martes, 5 de junio de 2012

ELCASO DE LA ROSA Y LA VOLATILIDAD POLÍTICA

Introducción. El caso De la Rosa es un asunto, que de muchas maneras explica, describe, quizás hasta defina el momento político actual de BCS: una mezcolanza de personalidades, grupos, partidos e intereses que hacen difícil entender quienes son los que gobiernan, cuáles son sus capacidades y sus intenciones mas allá de las apariencias y del discurso políticamente correcto. El análisis del caso Arturo De la Rosa puede servir para acercar un poco de luz a la opacidad que, detrás de las formas, se tejen en la tenebra política sudcaliforniana.
Arturo de la Rosa es miembro de una familia de 6 hermanos, todos, de alguna manera, incrustados en el poder político. Su padre, un líder obrero de los sectores del PRI, mantuvo la hegemonía de su liderazgo en el municipio de Comondú, a su muerte, los hijos tomaron cada quien su derrotero, el cual vino a conducir la revuelta de Leonel Cota en 1999. Algunos de los De la Rosa apasionados de las carreras off road, se hacen llamar el “Team De la Rosa”, lo que sugiere un equipo, aunque dispersos por todo el organigrama gubernamental, es obvio que funcionan, efectivamente, como un clan. Así, en clan acudieron al llamado de Leonel Cota y en un santiamén tenían al Team de la Rosa transfigurado en izquierdistas, en los lugares que el PRI les negó –como todos los priistas que suponían mejor suerte para sus capacidades-

Los De la Rosa abogados, en la procuraduría; los profesores en la SEP y así, el team fue adquiriendo notoriedad con la administración leonelista y mucho más con la de Narciso Agúndez, especialmente Arturo quien había participado con el entonces gobernador en el municipio de Los Cabos. En esa administración alcanzó la diputación local, de una legislatura que pasaría a la historia por nefasta.

En el congreso. Presidente de la Gran Comisión, Arturo de la Rosa mantenía comunicación directa con Agúndez Montaño y era, por sus antecedentes, el gran pastor de la variopinta legislatura. Asimismo se preparaba para dar el salto a la alcaldía de Los Cabos aunque, los obstáculos a vencer eran mayúsculos, el hermano del gobernador –Antonio- también deseaba la posición. De la Rosa, experto en amores filiales, sabía que su cometido era imposible. Aún así, maniobró desde la Gran Comisión para hacerse de la preciada alcaldía.

Poco antes de terminar la legislatura, un grupo de diputados denuencian un fraude que valoran entre 6 y 8 millones de pesos cometido por Arturo de la Rosa –y otros diputados del PRD- . El vocero del grupo es el Prof. Katzenstein de Nueva Alianza, aunque el grupo lo conforman también diputados del PRI y del PAN quienes presentan como cuerpo del delito una serie de facturas pagadas por la Cámara de diputados. Entre los recursos que suponen las facturas se encuentran: canastas navideñas, grupos musicales; papelería y gastos a comprobar por más de dos millones de pesos; forrajes, artículos para la construcción, pago de colegiaturas, pago de servicios médicos particulares, reparación de vehículos, carne asada por mas de 200 mil pesos y muchas otras adquisiciones impropias de una cámara de diputados. Daba la apariencia que alguien en el congreso se despachaba a su gusto sin fiscalización alguna. Los diputados acusadores presentaron ante la prensa dichas facturas y culpaban a Arturo de la Rosa, de usar los dineros de la Honorable para provecho personal.

Si quien consumía todas aquellas facturas era De la Rosa, después se sabría con la investigación que montaría –como todo hacía suponer- el ministerio público. Existe en el portal que el Congreso tiene en internet un apartado destinado a transparencia, hay además lo que se conoce como Oficina de Fiscalización del Estado y por la calle Félix Ortega esquina con Rosales, un segundo piso que se anuncia como Dirección de Finanzas del Congreso del Estado. Con tantos filtros e instancias de vigilancia y transparencia, supondría el ciudadano común y corriente que pronto se sabría la resolución de la demanda que acusaba a De la Rosa. No fue así.

Cambios de partido. Han pasado más de veinte meses de la denuncia LPZ/93/SPB/2010,  en ese tiempo, el cotarro político sudcaliforniano se ha movido tanto que la denuncia a De la Rosa quedó, por un tiempo olvidada. En ese tiempo, De la Rosa dejó de pertenecer al PRD, se cambió al PAN, junto con Covarrubias,  – entre los políticos mas conocidos. De tal manera que la acusación a De la Rosa la hacían sus propios correligionarios. De la Rosa se prepara para, en el aventón de Covarrubias, arrebatarle la alcaldía de Los Cabos a Antonio Agúndez, pero no tiene la misma suerte del ahora gobernador. Pierde la alcaldía cabeña y todo parece perdido, pero no es así, un De la Rosa perdidoso y con serias sospechas de su honorabilidad, es reclutado por Covarrubias como Secretario Particular. Su estrella relumbra nuevamente y lo que parecía el tobogán de la ignominia, se convierte en una rueda de la fortuna –ahora panista- que revive los gloriosos días en el PRD. Obviamente de la denuncia –de los 8 millones- nadie habla nada. De la Rosa se encuentra en el bando de los ganadores, en el bando del gobernador, en el bando de los neopanistas.

Otro cambio fundamental sucedió en la asesoría legal de los denunciantes, el Lic. Daniel Gallo R. es ahora Presidente del Tribunal Superior de Justicia.

Mientras de La Rosa se mantuvo a la derecha del gobernador, su honorabilidad se mantuvo también incólume, pero inquieto, con ambiciones, el exdiputado perredista es impulsado por el neopanismo para contender por la diputación federal por el segundo distrito. Claro que sabía que sus enemigos políticos sacarían a relucir el tema de los 8 millones birlados en el congreso. Ni la fiscalización, ni las transparencias, ni la contaduría del congreso hasta entonces han dicho nada, pero la demanda está puesta, algo tendrían que hacer los panistas para limpiar el nombre de su candidato.

Panistas contra panistas. Pero el PAN no es un partido homogéneo, aunque las trifulcas panistas son mas veladas que las perredistas, también las hay, especialmente entre los doctrinarios, los de larga data, los de rancio abolengo y los neopanistas; los que entraron con Covarrubias procedentes de otros partidos y que se han quedado en la administración bajo el membrete del PAN. Ante los neopanistas poco pueden hacer los panistas añejos, sobre todo cuando ya les repartieron las posiciones que se merecían por haber prestado las siglas. El nombramiento de De la Rosa pues, cayó como un balde de agua fría a varios panistas que creían que esas posiciones eran suyas, fue el caso de Miriam Muñoz y otros panistas afines para quienes la nominación de De la Rosa era una vergüenza. Sin trabajo político en el PAN, acusado de malversar fondos del congreso y sin poner en claro su situación legal, las alarmas se encendieron en el PAN y en el gobierno del estado.

Miriam Muñoz montó una huelga de hambre que puso en peligro su integridad física. Apoyada por panistas de toda a vida sin cargo en la administración de Covarrubias, la vieja guardia reaccionó contra la candidatura de De la Rosa, solo que dicha candidatura tenía fuertes apoyos del propio gobierno. Tocaba a los panistas del congreso, es decir, los antiguos acusadores, hacer hasta lo imposible para limpiar el nombre de De la Rosa, su candidato a la diputación federal. El panista presidente de la junta de gobierno - símil de la desaparecida Gran Comisión- Gil Cueva Tabardillo, ha tratado de salvar los trastos, aunque los diputados priistas han negado cualquier intervención a favor de De la Rosa. En la Comisión de Cuenta Pública se encuentra otro panista, Ernesto Ibarra quien refiere que poco a poco se ha desahogado las “fallas administrativas” cometidas por De la Rosa y que ya quedan menos.

Las instituciones. Por otra parte, en un insólito anuncio, el Procurador Gamil Arreola, cuando le han preguntado acerca de la dilación en la investigación del presunto peculado de Arturo De La Rosa ha respondido que la procu ha pedido, desde hace casi dos años, informes al congreso y éste –un poco tardón- no le ha hecho llegar dichos informes, que “la pelota está en la cancha del congreso”. Po lo tanto, la investigación está en suspenso, a decir del procurador es el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Baja California Sur, cuyo titular es Julio César López, quien tiene que responder acerca del posible desfalco.

El procurador no ha omitido el famoso “caiga quien caiga” para afirmar que en su procuraduría no importan influencias ni nada parecido y que si no ha actuado es porque el responsable de interponer la denuncia no son los diputados sino el Órgano de Fiscalización Superior del Estado.

En uno de sus intentos de exculpación Arturo De la Rosa, hace unos días, en una entrevista en la radio, entróle a la guerra de lodo para afirmar que todos esos diputados que le acusan –y los que no-  recibieron, como despedida por la terminación de su periodo legislativo la nada despreciable cantidad de 995 mil pesos y el Órgano de Fiscalización tampoco ha dicho nada, Cerca de 20 millones de pesos de los impuestos que pagamos los contribuyentes fueron otorgados de manera graciosa, solo porque ya se iban para su casa..y uno se pregunta si el Órgano de Fiscalización Superior del Estado, el Sr. Julio César López ¿se habrá enterado?. En la página de transparencia del Congreso no hay nada.

Conclusión. El paso de un grupo político a otro, el uso de franquicia a los partidos políticos ha sido tal que, ya no solo el público se confunde con los traspasos de partido a partido, de grupo a grupo, de izquierda a derecha y viceversa de nuestros políticos, hasta los propios políticos, sus maniobras del pasado –no muy lejano- vienen a afectarlos en el presente, como ha sucedido con Arturo de la Rosa, político hábil, “atinado” en sus cambios de casaca. De la Rosa ha gozado de la consideración de los gobernadores: Narciso Agúndez cuando militaba en el PRD y de Covarrubias, hoy en el PAN, tales cercanías, quizás, han obrado para hacer lenta la solución del asunto. Quizás en otras circunstancias, se hubieran desahogado las pruebas y hoy estaría libre de conflictos y sobre todo, de sospechas.

Ha habido también, falta de manejo político en la candidatura de De la Rosa. Era de natural suposición que los partidos contendientes y los naturales enemigos políticos que se cosechan en esas lides, sacaran a relucir la trama de la denuncia por peculado puesta hace 22 meses; que un asunto que parecía dormido, pronto tomaría una relevancia mayor, precisamente porque las acusaciones son letales –por ruidosas- y las respuestas son muy débiles, no están a la altura de la contundencia de la inculpación. Ni los organismos de transparencia del Congreso, ni la procuraduría, ni la bancada de la actual legislatura tienen argumentos definitivos para excusar a De la Rosa. Parecen argumentos extraordinarios, sacados de la chistera. Son respuestas políticas a un asunto politizado porque ni siquiera las respuestas jurídicas bastan en un asunto que, sabían los responsables de armar las candidaturas que el caso jurídico se habría de politizar

En estas condiciones, la candidatura de De la Rosa refleja, por un lado, el peso que tienen, actualmente los neopanistas en el PAN, por otro, la candidatura que no puede explicarse sin la intervención del gobernador Covarrubias, refleja también la confianza -quizás la fe- que se tienen tanto el gobernador, como su equipo de gobierno, en que su popularidad, su aceptación, quizás su capacidad de negociación con otras fuerzas políticas, son elementos capaces de obviar los factores de discusión como el caso De la Rosa. Es el espejo -de Blanca Nieves- en el que se ve la élite gubernamental.

Así tenemos que un viejo asunto, preparado cuando los protagonistas estaban en otras posiciones, con otras querencias, con otros intereses, muy diferentes a los que tienen hoy, viene a golpear a un candidato salido de lo alto de la cúpula gubernamental, que ni el peso de las instituciones ni las exoneraciones de parte del poder legislativo tienen demasiada credibilidad porque en otro momento, en otras posiciones, fueron las mismas fuerzas políticas -a las que ahora pertenece el acusado- las encargadas de denunciar los malos manejos que hoy se reclaman las fuerzas políticas contrarias.

Un batiburrillo que pinta de cuerpo entero a nuestra versátil, inconstante y volátil clase política.

LEONEL COTA- LUIS COPPOLA: CAER PARA ARRIBA

Introducción. Hace unos dos años, junto con un matrimonio extranjero acudimos a un tranquilo restaurante de la ciudad. Más allá, otros comensales en grupo departían animadamente. De pronto, una voz estruendosa e iracunda irrumpió la tranquilidad del comedero. El tipo que levantaba la voz se refería a la ley del matrimonio homosexual que se aprobó en el DF. El lenguaje florido era digno de cantina de mala muerte, llamó –desde luego- la atención de todos los presentes el tono reprobatorio tan contundente a la mencionada ley. Hablaba una persona profundamente conservadora y algunos se preguntaban quien era –Es el senador Coppola- identificó alguien. Inmediatamente otro comensal agregó –Es senador por el PAN- .
Al matrimonio extranjero –que bien entendían español- les explicamos la situación, obviamente nadie entendió la pertinencia de tratar el asunto en un restaurante, de manera tan grosera e incómoda para quienes estábamos ahí. El tipo de las “ordinarieces”, es actualmente senador. No era raro pues, que Luis Coppola terminara repudiado por los propios panistas.

Eran días de decisiones. Luis Coppola no se había podido hacer con el partido al que pertenecía, que a su vez, estaba a punto de dar el golpe de su vida en Sudcalifornia: nominar candidato a Marcos Covarrubias –con los resultados conocidos- el senador Coppola se había acercado –en esos días- a Leonel Cota y con el mutis que le hicieron en el PAN, el senador olía a cadáver político. Sus nuevas alianzas, no parecían estar en mejor posición. Para Coppola, después de la senaduría se abría el abismo.

A sus nuevas amistades tampoco les habría de ir muy bien. Narciso Agúndez había podido imponer a Luis Armando Díaz en la candidatura a despecho de los Cota Montaño que amenazaban con dejar el PRD. En esos días, ambos Leonel Cota y Luis Coppola habrían de efectuar una simbólica toma de café en un céntrico mentidero, la prensa dio parte del asunto, sendas entrevistas para radio de Los Cabos aclararían que en realidad siempre fueron amigos, que los separaron malos entendidos, que amigos comunes animaron el acercamiento, etc.

En realidad, el acercamiento lo habría propiciado su enemistad con Narciso Agúndez a quien Coppola culpaba de la huelga de Los Arcos –de su propiedad- Cota Montaño, lo culpaba de deformar las políticas de izquierda del PRD. Estaban de acuerdo –Copola y Leonel- en combatir las invasiones de terrenos operadas por un amigo de Narciso y claro “de luchar por el progreso de Baja California Sur”.

Al PAN le había ido bien que no necesitaban a Coppola; al PRD le fue tan mal que amenazaba con desaparecer después de las elecciones del año pasado, de cualquier manera, Leonel Cota ya había abandonado el PRD.

Historia de desencuentros. Desde que Leonel Cota accedió a la gubernatura de BCS, Coppola se convirtió en un enemigo incómodo. Con un periódico de su propiedad, Luis Coppola atizó con dureza casi cualquier acción de Cota Montaño, asimismo dio albergue a todo aquel resentido -o no- que quisiera escribir en contra de Leonel Cota y su gobierno. Cota Montaño había armado toda una estrategia de comunicación a su favor desde el gobierno. De esta manera, la única crítica que hubo en el gobierno de Leonel Cota se realizó en El Peninsular. La crítica de El Peninsular era tan obvia que perdía eficacia. Con solo leer el  titular de El Sudcaliforniano –alienado con los intereses del gobierno perredista- se sabía que, exactamente lo contrario se publicaría en El Peninsular.

Las armas arrojadizas más frecuentes que El Peninsular- Coppola usaron contra Leonel y su gobierno fueron: el nepotismo: “El nepotismo y la corrupción son la constante en los gobiernos perredistas de Leonel Cota Montaño (1999-2005) y de su primo, no reconocido, Narciso Agúndez Montaño”- decía Coppola en su día; otra de las críticas que Coppola hacía a Leonel eran los terrenos que vendió en La Paz, lo que llamaba, “El malbaratamiento de El Mogote: “Se vendieron 350 hectáreas, a 13 pesos por metro cuadrado: 45 millones de pesos, a Luis Cano Hernández.” Agregaba que además “Cota también vendió 72 hectáreas del Cerro de la Calavera, a cuatro pesos por metro cuadrado a una empresa inmobiliaria. Luego de urbanizar el lugar, la empresa vende el metro a 200 dólares”. También lo acusaba de medrar con el transporte público, de hacerse del control de una empresa manejada por parientes del propio Leonel.

Posteriormente Coppola acusaría a Leonel Cota de utilizar recursos públicos para apoyar a su hermana Rosa Delia en la consecución de una diputación primero, luego, la alcaldía de La Paz. En ese mismo tenor, le imputaría la coronación de su primo Narciso Agúndez como candidato y luego como gobernador. En una larga entrevista en Reforma –mayo 2005- Luis Coppola hacía toda clase de reproches al entonces gobernador, tal entrevista fue publicada con el título: Es Cota el principal foco rojo: Coppola.

La respuesta. Fue Cota Montaño un gobernador todopoderoso, el control que ejerció sobre la prensa fue apabullante, por eso, las constantes críticas de El Peninsular – Coppola hacían poca mella. Sin embargo, fueron tantas ocasiones que este periódico implicaba a Leonel Cota en cuanta ratería o maniobra chueca que en una ocasión, el gobernador Cota Montaño decidió llamar la atención sobre el asunto: “voy a presentar denuncias civiles y penales contra algún grupo de gente dedicada diariamente a inventar cualquier mentira para tratar de incidir en la opinión pública del estado en contra de mi familia", enseguida dio a conocer el nombre “por personajes del dinero en el estado, Luis Coppola, de manera particular y sus aliados políticos”, luego revelaría que la enemistad surgió “cuando este le pidió que declarara inexistente la huelga de su hotel, y además que expulsara al dirigente de Gastronómico del sindicato”. Obviamente, yo no accedí, vinieron palabras fuertes, le dije yo no trabajo contigo ni estoy a tu servicio, la ley es la ley y se va a respetar la huelga de los trabajadores de Los Arcos, y se va a respetar a la dirigencia de los Gastronómicos". (El Sudcaliforniano 6 de febrero de 2008)

Posteriormente, cuando Luis Coppola accedió a la senaduría plurinominal por el PAN, toda la clase de insidias y zancadillas que publicaba en El Peninsular, tuvieron mayor eco, la posición le daba acceso a medios nacionales de todo tipo. Columnistas como Ricardo Alemán citaban constantemente las acusaciones de Coppola a los mandatarios perredistas Leonel Cota y Narciso Agúndez. Nepotismo, negocios sucios, venta del patrimonio, invasiones, eran los temas en los que Coppola implicaba a Leonel Cota.

El encuentro. Un día, -13 de mayo 2010- sin más ni más, aparecieron –ambos abstemios- departiendo una taza de café en la terraza del Hotel Perla, obviamente era un encuentro privado con toda la intención de ser público. Llamó la atención que después de años de dimes y diretes entre ambos, la pipa de la paz se imponía. Quien impulsaba esa entente Leonel Cota – Coppola, era sin duda, Narciso Agúndez. Los intereses de ambos los interrumpía Narciso Agúndez y su posicionamiento en las elecciones del 2011. Ni a Coppola ni a Leonel les convenían los movimientos de Agúndez para dejar el poder. Eso fue suficiente para empezar a montar una alianza aparentemente contranatural, la de un izquierdista convencido y el de un derechista contundente. No era así, después demostrarían que se parecían más de lo que estaban dispuestos a aceptar.

Caminos que se ensanchan. La elección del 2011 que impuso a Luis A. Díaz como candidato del PRD, dejó a Cota Montaño sin poder acceder a una parte del pastel del poder. Agúndez había tomado una serie de seguros para su salida, entre ellas, la candidatura de Marcos Covarrubias –quien le había jurado amor eterno en un mitin perredista- por el PAN. Dos cartas en juego con muy escasas posibilidades de fallo.

Tal movimiento de Narciso Agúndez dejó con el trasero al aire también a Coppola que ni siquiera había sido tomado en cuenta en su partido. Al contrario, desde octubre de 2010, Alfredo Zamora había anunciado “un proceso de expulsión" en contra de Luis Coppola Joffroy, luego explicaría que “Coppola ha violentado con sus declaraciones y discursos agresivos, los estatutos del PAN”. La ruptura con su partido estaba hecha, acusaba a la dirigencia del PAN de estar a las órdenes de Narciso Agúndez, a su vez, la dirigencia le reviraba con lo siguiente: “quien es uña y mugre de los Cota Montaño es precisamente Luis Coppola. El y Leonel Cota se amafiaron para tratar de despojar de unos terrenos a la familia Green en Los Cabos".

Fuera del PAN, Luis Coppola, al final de las campañas del 2011, no le quedó mas que apoyar al candidato del PRI. Al inicio de ese año, Ricardo Barroso y el PRI daban a conocer el apoyo del senador panista.

Caminos que se unen. Igual que Coppola, Leonel Cota no podía apoyar ni a Luis A. Díaz ni a Marcos Covarrubias, estaban ambos –Coppola/Leonel- fuera de la jugada. Sin embargo, Leonel, confiaba en sus recursos políticos así que abandonó el PRD y después de coquetear con el verde ecologista, decide, al final, contender por la alcaldía de Los Cabos por el PANAL, el partido de Elba Esther Gordillo.

Esta decisión de Leonel Cota, no quedaría ahí. Si era capaz de ponerse a las órdenes de la Gordillo, nadie imaginaría que apoyaría al PRI. El PANAL tenía una candidata a la gubernatura, lógico era que apoyara a dicha candidata. El enorme Granados Chapa lo cuenta mejor:  “Leonel Cota parece haber sentido nostalgia por su remoto pasado y, como candidato de Nueva Alianza a la alcaldía de Los Cabos, llamó a votar por Ricardo Barroso Agramont, candidato del PRI, no obstante que el Panal cuenta con su propia candidata, Blanca Estela Meza Torres, y sería de esperar que por mínima y lógica solidaridad instara a sufragar por su compañera de planilla, por así decirlo. Pero la lógica, que no suele hacer buenas migas con la política..- escribió el gran periodista en una de sus “Plaza Pública” en abril del 2011.

En efecto, los caminos del Coppola y Leonel Cota, tan separados en un tiempo, que empezaron a unirse hace dos años, culminaron con el apoyo de ambos al PRI.

La kafkiana. Este periplo de dos pícaros personajes no podía estar completo si no se culmina con el último episodio protagonizado por ambos. Si la historia de encuentros y desencuentros, que como cualquier telenovela termina en días felices, el final no es, aunque el lector se sorprenda, el apoyo de ambos al PRI.

No es así, el camino convergente termina en que ambos, ahora, son candidatos en las próximas elecciones generales, no por el PRI ni por el PAN, sino por el PRD y sus alianzas. Leonel Cota a senador, Luis Coppola a la diputación por el II distrito. ¿Cómo explicarlo?. Es una historia que Franz Kafka sin rubor –y con asombro, quizás-  firmaba como suya.

La historia tiene un punto de quiebre en algún lado. En efecto, es por obra y gracia de Andrés Manuel López Obrador –convertido en todopoderoso gurú- que se llevaron a cabo las negociaciones para que Leonel Cota y Luis Coppola, en un arranque pacifista y de amor al prójimo deja con el trasero al aire a una enorme cantidad de perredistas serios, izquierdistas rectos y al PRD sudcaliforniano con un tono de burla que lo hunde –aun más-  en el desprestigio y la vergüenza.

artmeza55@hotmail.com

viernes, 23 de marzo de 2012

EL INFORME

COMENTARIO QUE APARECE LOS MIERCOLES EN EL CANAL 9 DE MEGACABLE, LA PAZ
(COMENTARIO QUE SALE LOS MIERCOLES EN EL NOTICIERO DEL CANAL 9 DE
MEGACABLE)
Cada vez que se celebra un informe, ya sea de los estados o de la presidencia de la República, aparecen las voces que rechazan este tipo de informes y que abogan por un cambio en el formato que va desde la entrega del informe por escrito, el informe directo a la sociedad o solo ante el legislativo con preguntas y respuestas y múltiples maneras de llevarlo a cabo.
Nadie se pone de acuerdo y a mas de 12 años de alternancia, el informe sigue teniendo la misma conformación que le dio el binomio PRI-Gobierno que gobernó mas de setenta años. El informe tal como lo conocemos, se instauró para lucimiento del gobernante: una retahíla de cifras y cantidades difíciles de interpretar, solo se habla de éxitos, el gobernante indica con sus pausas y acentos el momento de aplaudir; se realiza en un gran recinto y se lleva público acarreado para llenarlo; se gastan –en consecuencia- millonadas en transporte, hoteles, comida, música, porque es una fiesta y porque hay que atender a los invitados, es, en suma, “El día del gobernador”, después de la somnolienta lectura de números, realizaciones y frases grandilocuentes, alguien pronuncia un discurso que exalta y engrandece al hombre que lleva los destinos del estado, finalmente, recibe felicitaciones de las fuerzas vivas, algo que los maldicientes llaman el besamanos.
El informe actual es el de otros tiempos, my ad hoc de las viejas glorias de mandatario intocable e infalible, de partido único y legislaturas unánimes; cuando el mandatario nos hacía el favor de informarnos. Pero el país, el estado han cambiado y una nueva sociedad merece que se le informe de otra manera. En países con tradición democrática, los informes del estado de la administración pública se hacen dos o tres veces al año, ante el congreso –se supone que son nuestros representantes- por exigencia de la legislatura, con derecho a preguntas, cuestionamientos, aclaraciones y posteriormente recomendaciones, enmiendas, incluso rechazo de los partidos. No se
llevan acarreados, ni invitados de honor, ni hacen fiesta y si acaso alguien aplaude, serán los compañeros de partido del gobernante. Es decir, una ceremonia republicana, normal, democrática, el informe de un gobernante que no compromete –para nada- los siempre escasos centavos públicos

miércoles, 7 de marzo de 2012

MODESTO ROBLES, LIDER SINDICAL O PRESIDENTE DE PARTIDO

(Comentario que pasa en el noticiario nocturno de Megacable)

La Secretaría de Salud ha adolecido -desde siempre- de recursos humanos con trabajo de base definitiva, así que una gran cantidad de empleados lo hace mediante contratos continuos de menos de 6 meses –con el objeto de evitar la antigüedad- , sustituciones con salarios mínimos, empleos temporales mal pagados, sin protección social; médicos, enfermeras, administrativos, intendentes, en algunos casos, llevan mas de diez años haciéndolo de esta manera sin que se les pueda dar un trabajo con base definitiva.

Tales bases definitivas se asignan por la federación, que fue el caso a finales del sexenio pasado. Habitualmente, el sindicato reparte el 50% y la secretaría de Salud el otro 50, se esperaría queesos empleos definitivos les tocaran, al menos, a quienes tienen mayor antigüedad con Empleos temporales. No fue así, apareció el influyentismo, el amiguismo, la repartición de bases se dio con otros criterios, menos el de los méritos. Estos trabajadores han emprendido una demanda contra la Secretaría de salud. El sindicato del Instituto de salud, por su parte, se ha deslindado del asunto. No es su problema, ha dicho su secretario general Modesto Robles, que se supone despacha en La Paz como secretario general del sindicato del I.S y en Los Cabos
como Presidente del PRI.

Es la historia de casi todos los líderes sindicales, usan al sindicato para saltar a otras posiciones políticas de tal manera que al llenarse de compromisos políticos, la defensa de los trabajadores pasa a segundo plano o lo que es peor, sus acciones al interior del sindicato pueden llevar el
interés del puesto político que persiguen, en este caso, la presidencia del PRI de Los Cabo, no es de extrañar entonces, que los trabajadores que hoy reclaman las bases hayan sido excluidos porque, el sindicato otorgó bases inducido por otros intereses y no por los méritos de los trabajadores.

El secretario de salud, ha enfrentado la demanda de un hecho en el que no participó, no fue a su administración a quien le correspondió otorgar esos empleos de base. El líder sindical, Modesto Robles, desde su puesto de presidente del PRI de Los Cabos, mientras los trabajadores contratan
abogado que los defienda, se lava las manos porque el ya ligó empleo, ya está en las grandes ligas de la política sudca, de ahí a una diputación, una regiduría, cualquier cosa, es pan comido.

CANDIDATOS Y EL EMPOBRECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA SUDCALIFORNIANA

Reacia a la autocrítica, la clase política sudcaliforniana entra en un nuevo periodo electoral en el que los partidos designan, sin mucho debate, sin capacidad pare verse las entrañas, mediante los amarres del partido –en petit comité-, a las figuras que ya han pasado una y otra vez por el tamiz
del sufragio sin mayor rendición de cuentas; con más confianza en la amnesia del electorado que en sus antecedentes; con mas confianza en la generosidad del sistema electoral que en su capacidad para convencer electores. Demasiados senadores, demasiados diputados para un estado de poco más de medio millón de habitantes, una sobrerrepresentación que hace mucho se ha convertido en una lacra, que se mantiene a pesar de las protestas de la ciudadanía que aboga por la desaparición de la cámara de senadores y de los candidatos plurinominales.
Quizás mas que en otras ocasiones, el sistema de partidos anda por un lado, el elector por otro. Los partidos vuelven a poner en consideración cartuchos quemados y personajes que pueden apelar a un grupo, un gremio, un capillita para hacerse de unos pocos votos. Los partidos confían en un triunfo solo porque sus adversarios son peores. A punto de presentar sus candidaturas, no hay una sola declaración interesante, ningún planteamiento digno de tomarse en cuenta. Las campañas internas que culminaron con el registro de candidatos “de unidad” se hicieron muy internamente y los que hicieron giras, visitas, entrevistas no pasaron de las promesas del esfuerzo y de las frases grandilocuentes y patrióticas. Promesas generales –muy generales- de “mejorar la calidad de vida de la población” “impulsar el empleo remunerativo” “luchar por la educación” “impulsodel turismo”. Después de este periodo pálido y parco de precandidaturas y de la
insólita veda acordada con el IFE, esperemos que al menos den –los políticos- material para comentar.
Unos que no se manifiestan porque tienen mucha cola que les pisen; otros pasan tan desapercibidos por falta de brillantez y exceso de lugares comunes; otros que se vuelven a presentar sin hacer un necesario acto de contrición; otros, cargados con su tambache de cinismo se aprestan a esperar, de perdida una plurinominal que los mantenga en el candelero. Bastan unos ejemplos:
El PAN, Carlos Mendoza “El Picore”. Tan indefinido como su propio apodo aunque tiene un
curriculum impresionante. Estudios en el extranjero y una hoja de servicios que inicia en la alta burocracia mexicana para arribar al terruño como Delegado del IMSS en tiempos panistas. Como todo mundo sabe, hijo del primer gobernador constitucional del Estado Ángel César Mendoza, un hombre respetado y con larga trayectoria en el PRI, de los pocos políticos que ese partido puede presumir, mostrar y enorgullecerse, por eso –sobre todo por eso- extraña el camino panista de los primeros pasos políticos en el Estado de Carlos Mendoza. De la Delegación del IMSS, Carlos Mendoza renuncia al puesto para ser coordinador de campaña del actual gobernador. El triunfo de Covarrubias lo lleva a ocupar la Secretaría General de Gobierno, cargo que desempeña unos cuantos meses, al que renuncia debido a su aspiración al senado, hasta entonces, se afilia al PAN.
Muy lejos del carisma del padre, Mendoza parece más un tecnócrata asimilado a la filosofía –así le llaman- administrativa del panismo que se asienta en un liberalismo de clase y tiene su respaldo cultural en la literatura de superación personal, el endiosamiento del liderazgo y las trampas de la “calidad”, todo esto, muy lejos del nacionalismo revolucionario y del regionalismo a ultranza que practicó su padre.
Ya panista, emprende una campaña al interior del PAN, no exento de críticas de panistas tradicionales que reclaman a su partido la inclusión de Mendoza Davis en la fórmula senatorial. Difícil situación de los críticos panistas contra los recién conversos que se han aferrado a las
candidaturas en juego, pues los ecos de tales críticas llegan directamente al gobernador Covarrubias, de obvia reciente conversión al PAN.
Arturo de la Rosa. Por si fuera poco, el PAN ha tenido que soportar las ambiciones de De la Rosa para ocupar una candidatura a uno de los escaños del Congreso de la Unión. Al igual que Covarrubias, del PRD se pasó al PAN e inmediatamente, con el triunfo del grupo político que compitió con las siglas de este partido, ocupó la secretaría particular del gobernador.
Diputado local por el PRD por la XI legislatura, De la Rosa fue acusado por otros diputados de apropiarse de al menos seis millones de pesos. Poco se ha sabido del desarrollo y destino de la investigación. Como se puede ver, la acusación no representó ningún obstáculo para ocupar un cargo en el gobierno actual mucho menos para posicionarse como candidato a una de las
diputaciones en juego.
Es obvio que el activismo político de De la Rosa molesta a los panistas de larga data, a los doctrinarios, los cuales, igual que en el caso de Mendoza Davis, han tenido que doblegarse ante los recién conversos porque gracias a estos, se mantienen en el poder.

En el PRD las cosas no están mejor y van de nuevo con las caras conocidas, que nunca hicieron
una autocrítica de su pertenencia y connivencia con el gobierno de Narciso Agúndez, un acto necesario especialmente ahora que las lacras ha salido a relucir, con los casos de exfuncionarios de la administración perredista que han sido llamados a cuentas, el más reciente, Antonio Alcántar.
Víctor Manuel Castro Cosío. No termina aun su periodo al frente de una diputación federal por el
II distrito electoral cuando ya se ha apuntado para la candidatura al senado.
Es un perredista formado en los cuadros de la izquierda, en su juventud, militante furibundo contra el sistema. Ocupó la Secretaría de Educación Pública con el triunfo de Leonel Cota. Posteriormente fue Presidente Municipal de La Paz y luego, con el apoyo de Narciso Agúndez, diputado federal.
Se constituyó en el sexenio anterior en valedor de un gobierno sumamente cuestionado por latrocinios varios. A pesar de su fama de hombre íntegro, ha sido parte fundamental en la debacle del PRD en el estado, sin embargo, no ha emitido ni un ápice de autocrítica, mucho menos ha tenido la capacidad para deslindarse del pseudoizquierdismo que inundó a su partido.
Trascendieron sus constantes roces tanto con Leonel Cota como con Rosa Delia Cota, su sucesora en la Presidencia Municipal de La Paz, quien incluso llegó a pedir el voto en su contra cuando el Prof. Castro Cosío compitió por la diputación que hoy ostenta, en esa ocasión, la votación en el
municipio de La Paz fue tan exigua que su triunfo fue obra del perredismo cabeño. Llama la atención que, hoy con Rosa Delia Cota en la dirigencia del PRD, Castro Cosío pueda erigirse como candidato a senador.
El desastre electoral pasado del PRD dio por resultado que los restos del partido fueran recogidos por el grupo que ganó la presidencia municipal de Los Cabos, lo poco que salvaron del naufragio. Así las cosas, es ese grupo quien detenta el poder en un partido que tiene pocas posibilidades de
alzarse con el triunfo que no sea una posición plurinominal.
Extraña ver a Castro Cosío en esta politiquería que han montado Rosa Delia y los Agúndez de Los Cabos, que se han apoderado de un partido que poco tiene de izquierda. No se pueden descartar compromisos adquiridos en todos los años de brega política del Profesor para servir a los intereses de un PRD desgastado y corrompido al cabo de dos sexenios en el poder. Un perredismo cuyo poder de oposición, apenas le sirve, como una muralla de contención para evitar llamar a cuentas al exgobernandor Narciso Agúndez que permanece amparado.
Castro Cosío tendría mucho que explicar no solo a la sociedad a la que solicita su voto, sino al izquierdismo genuino, su posición respecto de los casos de corrupción de Jáuregui, Ibarra, Díaz, Porras y Alcántar, sus correligionarios y miembros del mismo gobierno al que apoyó. Asimismo sus opiniones acerca del gobierno de Narciso Agúndez y de los errores del partido, las causas que lo llevaron a su casi extinción. Y entonces sí, pedir el voto.
En el PRI ya se tenían las candidaturas de unidad con sus mezclas de priismo mas o menos
novedoso con dinosaurios del ava nzado jurásico. El novel Ricardo Barroso y el septuagenario Isaías G. Cuevas para la senaduría; Martínez Mora en el papel del nuevo PRI, acompañado de un recuerdo del viejo partidazo, Cota Osuna, para las diputaciones. La prueba del que el PRI no puede prescindir de la vieja guardia tan poderosa que, en contra de los intereses del partido, siguen apareciendo en las boletas electorales; la constatación de que los priistas ya maduros aun requieren de andaderas.
En eso estaban, en el festín de las "candidaturas de unidad" cuando apareció Jesús Flores que también aspiraba. Flores se había caracterizado por emprender una lucha casi heroica cuando el partido fue reducido a su mínima expresión con el Leonelazo del 99, cuando los priistas huían y se escondían, Jesús Flores era de los que se constituía, en Los Cabos, como una oposición al
leonelato. De ahí que sus aspiraciones se antojaban justas.
Cuando parecía que el gozo se dirigía al pozo, una estratagema –de esas para las que el PRI se pinta solo-, extraída de los amarillentos catálogos de chascos, trucos y embelecos, advirtieron que a Jesús Flores le faltaban unos requisitos fundamentales en su registro, los estatutos se aplicaron, Jesús Flores quedó fuera de la convocatoria y evitó así al PRI, tener que ir a una consulta. La fiesta siguió y Flores hizo gala de la capacidad de un priista para aplicar la fuerte presión dentaria sobre sus propias gónadas, es decir, lo que antiguamente se llamó, disciplina de partido. Se movió y no salió en la foto.
Al no competir con gente como Jesús Flores, el PRI se apunta a la elección con –como bien apunta el escritor Edmundo Lizardi: “acomodaticios surfers de la “ola” de Peña Nieto, su única tablita de salvación”.

Los partiditos. Ya cuando un partido de estos, llámese Convergencia –o Movimiento Ciudadano-
PT, Verde, el Partido de los Carballo o el de la Gordillo, se atreven a candidatear a Leonel Cota –que merece una editorial aparte- no hay mucho que decir de la clase política sudcaliforniana hoy en día tan mezclada y como llegaron, en esta etapa de transición, a parecerse tanto. No hay diferencias por eso es que cualquiera puede saltar a cualquier partido sin que se note.
Ante este panorama de candidatos insípidos, trastos usados y vejestorios del precámbrico, la sociedad votante no tiene mucho más de donde seleccionar, de tal manera que lo más seguro es que la abstención aparezca como la gran triunfadora y los candidatos sean elegido por un mínimo de ciudadanos modelos que mantienen la llama de la esperanza o de acarreados que venden su
voto al mejor postor, lo que empobrece mas aun la democracia sudcaliforniana.

lunes, 13 de febrero de 2012

BARROSO E ISAIAS, UNA METAFORA DEL PRI

Introducción. El sistema Pri-gobierno sudcaliforniano sufrió primero una derrota, que luego sufriría, a principios de siglo, en el plano nacional. El derrumbe fue total. La militancia más sobresaliente se vio envuelta en acusaciones por el nuevo gobierno, cárcel y escarnio soportaron sus principales dirigentes, otros, sin poder vivir fuera del presupuesto, optaron por ingresar a las filas de los recién conversos al neoperredismo de Leonel Cota y se incorporaron al gobierno; otros, salieron del estado en busca de mejores aires; algunos –se dice- pactaron con el nuevo gobierno, se conformaban con no ser perseguidos y muchos se agazaparon, se mimetizaron en extrañas formas. Pocos, muy pocos sacaron pecho y comprendieron que eran tiempos de oposición, una situación inédita para el partido que lo ganaba todo en BCS.

El primer sexenio perredista fue aciago para el antiguo partido de estado. Sin el jefe nato, sin posiciones relevantes, sin escaños en el congreso, sin dinero, sin los jilgueros habituales, incluso, sin sede; un PRI itinerante, escasamente concurrido era sostenido por algunos valedores con más canguelo que ideas de cómo volver colocar el viejo partidazo en los primeros planos de la política local. La vieja generación de priistas, los llamados dinosaurios parecían extinguidos; la generación intermedia, la de Manríquez Guluarte, la que acababa de perder las elecciones estaba deprimida, abatida y, sin la emergencia de una nueva generación de priistas. Un partido hecho para gobernar, acostumbrado a triunfar, no tenía capacidad para convertirse en oposición. Sin embargo, el triunfo del PRI en varios estados; el surgimiento de un candidato popular a la presidencia; los errores de la administración de Narciso Agúndez, sus divisiones internas; la porfía de Estela Ponce, de Jesús Flores, de Martínez Mora, de Ángel Salvador y otros, dieron un nuevo impulso para recobrar el lustre perdido. Los pequeños triunfos, la pérdida acelerada de credibilidad del gobierno perredista, hicieron un hueco al PRI que se levantó entre los muertos y pronto, en la segunda mitad del gobierno de Agúndez, el PRI y sus posibles candidatos aparecían en las encuestas en plan de pelea.

Factores como la escasa convocatoria del PAN, las diferencias internas del partido en el gobierno, animaban a los cuadros jóvenes del PRI, reaparecían las generaciones intermedias y hasta los dinosaurios daban la cara en espera de las vacas gordas. En la elección estatal tuvieron la posibilidad de medir sus verdaderas fuerzas: nominaron candidatos de las generaciones intermedias, escondieron a los dinosaurios y se sorprendieron de la aceptación que tuvieron con sus candidatos jóvenes, los emergentes. El viejo partido de estado, el antiguo brazo político del sistema autoritario que gobernó la vida política de BCS y el país, que parecía desgastado, era requerido por parte del electorado que descreyó del gobierno perredista, por quienes creen que mas vale malo por conocido… o por quienes evocan un mejor tiempo pasado; un fenómeno psicológico que ya ha sucedido en otras transiciones, donde la añoranza produce seguridad. Por las razones que sea, el PRI sudcaliforniano está exultante y se apresta a dar la palea con modificaciones forzosas en su manera de contender.

La alegoría. Si se lo hubiera propuesto la dirigencia estatal del PRI no podrían haber encontrado mejor metáfora que explicara -mediante las figuras de Ricardo Barroso e Isaías González sus dos candidatos a dos de las senadurías en juego las próximas elecciones generales- una simbología que no parece ser planeada. Dos personajes, dos sujetos, dos formas de hacer política de dos individuos tan disímbolos pero que reflejan, como espejo, el momento que vive el PRI como partido y como engranaje de una antigua maquinaria que quiere parecer nueva, sin abandonar el dorado pasado que alguna vez gozó a sus anchas. Uno, un viejo dirigente sindical, con más de cincuenta años de reelección en reelección en una central obrera ligada
históricamente al PRI, el otro, Barroso, un joven miembro de la nueva clase política, procedente de la estirpe patricia de priistas sudcalifornianos.

Ricardo Barroso. Sin experiencia política, casi sin militancia. Sin mas carta de presentación que el parentesco con el gobernador de la transición de territorio a estado, Félix Agramont. Ricardo Barroso fue toda una revelación para el PRI primero, después, para el mundillo político sudcaliforniano. Debuta como candidato a gobernador en una elección donde el PRI no tenía ninguna oportunidad. Quedó en segundo lugar, no tan atrás del triunfador Covarrubias y muy adelante del candidato del PRD, Luis A. Díaz.

El PRI había cambiado su estrategia cuando se pensaba que fuera Estela Ponce la abanderada, sin embargo, Ponce aceptó ir por una posición mucho más asequible que era la alcaldía de La Paz, que finalmente ganó. Así, el PRI, sin distanciarse de los dinosaurios, mantiene dos figuras destacadas por lo que hoy, alejada de las contiendas, Ponce ocupada en la alcaldía paceña, es Barroso quien lanza el PRI a la senaduría, con muchas posibilidades si el joven político es capaz de repetir la hazaña. Así, en cuanto se decidió la gubernatura, Estela Ponce tomó posesión como alcalde, Barroso, se estableció como Delegado del CEN del PRI, pero el PRI permanece en manos de la vieja escuela priista con Agapito Duarte en la dirigencia estatal.

Isaías González Cuevas. Con orígenes en la CROC sudcaliforniana, González Cuevas fue afirmando su liderato mediante consecutivas reelecciones –como se estila en el sector obrero- en una central sindical con mayor fuerza en el sur del Estado. La CROC ha llegado a liderar la mayoría de los sindicatos de hoteles, restaurantes y establecimientos afines del sector turístico.

En 1997 formó parte de la VVII legislatura como diputado de representación proporcional, cargo en que permaneció hasta el año 2000. Ya en el DF, su amistad con el entonces poderoso Secretario general de la CROC, Alberto Juárez Blancas, lo lleva a ocupar puestos de importancia en la central obrera. A la enfermedad y muerte de este, Isaías González salta a la dirigencia nacional para el periodo de 2004 hasta al 2010, posteriormente sería reelecto hasta el 2016. Diputado federal de nuevo en la actual legislatura en la que se ha convertido en diputado con licencia para disputar el senado en las próximas elecciones.

Isaías G. Cuevas, ha permanecido fuera del estado a causa de sus actividades en la CROC desde hace cerca de 15 años. No le tocó atestiguar la caída estrepitosa del PRI en el 2000 y tampoco ha sido factor en el resurgimiento del partidazo. Sin embargo, es quizás el único priista que tiene un inmenso capital político y económico y, el único que puede mostrar músculo con el apoyo de la central obrera.

Diferencias y similitudes. Ricardo Barroso e Isaías González Cuevas representan a un PRI con dos diferentes caras; representan a dos PRIs: uno que no acaba de irse y otro que no acaba por nacer ni desarrollarse.
El PRI de Barroso Agramont proviene de las capas ilustres de familias priístas: nieto de Félix Agramont, primer gobernador nativo y con arraigo, aunque impuesto desde la presidencia por Luis Echeverría, sirvió de puente para una transición de territorio a estado, del cual fue el primer gobernador democráticamente electo, Ángel César Mendoza A, paradójicamente, padre de uno de los rivales a la senaduría, Carlos Mendoza Davis. El PRI de Isaías G. Cuevas es del que empieza desde abajo, de pinche de cocina. De muy joven ingresa al gremio obrero y ahí se desarrolla –desde abajo- en una carrera sindical de más de 50 años.

Ricardo Barroso que nunca ha sabido lo que es el trabajo físico duro –hay quien lo acusa de perezoso- ni ha pertenecido a un sindicato, mucho menos ha hecho el trabajo sucio, el de las cañerías, ha tenido una vida académica en el área de las ciencias sociales, ha tenido las oportunidades de ilustrase y de acceder a la alta cultura, a la reflexión intelectual, mientras Isaías solo ha llegado a secundaria y muy lejos está de la vida intelectual. La práctica, la escuela de la vida ha sido su universidad.

Barroso Agramont tiene virtudes externas, notables, evaluables a primera vista: joven, apuesto, alto y bien nutrido. En casa nunca faltó alimento y recibió –de sus padres- genes de los que se pueden recibir en las clases altas. Isaías es un viejo, su aspecto senil es el de los viejos líderes obreros que tantos éxitos depararon al viejo sistema autoritario. Su aspecto recuerda a Fidel Velázquez, a la Güera Rodríguez Alcaine, a su antecesor, Juárez Blancas. Recibió los genes que le tocaron, los que al destino determinó para las clases bajas.

Uno, Barroso, producto de ese México que construyeron los Isaías; el otro, producto del México bronco y de setenta años de construcción con sus defectos y aciertos de un sistema autoritario que trata de adaptarse a nuevo entorno mediante los Barrosos pero que no puede prescindir de los Isaías. Porque los Barrosos del PRI tienen presencia de candidatos, aunque los Isaías tienen músculo y son capaces de dirigir contingentes y llenar una plaza pública cuando se le antoje. Los Barrosos pueden mostrar una cara de modernidad, de nuevos rumbos con una buena dosis de ingenuidad política. Los Isaías son los viejos rumbos, los caminados y probados del PRI; siempre saben para donde corre el agua, la corriente de los vientos… “la línea” que es más importante. Los Barrosos creen conocer desde las aulas una teoría del Estado democrático. Los Isaías saben como es el Estado, han sido parte del Estado, han vivido en las tripas del monstruo.

Ricardo Barroso recuerda a Peña Nieto; Isaías González recuerda a Fidel Velázquez. Barroso está por demostrar que puede con el paquete; Isaías nada tiene que demostrar, aun tiene dirigencia de la CROC hasta el 2016.

Conclusión. Dos caras de las que no puede prescindir el PRI para dar las nuevas batallas que se avecinan: la cara amable de los jóvenes guapos e ilustrados, apoyados por los viejos vicios corporativistas de trabajadores acarreados por las promesas, las demagogias y la explotación de las necesidades. El PRI tiene en los Barrosos esos frascos vacíos de contenidos porque no han tenido carrera propia, la única manera de llenarlos, es con los antiguos contenidos, los perfumes ya probados en los viejos líderes obreros, los que han sabido como mantenerse, contra viento y marea en posiciones de privilegio. Hay que llenar los barrosos de Isaías. Isaías está ahí para recordarle a Barroso, que el arrastre, ese supuesto carisma que le ha valido la aspiración al senado, no es nada si no se tienen los apoyos de una corporación. Nada carismáticos eran Juárez Blancas ni La Quina y pudieron erigir un imperio que llegaron designar hasta el propio presidente de la república, al omnipotente presidente imperial de aquellos tiempos; que si Barrosos llena la plaza pública con anuncios, entrevistas en los medios –promoción- invitaciones, el estudio de la estrategia y líderes de colonia con sus enganches; los Isaías solo tienen que levantar el teléfono y mañana a primera hora la plaza estará a tope con mantas, matracas y mariachis.

El PRI está de vuelta, también en BCS. Es el mismo PRI de siempre, sus retoques de modernidad, no pueden prescindir del jurásico.

miércoles, 8 de febrero de 2012

EL PRI, LAS CANDIDATURAS DE UNIDAD


(COMENTARIO QUE PASA EN EL NOTICIERO NOCTURNO DEL CANAL 9 DE MEGACABLE)
Hay una vieja anécdota que se cuenta en todo el país, en cada caso con personajes diferentes aunque la historia es la misma. Un militante priista que pretendía ser candidato a diputado, acude a las oficinas del PRI, concierta una cita con el presidente de este partido, lleva como aval
miles de firmas y lo acompañan un buen número de seguidores. Después de expresar al presidente del partido sus intenciones y entregar las miles de firmas que avalaban su popularidad y arraigo, el presidente ni siquiera mira los papeles y le dice que solo requiere de una sola firma, la del gobernador.

En efecto, los gobernadores en los estados, eran quienes daban el visto bueno, palomeaban, cuando el PRI era un partido de estado, cuando tenía la sartén por el mango …y el mango también.

Hoy, sin jefe nato, un pieza importantísima del sistema que unía el partido con el gobierno, las candidaturas de unidad que el lenguaje popular llamaba dedazos, se tornan más difíciles de consensuar porque ya no se tienen los factores de poder que el sistema gozó en otras épocas.Para estas elecciones próximas, todo parecía miel sobre hojuelas y las candidaturas de unidad se daban como en los viejos tiempos. Las precandidaturas al congreso del distrito Uno y Dos que habían quedado en manos de Cota Osuna –representante de la vieja guardia- y Martínez Mora –de generación intermedia-, al final saltó otro aspirante, Jesús Flores que seguramente ha pensado que tiene los mismos o más merecimientos que los que parecían firmes candidatos. Lo que en otros tiempos habría parecido una indisciplina en el antiguo partidazo, hoy es una fisura entre los grupos de poder que habrán de tolerar y no les quedará mas remedio que abrir la competencia democrática interna.

En el último momento se ha registrado Jesús Flores como precandidato cuando todo parecía cocinado, rompiendo así con las costumbres, los ritos, las reglas no escritas de un partido en el cual, quien se movía –se decía- no salía en la foto. Jesús Flores se ha movido, ha retado a la vieja disciplina del PRI que se debate entre una nueva cara y la antigua, la del partido de estado. Habremos de ver en los próximos días, en la respuesta del la nomenclatura del partido, cual es la cara que el PRI presentará a los electores, si la de un nuevo partido con juego democrático o la del poderoso dinosaurio.

EL PRI, BARROSO, LA CROC


(COMENTARIO QUE PASA LOS MIERCOLES POR EL CANAL 9 EN EL NOTICIERO NOCTURNO DE MEGACABLE)

Hay, como sabe el amable televidente, una dura lucha en el seno de los partidos para conseguir las posiciones que estarán en juego en las próximas elecciones generales. Diputaciones y senadurías son disputadas por lo más granado de cada uno de los partidos sudcalifornianos. Una emocionante carrera de precandidatos que buscan apoyos, se muestran, contonean y deshojan la margarita en medio de la indefinición y en espera de los plazos fatales.
Quizás las únicas posiciones firmes hoy por hoy, son las dos precandidaturas a senador por mayoría relativa del PRI en las personas de Ricardo Barroso e Isaías González Cuevas que el antiguo partidazo ha lanzado y que parecen –ya- inamovibles. Dos personajes en los que bien se puede establecer una metáfora del estado actual del viejo partido de estado.

Uno, Ricardo Barroso, integrante de las fuerzas emergentes locales, el otro, González Cuevas, un representante del más conocido corporativismo obrero, factor que encumbró y mantuvo en el poder al PRI por mas de setenta años. Barroso Agramont, un cachorro emparentado con el priismo ilustre –de caché- de Baja California Sur; el otro, con orígenes en la clase trabajadora; uno, con educación formal, estudios universitarios con acceso a la amplia cultura; el otro, un hombre hecho a si mismo, de la vieja tradición de líderes obreros procedentes de la escuela de la vida. Uno, Barroso con virtudes que se ven, como la juventud, la apostura; el otro, Isaías González, con experiencia y mucho camino andado.
Dos maneras de ser, dos formas de hacer política pero quizás con una sola realidad, uno, Barroso, es espera de ingresar a la mecánica de poder que gozaron sus ancestros, el otro,
representante de la CROC, una estructura corporativa que ni los gobiernoslocales de izquierda, ni los gobiernos nacionales de derecha supieron o pudieron modificar, de las estructuras priistas que quedaron intocadas y que, al contrario, los gobiernos se aprovecharon de ella, gobernaron con ella y por eso gozan de un gran vigor, hoy, puesto al servicio del PRI.
NO es extraño pues, que hoy tengamos un PRI exultante que se da el lujo de competir con dos generaciones de políticos; con uno puede dar una cara de modernidad, con el otro, la verdadera, la que nunca se fue, la vieja fuerza del PRI que solo espera a su jefe nato, para ser el mismo PRI de antes, al menos que el elector diga otra cosa.

viernes, 6 de enero de 2012

EL SISTEMA DE PARTIDOS EN BAJA CALIFORNIA SUR.

INTRODUCCIÓN. El año pasado fue un año emotivo desde el punto de vista político, inquietante desde el punto de vista democrático. El rumbo que ha tomado la política, no debería inquietar a nadie, pero el que ha tomado el proceso democrático en BCS,tiene muchas razones para la incertidumbre. El año 2011 fue un año inquietante por varias razones. No se distinguen los partidos ni los políticos; no sabemos quiénes son, a que partidos pertenecen, ni cuáles son sus pensamientos verdaderos. Se han cambiado tanto, han pasado de partido en partido; han hecho cualquier declaración según convenga, que no es fácil para el público identificar a los próximos candidatos ni sus tendencias ni sus valores.
ANTECEDENTES. Desde que el Territorio de Baja California Sur se convirtió en Estado, los políticos sudcalifornianos pertenecían al PRI, esta hegemonía duró hasta que una fracción del PRI pasó al PRD para ganar la elección de tal manera que buena parte de esa clase política, sin rubor, se transformó en izquierdista, así se mantuvo dos sexenios en el poder. Igualmente hegemónico, con una oposición muy cómoda. Con motivo de las elecciones para la gubernatura, este 2011, los trastornos internos del PRD y de los grupos en el poder, de nuevo hay una estampida, ahora, hacia el PAN, mientras esto sucedía, el viejo PRI se fortalecía y daba algunos indicios de este nuevo vigor mediante una oposición bastante decorosa después de dos sexenios hundidos.
Así las cosas, la dispersión de los políticos y de la política deja a un sistema de partidos sin identidades, tendencias, ni convicciones. Una situación anómala para un sistema democrático donde se requiere de los contrastes para ejercer el voto. El ciudadano debería tener presente tales diferencias para seleccionar las tendencias que se adapten a su manera de pensar, si no es así, lo que queda es la elección de personajes, de grupos, de sectas, pero no de partidos, no de institutos políticos con estatutos, antecedentes, propensiones, directrices.
RESULTADOS DE LA DISPERSIÓN POLITICA. El gobernador Covarrubias y su gobierno es una
resultante de esta dispersión de los políticos; una muestra de esa mezcla que se gestó mediante una transición política atropellada, una alternancia en el poder artificial en BCS. En el 2011 llega al poder un político que se formó en el PRI –como casi todos los políticos- que llegó a posiciones de poder con el PRD –como buena parte de los políticos que abandonaron el PRI cuando ya no
tenía el poder- pero que llegó a la gubernatura por el PAN. Una vuelta de 180 grados en el espectro político que deja muy mal parado al sistema de partidos. Si bien, en el papel es el PAN quien aparece como detentador del poder en BCS, pero bien sabemos que los panistas
tradicionales –de escasa militancia- se incorporaron al equipo de Covarrubias durante la campaña y después, con el triunfo electoral.
Recordemos que la nominación inicial del candidato panista fue para Germán Pablo, un político emergente que no tenía ninguna posibilidad del triunfo, posteriormente sería sustituido por Covarrubias quien abandonaba el PRD cuando los pleitos de facciones hizo irrespirable el aire perredista.

EL PAN DISPERSO. Ávida de triunfos electorales –aunque fuesen mínimos- la presidencia de
Calderón requería establecer una base de apoyos en los estados para la lucha por la presidencia. En Baja California Sur, la claudicación del PRD mostraba una ocasión inmejorable para sentar las bases de un gobierno del PAN.

Las condiciones estaban servidas: Narciso Agúndez se hundía en la corrupción y en la opacidad, dejaba al Estado postrado con una deuda casi impagable; su antiguo valedor, Leonel Cota, reclamaba el rumbo de Agúndez y fundaba un frente que dividía al partido; el candidato elegido por el PRD -Luis A. Díaz- no daba garantías, su oscuro pasado, sus nexos más oscuros aún, presagiaban la derrota del PRD, en estas condiciones era previsible que perdería el poder y que la lucha sería entre el PAN que encabezaba Covarrubias y el PRI que había lanzado un candidato que dio más guerra de la que suponían los analistas.

Las teorías respecto de cómo fue que Covarrubias se alzó con el poder fueron variadas, pero sin duda, el gobierno federal no solo metió la mano, también recursos y negociaciones en lo oscurito para poder apuntalar a Marcos Covarrubias, mientras Agúndez Montaño se ponía a salvo, quizás como parte de las negociaciones, en la que sin duda, también entró la continuación del Secretario de Finanzas. Un buen merequetengue que convenía a las huestes de Calderón que se aprestaba a enfrentar su sucesión.
EL SEXTO DE CABALLERÍA. Como en las películas de vaqueros, cuando los indios ya estaban
a punto de derrotar a los pioneros, llegaba el sexto de caballería trompeta en ristre y salvaba la situación. Una maniobra que en política suele ser milagrosa. El caos que dejaron hacer a Narciso Agúndez en Baja California Sur desde el gobierno federal, tenía que ser ordenado por alguien, Covarrubias que no era panista –era diputado federal por el PRD- se convertiría en el sexto de
caballería. Tuvo que realizar un travestismo político al cuarto para las doce. No solo había que parecer, también tenía que ser un panista. La transformación se dio en plena campaña. De diputado federal perredista, de quienes llamaban espurio al Presidente; de quienes consideraban
ilegítimo a Calderón e inclinaban los apoyos a López Obrador; de quienes apoyaban la despenalización del aborto y el matrimonio de los homosexuales; de quienes consideraban que PEMEX no requería capital privado, Covarrubias en un momento - de un día para otro- desestimó tales tendencias y se afilió al PAN para ser obviamente, un gobernador panista.

Los primeros días de gobierno fueron de búsqueda de apoyos federales. Cada uno de los secretarios de estado, como en el viejo régimen priista, daban la mano y prometían ayudar al gobierno de Covarrubias porque era de los suyos, asimismo agregaba a su equipo de trabajo a panistas históricos.
Los primeros indicios del panismo de Covarrubias fueron los apoyos a la política de seguridad de Calderón y un programa conservador de “Valores” en donde la familia es primordial, fueron el principio de identificación panista. Ya trataría, según dijo, de leer la historia del PAN y
el pensamiento de sus prohombres.
EDITH AGUILAR VILLAVICENCIO, OTRO CASO. Mas que partidos a la deriva, se aprecia a los políticos que se llevan su cago que han conseguido con algún partido. Es el caso, por ejemplo, de la diputada Edith Aguilar Villavicencio, quien después de una corta militancia en el PRD –de Leonel para acá- se convirtió en diputada por el norte del Estado. Ese partido la nominó, le sufragó la campaña, le felicitó por el triunfo, tan necesitado de ellos ante la catástrofe del partido. Quizás por eso –por la catástrofe del PRD- la diputada, al poco tiempo, desistió de pertenecer a un partido que, ciertamente se encuentra en reconstrucción.
Deja, Aguilar Villavicencio, en peor situación la bancada del PRD, todo parece indicar que a causa de una rabieta, aunque los malpensados creen que para reforzar, mediante una pequeña ayuda de sus amigos, a la bancada del gobernador que requiere de más votos en el congreso para llevar a cabo sus proyectos.
Otro ejemplo de que el sistema de partidos debería ser vigilado, porque la actitud del diputado que abandona a su partido, es también la de quien abandona a sus votantes, que la votaron por sus supuestas tendencias o convicciones, que resulta, que a la diputada no le importan y toma
el rumbo de sus muy personales apetencias. Si abandona el partido, también debiera abandonar el congreso, porque se juega con ventaja en detrimento del partido que la postuló, la impulsó y le dio la oportunidad de llegar a esa posición privilegiada.

PREOCUPACIÓN. Bien sabemos que los políticos están dispuestos a cambiar de casaca según como sople el aire, que sus conveniencias y ventajas cuentan más que cualquier otra cosa a la hora de ir por el poder, sin embargo, es más preocupante que la ciudadanía, el votante no castigue tales actitudes y que el sistema de partidos, las instituciones en las que está fundamentado el acceso al poder, se conviertan en organismos maleables a los antojos de los políticos y los grupos de poder que pueden provenir tanto de organizaciones legales, pero también, ilegales.
Porque el travestismo político no se puede controlar desde los partidos, ya que todos juegan el mismo juego, son los propios partidos los que estimulan este juego indecoroso. Así, lo único que pudiera salvar el sistema de partidos, es el propio ciudadano con sus preferencias electorales.

lunes, 2 de enero de 2012

FELIZ AÑO 2012



Este dos mil doce, será un año también muy activo en lo que respecta a las lides políticas y la lucha por el acceso al poder. Estarán en juego nada menos que la presidencia de la república y la renovación de las cámaras de senadores y diputados. Los ciudadanos tenemos casi un semestre para formarnos una opinión y perfilar nuestras preferencias electorales. Va siendo hora que les formulemos a los candidatos que vendrán con sus mismas ofertas de siempre, solicitudes específicas que se vienen delineando en los correos electrónicos, en las redes sociales, en las organizaciones ciudadanas; exigencias que convienen al bien común -aunque no al profesional de la política- y que por esa razón, no han tenido la aceptación de las instituciones encargadas de reformar el estado.

Va siendo hora que los políticos representen a una ciudadanía con ánimos de cambiar el estado de cosas, empezando por la conformación del poder, las maneras de conseguirlo y la forma de ejercerlo.

Este año será decisivo en la evolución democrática del país y deberán cristalizar las exigencias de reelección de algunos puestos de elección popular, la revisión de los honorarios que se pagan senadores, diputados e instituciones autónomas como el IFE, las universidades, el poder judicial entre otras, y sus gastos suntuarios; la inclusión en el congreso de iniciativas que salen del seno de organizaciones ciudadanas, la disminución del número de diputados, la desaparición del senado como ha sucedido en otros países, y otras que es urgente discutir con los que, se acaban de postular al congreso. Sin duda, serán las respuestas de los candidatos a estas exigencias, una buena manera de normar el voto.

Finalmente, este proyecto televisivo hecho por gente joven –con sus visibles y muy obvias excepciones- espera seguir contando con su preferencia de los diferentes espacios informativos y formadores de opinión, en esta última colaboración del año, a nombre propio y de la producción de este editorial queremos desearles a todo el auditorio que nos favorece con su atención, un dos mil doce lleno de satisfacciones y de mejoramiento en todos los aspectos de la vida.