ahora si- el PRI, que conservó apretadamente su mayoría. Jaime Tuchman obtuvo como premio, una oficina de adquisiciones del gobierno del estado con sede en San Diego, donde dicen, se despachó con la cuchara grande a expensas de los impuestos de los sudcalifornianos.

A partir de ese affaire, la Cámara de diputados de BCS ya no fue la misma y empezó a reflejar la pluralidad y también la pobreza del parlamentario priista. Se empezaba a montar un escenario donde el diputado debería tener tablas y no el favor del gobernador en turno. El colapso priista sucede al siguiente sexenio. El 99 gana Leonel Cota por el PRD, los priistas quedaron en minoría y fueron tratados por los perredistas –la mayoría expriistas- con el látigo del “mayoriteo” como fue costumbre desde la primera legislatura. Carros completos, mayorías contundentes ligó el PRD, hasta la próxima legislatura pasada de triste memoria cuyo nivel académico y moral estuvo más bajo que de costumbre. Esa mayoría perredista de la XII legislatura, en esta ocasión, representó muy bien la debacle que sucedería ese partido, aunque el resto de diputados, también bailaron al ritmo del patrimonialismo ramplón y la desvergüenza.
Con la llegada al poder de Covarrubias V. un político sin partido, el congreso tiene una configuración jamás ensayada: un tándem de diputados panistas (7) que con el partido de los Carballo -PRS- (2) hacen convenientes alianzas pero no tienen mayoría; por otro lado, el PRI (6) que presenta su sangre nueva, muchos de ellos, júniors que repiten hasta el atuendo y el engolamiento vocal de sus padres; el PRD (4), unos náufragos sin lealtades;  Convergencia (1) y Nueva Alianza (1) completan el cuadro de un verdadero merequetengue que ha hecho crisis en estos últimos días.

XIII Legislatura. Con una combinación de jóvenes inexpertos y otros  viejos (as) lobos (as) de mar, la XIII legislatura mantuvieron, en los primeros meses de su gestión, una serie de tensas discusiones que, al final y cada vez de manera más trabajosa, surgía el acuerdo, aunque los rencores se acumulaban. Como siempre, el dinero y sus cosas, precipitó la crisis.
Por un lado, la alcaldesa de La Paz decidió que para hacer una buena gestión, requería de endeudar el ayuntamiento, otro tanto hizo el alcalde de Los Cabos; uno del PRI, otro del PRD; uno por 462 millones y el otro, por 498 millones. Las deudas acumuladas en alrededor de treinta años de existencia de estos municipios era de 115 millones para La Paz y de 180 para Los Cabos. Es decir, el endeudamiento pretendido, cuadriplica las viejas deudas municipales. Así las cosas, los seis diputados del PRI, los cuatro del PRD junto con los dos de Convergencia y Panal hicieron una clara mayoría de doce contra los 9 del PAN y PRS, que trataban de autorizar el endeudamiento a toda costa.

Los presidentes municipales de Los Cabos y La Paz, presentaron a los diputados verdaderos espantajos como solicitud de los millonarios créditos, a decir de los expertos que revisaron dichos documentos, requerían de modificaciones, análisis, discusiones, rectificaciones, pero sobre todo de  requisitos básicos que cualquier mortal que demanda un empréstito a la banca, tendría que aclarar antes de acometer una deuda doméstica. Tales documentos casi no aclaraban nada, lo único relevante era la cantidad del crédito. Los diputados del tándem PRI, PRD y demás solo deseaban aprobar sin mayor trámite. Se podría afirmar que si fueran deudas particulares, ningún diputado firmaría ante el banco las condiciones en las que los alcaldes solicitaban el dinero. Quedar bien con el alcalde era su más alta misión.

Lo que siguió fue bochornoso, la asamblea fue suspendida, aunque los deseosos de aprobar las deudas hicieron su propia asamblea que sentenció un notario, mientras, los panistas y carballistas buscaban elementos legales para frenar las autorizaciones al vapor. En eso están, el asunto está entrampado y las soluciones se empiezan a buscar de otra manera. El gobernador ha tenido que intervenir para buscar acuerdos entre los municipio y entre los diputados que continúan, por lo pronto, en la discusión si la asamblea de marras fue o no legal.

Gobernador. Pero el gobernador tiene mucho que hacer. Le han surgido una serie de broncas que nunca imaginó. Aquel problema de los múltiples rectores de la UABCS que la XII legislatura trató de legislar en un fast track y que la XIII trató de arreglar derogando tales cláusulas, lo único que hicieron fue retorcer más el ya de por si retorcido brete universitario. Sin solucionar los asuntos legales pendientes, este nuevo gobierno influyó para que se hicieran nuevas elecciones y así sucedió. Al cabo de casi un año, la demanda impuesta por el profesor Carlos Villavicencio prosperó ante un tribunal federal y en breve, tendrá que ser repuesto en la rectoría. Según los expertos, no se puede desestimar el veredicto de tal juez, de tal instancia.

El asunto que parecía destrabado, una intervención prodigiosa del gobernador en su debut, podría estar en peligro de producir un problema mayúsculo.

Aprehensión de funcionarios. Una repetida demanda social que el gobernador prometió –reiteradamente- atender, ha sido la de llamar a cuentas a los culpables de las trapacerías de la administración de Narciso Agúndez. Como no lo hiciera con la celeridad exigida, se empezaron a acumular las sentencias ciudadanas que hablan del descrédito del nuevo gobierno. Algo grave en un año electoral, en el que se requiere exhibir un lustre gubernamental que lleve votos a las urnas panistas.

La idea de pactos de Narciso Agúndez con Covarrubias se ha extendido por el estado; es la misma que lleva a pensar en que el gobierno encabezado por Covarrubias es “más de lo mismo” porque, además de esta inactividad contra presuntos desvíos, enriquecimientos y fraudes, se mantiene en el gabinete, a colaboradores del primer círculo de la administración Agúndez Montaño, actitud que refuerza la idea de la liga indefectible entre el gobernador con el exgobernador.

Estas son algunas de las causas que podrían explicar la reciente movilización policiaca de la Procuraduría del Estado, en la que se aprehendió a Jáuregui, Ibarra y Luis Armando Díaz, funcionarios de primer nivel en la administración anterior, con acusaciones, por las que mas tardarían en hacer el papeleo y maniobras para meterlos a la cárcel que en estar fuera en completa libertad. Un movimiento que parece más dirigido a la tribuna que hacia el esclarecimiento de asuntos legales, a las investigaciones serias, sólidas, contra los corruptos.

Si tal actitud del gobierno de Covarrubias contra funcionarios de la administración de Narciso Agúndez es una señal, un aviso, una demostración de músculo o algo más esotérico, difícil saberlo. En los cálculos de los asesores gubernamentales, la fulgurante acción de meter a la cárcel por la noche y sacarlos por la mañana, debió figurar la opinión pública para quien estas acciones solo constituyen golpes consentidos que solo alimentan la suspicacia de una sociedad ya curada de espantos.

Si algo quería demostrar el gobierno, demostró falta de capacidad para elaborar un caso sólido, porque es sabido que suele permanecer más tiempo en la cárcel alguien acusado de jambarse un objeto en un súper que quienes traficaron, desviaron y se solazaron con millones de pesos del erario. Después ya escucharemos las consabidas declaraciones: “hasta las últimas consecuencias”, “caiga quien caiga” y demás frases de colección que el ciudadano bien mosqueado ya conoce.

Final. No es un buen final de año. Quizás la novatez, las circunstancias, la preparación, las malas compañías o los compromisos asumidos desde la excitación de las campañas, han hecho que nuestros diputados y nuestro gobernador arranquen las últimas hojas del calendario con más dudas que certezas, con más asuntos trabados que enderezados, con más problemas que soluciones.

Un año de aprendizaje que, esperemos no se extienda mucho más, es una administración de cuatro años y medo y ya solo les queda tres.