miércoles, 3 de abril de 2013

LA VUELTA LOS PATRICIOS SUDCALIFORNIANOS

Los patricios sudcalifornianos se han conformado por antiguas familias de no más de cuatro a cinco apellidos que se han casado entre sí, que mantuvieron el poder económico que multiplicaron en negocios que se transformaron en supermercados, gasolineras, transporte, importaciones, ranchos y tierras en toda la entidad. Desde los primeros años postrevolucionarios, los patricios intentaron tomar también el control del gobierno del Estado. Se configuró así, una clase política y o empresarial que convivió y produjo luchas sociales para tomar el poder político, en tanto que territorio de la nación, los gobernadores eran nombrados desde la capital.

“El gobernador nativo y con arraigo” –su demanda principal-a se había intentado alguna vez con Agustín Arriola en 1920, sin embargo, la cosa no funcionó y esa clase política tuvo que soportar que siguieran viniendo desde el centro a gobernarnos. Fue hasta que enviaron a Francisco J. Múgica que los políticos sudcalifornianos se abrieron de capa para solicitar, ante un señor tolerante y sin las ínfulas de generalote, el gobernador nativo y con arraigo. El disenso se selló con un abrazo de caballeros, Múgica turnó  el asunto a las autoridades competentes,  se fue y las cosas siguieron igual, pero ya estaba fundado el FUS (Frente de Unificación Sudcaliforniana) que procesaría el descontento soberanista.

Fue hasta los albores de los setentas que Luis Echeverría prometió en su campaña que nos convertiríamos en Estado y así fue. Se nombró en 1970 a un civil -Hugo Cervantes del Río- en la gubernatura de BCS quien se rodeó de los hijos de los patricios paceños que hacían sus pininos para acercarse  al poder. Cuatro años después entrega el poder a Félix Agramont Cota, un desconocido ingeniero agrónomo que nunca había gobernado nada pero era experto en semillas. Félix Agramont nunca había participado en la política sudcaliforniana, nadie sabe bien a bien a santos de que, Echeverría seleccionó a Agramont Cota, sus deudos pasarían a ser parte de estas familias dominantes. Así eran las cosas: el presidente decidía y nadie chistaba, mucho menos se le pedían explicaciones; al contrario, se le aplaudía. Así llegó Agramont a La Paz, en medio del aplauso de la clase política, del PRI y sus sectores. El nuevo gobernador satisfacía la parte nativa, pero no el arraigo. Era de El Pescadero, apenas si se acordaban de él. Se hizo cargo del territorio mientras se protocolizaba la conversión y la clase política que no podía ser de otro partido que del PRI, preparaba su asalto al poder. Lo hicieron en la figura de Mendoza Arámburo, un político respetable que inició esta clase política y económica que sería reemplazada en nuestros días.

Transición y nativos. Unida a la conversión a estado, la zona libre de comercio, la apertura de centros turísticos y la mayor integración con el macizo continental,  también hubo una oleada demográfica de los estados vecinos, principalmente de Sinaloa que huían de la inseguridad producida por el narco en aquella entidad. La proporción de sudcalifornianos de 60:40, al cabo de treinta años se había convertido en 40 sudcalifornianos por 60 foráneos que desconocían  la historia y los méritos de los miembros de la clase gobernante sudcaliforniana.

Aun así, después del primer gobernador constitucional en los setentas, continuaron los patricios sudcalifornianos en el poder, a Mendoza Arámburo, le siguió Alberto Alvarado, paceño y senador nombrado desde los centros de poder del PRI; después sería Liceaga Ruibal, también senador, recibido en el aeropuerto paceño por los sectores priistas para luego ya entrados los años noventas, otro senador, Guillermo Mercado también llegara con la candidatura por el aeropuerto paceño y recibido con bombos y platillos. Ya con Guillermo Mercado, los viejos patricios habían perdido el poder político, pero conservaban el económico. Los políticos ya no procedían del patriciado sudca, solo cuidaban los negocios de los patricios.

Después de Mendoza Arámburo, el resto de los gobernadores priistas conseguirían sus candidaturas, no en Baja california Sur, no en el trabajo político con sus paisanos, sino, con la cercanía de los centros de poder. En la medida que se sucedían los gobiernos de los sudcalifornianos nativos y con arraigo, en esa medida se fueron dando gobiernos con mayor grado de corrupción. Es decir, ni el origen ni el arraigo sudca, fueron un obstáculo para los malos manejos. Así, después de considerado buen gobierno de Mendoza Arámburo, el de Alberto Alvarado fue un gobierno de claroscuros, dominado por una personalidad subyugante, poco dado al trabajo, desviación de recursos de la construcción de presas como parte de un ambicioso plan hidráulico. El inveterado apego al alcohol de Alvarado solo era cubierto por su buen beber, las buenas anécdotas  y la simpatía personal.

Con Liceaga Ruibal, los escándalos se sucedieron desde que inició su gobierno; líos conyugales se filtraron a la prensa y a la maledicencia pública, romances y lances amorosos con regalos millonarios, para finalizar su sexenio con la prisión de sus hermanos acusados de colaborar con el narco. Un sexenio desastroso que menguó la fortaleza del PRI para enfrentar la siguiente elección en la que Guillermo Mercado sale triunfador con muchas dudas acerca del conteo de votos y sospechas de transas electorales que lo llevaron a la gubernatura. Una gubernatura oscura, con colaboradores abusones, que terminó con la pérdida de poder del PRI y con Mercado Romero y su secretario general, Antonio Ortega, en la cárcel por malversación de fondos públicos.

Es decir, las gubernaturas del PRI, impulsadas por  los patricios sudcalifornianos, de esa clase política que se había construido bajo el amparo del FUS y de las demandas soberanistas nunca demostraron que fueran mejores ni más honestos que los generales que nos enviaban desde el centro a gobernarnos. Los gobernadores sudcalifornianos, los “nativos y con arraigo” habían abusado de su pueblo. Los gobernantes del PRI, no solo en Baja California Sur, también en el resto del país había dado muestras de un desgaste que se reflejó en Baja california Sur, con gobiernos cada vez más cuestionados.

Fuera los patricios. El golpe inicial lo da Leonel  Cota, un antiguo luchador de izquierda que se afilió al PRI. Si bien jugó con las reglas del PRI, al final del gobierno de Mercado Romero, cuando en la lista de patricios sudcalifornianos le tocaba la gubernatura a Antonio Manríquez Guluarte. Tampoco miembro de la patrística sudca pero educado, subvencionado y entrenado en el PRI para continuar los gobiernos del menguado –a estas alturas- viejo capitalismo sudcaliforniano.  El PRI, que daba muestras de democratización - como patadas de ahogado- abre la elección interna en la que sale, mediante maniobras conocidas en el PRI, electo, efectivamente el Tony Manríquez, elección que no fue reconocida por Leonel Cota y que una vez que midió fuerzas en la elección interna del PRI, calculó sus posibilidades en el PRD, el cálculo fue certero y llegó, por primera vez a la gubernatura un advenedizo, diferente a la clase política que había gobernado el estado hasta entonces.

De los primeros fenómenos que se notaron con la asunción de un gobierno que no pertenecía a la patrística político-económica fue la liberalización del comercio. Empezaron abrir cadenas de supermercados –un negocio de los patricios- tiendas departamentales y transnacionales que existían en todo el país, menos en BCS porque los gobiernos estatales siempre habían encarecido, por obra del poder económico, la instalación del comercio nacional y extranjero. En cuanto abrieron los supermercados, los patricios empezaron o a vender o a quebrar.

Como bien se sabe, continuaron por el PRD Narciso Agúndez, de origen humilde en el sur del estado y luego Marcos Covarrubias, originario del estado de Jalisco y miembro de prominentes empresarios agricultores del Valle de Santo Domingo, por el PAN, mientras en el PRI se lamían aun las heridas y, al igual que en  el resto del país, el PRI se rehacía para intentar recuperar el poder perdido, en Baja California Sur, los hijos de los  patricios paceños se encuentran hoy en la línea que sus padres, alguna vez, en la exigencia de gobernadores nativos y con arraigo, se hicieron del poder.

Los patricios en busca del poder. Después de la pérdida de poder del PRI y de la modorra que invadió a ese partido, no se veían en sus horizontes quienes podían tomar la estafeta de los primeros patricios. En poco tiempo fueron dándose a conocer en el ámbito político especialmente tres miembros de la vieja clase política: Carlos Arámburo –hijo del primer gobernador constitucional, Juan Alberto Valdivia Alvarado –nieto del segundo gobernador y Ricardo Barroso Agramont –nieto del gobernador de la transición- que rápidamente escalaban posiciones. Carlos el mayor de todos con muy buen respaldo intelectual y académico, con experiencia en las grandes ligas del ministerio de hacienda;  Juan Alberto que hace sus pininos en los cuadros juveniles del PRI, ahora en el congreso local. Hijo del General Valdivia a su vez, yerno del exgobernador Alberto Alvarado y eterno aspirante a la gubernatura. Barroso Agramont, una sorpresa en la elección constitucional anterior, con mayor cantidad de votos de los que se pensaba, ahora, senador de la República

Los tres iniciaron su carrera en el PRI, el caso de Carlos Mendoza es una historia aparte. Ingresa a BCS como delegado del IMSS, cuando Marcos Covarrubias se lanza a la gubernatura por el PAN, lleva a Carlos Mendoza como coordinador de campaña. Una vez que Covarrubias triunfa en la elección, Mendoza se instala como Secretario General de Gobierno y se afilia al PAN, partido que lo llevará al senado, donde permanece.

El PAN, sin embargo, nunca ha ganado una elección por mayoría en BCS con personal propio. Un partido caótico ha sido el PAN en BCS donde parece que no hay conservadores. Por lo tanto, Mendoza está en un laberinto: es muy difícil que el PAN gane la próxima gubernatura, primero porque nunca ha ganado nada, porque el PAN está desorganizado al nivel nacional y porque una vez que el PRI ha tomado el mando nacional, saben –muy bien- como hacer ganar a sus candidatos. Es decir, fuera del PRI, Carlos Mendoza no tiene posibilidades de llegar a la gubernatura en BCS. Tendría que regresar al PRI. Otro factor es el tiempo, los  plazos se acortan cuando el periodo de gobierno actual es de cuatro años y medio.

Sin duda es Carlos Mendoza el mejor preparado de los tres patricios sudcalifornianos; Valdivia Alvarado, es joven y apenas ha iniciado su carrera política, seguramente tendrá que rodar más en el ámbito priista, mientras Barroso es el menos preparado –desde punto de vista académico- pero tiene ante si una oportunidad únicamente explicable por su buena suerte. Sin experiencia en las lides políticas, se hizo presidente del PRI estatal cuando dicha presidencia era una papa caliente, junto con Estela Ponce, impulsaron un priismo que agónico en BCS, tuvo la oportunidad de salir adelante gracias a los magnos errores del PRD que había gobernado el estado. Sin candidatos en la elección que enfrentaba a un perredismo dividido y a un PAN desangelado, es el propio Barroso quien encabeza, como candidato a gobernador, la representación priista. El resultado fue sorpresivo, desde entonces, la buena estrella de Barroso no se ha apagado, tan buena como la de su abuelo, que de la nada llegó a ser gobernador.

A Valdivia Alvarado lo persíguela sombra de su padre, un militar retirado que ha sido víctima de su propia disciplina militar. El General ha sido criticado como indeciso cuando sus partidarios lo impulsaban a luchar por la candidatura, especialmente contra el Tony Manríquez cuando perdieron el poder los priistas y los patricios en BCS. Algunos no le perdonan tal pérdida.

Conclusión. De cualquier manera, en circunstancias muy diferentes, mucho más complicadas que cuando solo esperaban la señal para convertir el territorio en estado, para –en automático- hacerse con el poder, los patricios sudcalifornianos están de vuelta aunque ya sin poder económico, en un ambiente más democrático, con más competencia; en una ámbito demográfico distinto donde a nadie le interesa, nadie recuerda aquella frase, aquella consigna que enarbolaron para hacerse de los derechos patriarcales al poder en BCS. Un poder que luego desperdiciarían debido en buena parte, a la ambición patrimonialista de los políticos, a la mengua de su poder económico, a su incapacidad para cambiar.

Hoy tendrán que mostrar capacidades y no tanto el pedigree.

lunes, 25 de marzo de 2013

LA RESTAURACION DEL PRI EN BCS

Introducción. La asunción de Peña Nieto y de los viejos priistas que lo acompañan en importantes carteras tiene sus muchas repercusiones en la vida política de BCS, el priismo estará mas vivo, mas actuante y es muy probable - por la impaciencia, por estrategia futurista,  quizás-  que el gobierno neopanista panista actual empiece la incorporación en puestos clave de la administración estatal, a los priistas que van a despejar el camino a los que vienen.

Ayuno de dos sexenios en el plano nacional, tres en el estatal, el priismo ha cobrado una fuerza tal que el azul panista que pintó el estado en los inicios del actual gobierno, empezará a palidecer comparado con el tricolor del presupuesto que viene del centro del país y que hoy administra el PRI.  La capacidad camaleónica del gobierno de Covarrubias tendrá que sacar a relucir las virtudes priistas que le acompañan, será necesario enseñar el ADN familiar -que no miente-  y que el neopanismo y el viejo –casi olvidado- perredismo no han sido más que anécdotas de una carrera política.

Antecedentes. Cuando el PRI empezó a declinar tanto en el país como en BCS, se entendía que era todo un sistema, toda una era la que estaba terminando. El golpe final sería  en 1999 cuando el leonelazo sorprendió al partidazo que todo lo ganaba y en el ámbito nacional Fox,  al siguiente año, se había montado en un carisma que parecía que el PRI se borraba de la faz de la tierra. El priismo parecía herido de muerte y por primera vez en más de setenta años, el país, el estado podían vivir sin el sistema que edificó toda una manera de ser, de gobernar y de invadir todos los ámbitos de la vida política, económica, social y hasta personal.

En BCS los priistas pasaron a formar una minoría silenciosa, acostumbrados a vivir dentro del presupuesto, una gran cantidad de priistas enseñaron su lado izquierdista y ascendieron de la mano de los neoperredistas; otros, perseguidos por el nuevo gobierno se fueron de la entidad o simplemente hicieron mutis; otros pactaron con el nuevo régimen y a los que peor les fue, cayeron a la cárcel. Los encarcelados el exgobernador Mercado Romero y el exsecretario general  Raúl Antonio Ortega, parecían apestados para el resto de los priistas que estaban acojonados ante la furia de Leonel Cota y sus jacobinos más cercanos.

No había trabajo para los priistas que no agacharan la cerviz y suplicaran su inclusión en el presupuesto del nuevo gobierno. El panorama era desolador para los priistas de convicciones, para el que se negaba -a pesar de las necesidades-  ir a suplicar, ante los nuevos señores, el sustento diario.

De Sudcalifornia a Atlacomulco. Algunos priistas con relaciones en otros estados fueron a parar con cargos medianos a Nayarit, Sinaloa, Sonora, algunos de los que se acomodaron en administraciones fuera del estado mostraron cierta solidaridad con sus correligionarios y los invitaron a colaborar con ellos. Hubo otros, que por caprichos del destino, la diosa fortuna, el azar o los caminos inescrutables del destino, en medio de su infortunio, encontraron trabajo en el Estado de México, se enrolaron en las sociedades políticas de Atlacomulco y algunos se quedaron y a otros los jalaron las nostalgias de la tierra y se regresaron en medio del neoperredismo imperante.

Muchos de aquellos transterrados priistas sudcalifornianos al Estado de México, que se fueron con la cola entre las patas, pronto aparecerán en al escena nacional con envidiable hueso  o harán la entrada triunfal por la puerta grande del terruño; otros, los que aquí permanecen y que alguna vez se engancharon en las entretelas de Atlacomulco y puntos intermedios, andarán recordándole al oído a los mexiquenses del gobierno nacional de Peña  Nieto, sus ganas de colaborar en el “proyecto” y si es a bordo de una delegación federal, mucho mejor.

El regreso del PRI a la presidencia, todo parece indicar que se aparecerá en forma de Delegación Federal que hoy se disputan, especialmente, los priistas que alguna vez  se salvaron del desastre leonelista en el Estado de México hace poco más de doce años. Quien lo iba a decir que a su lado se gestaba el presidente que le regresaría al revolucionario  … e institucional la joya de la corona, su razón de ser.

El recuento de los años. Lejos están aquellos tiempos de la persecución leonelista;  de despertarse sin edificio sede convertido en albergue; de avergonzarse de la ideología revolucionaria mexicana y exhibir la bolchevique para ser aceptado en el nuevo gobierno;  de los titulares venenosos con el prócer priista tras las rejas, de esconder la guayabera y de negar mas de tres veces la pertenencia al revolucionario. Pronto verían en el plano nacional que había vida detrás del panismo foxista y mucho más con el de Calderón. Que con Leonel fuera del estado y el Estado en manos de Agúndez, las pifias, los errores en el arte de gobernar podían ser aprovechados por quienes gobernaron setenta años el país que se las sabían de todas-todas. Pronto constatarían que el neopanismo de Covarrubias no es más que un tigre de papel. Poco a poco, fueron escalando y primero fue una presidencia municipal allá, una diputación acá para, al cabo de dos sexenios, encontrar que tienen la presidencia nacional y poco falta para estar de nuevo, en primer plano, en la cúpula del poder en el estado.

En BCS el priismo pudo revivir cuando los neoperredistas, enfrascados en la lucha por el poder, desorganizados y enfrentados por los cargos públicos y los dineros del estado,  obraron el milagro del regreso del PRI. Los neoperredistas cometieron los errores que el PRI nunca cometía, precisamente porque para eso estaba el partido y el jefe nato, para administrar las ambiciones, esa era su gran fortaleza.

Leonel, Narciso, Covarrubias, Luis Armando y demás personajes del PRD gobernante, cada uno de ellos tenían su “proyecto”. Así las cosas, la candidatura de Barroso Agramont apoyada por  el grueso del priismo que quedaba, deslumbró en medio de la confusión neoperredista, el PRI podía reinventarse y brillar entre los partidos que nada ofrecían a sus votantes. El PAN buscaba a quien venderle el logotipo porque ningún panista tenía la capacidad para competir por la gubernatura. En cambio el PRI conservaba la fuerza territorial, la redes ciudadanas, la identificación y las despensas que siempre han funcionado. Pronto regresaron los comités seccionales y la antigua organización que llevó a Estela Ponce a la presidencia municipal de La Paz y luego a otros al senado.

Antes de completar los tres sexenios fuera del poder estatal en BCS, el PRI ya ha conquistado casi la mitad del congreso local, tiene senadores de la República y dos presidencias municipales, entre ellas la capital. Nada mal para un partido que estaba en desgracia y arruinado hace catorce años. En estas condiciones y la presidencia de la República, es decir, con “jefe nato”, es cuestión de tiempo para tener el próximo gobernador priista.

Pena Nieto y BCS. El gobierno  estatal actual, sus componentes, no son especialmente políticos de convicciones ideológicas, de pensamiento político diferenciado, podremos observar como se empiezan  a plegar –como priistas de toda la vida-  a las políticas de Peña Nieto y al mismo tiempo, como los priistas van a empezar a remontar un gobierno que empezó siendo panista.

El golpe que temían los panistas de viejo cuño, los que creían que habían vendido el alma al diablo cuando decidieron empeñar el partido a Covarrubias y socios, ya está en marcha. Es posible que el priismo llegue al final del “sexenio” de cuatro años y medio con más colaboradores del PRI que del PAN como parte de la preparación para conquistar el poder, de nuevo, en BCS.  Cada cambio en el gobierno, cada renuncia y renovación del gabinete y puestos claves en el poder estatal, serán ocupados por priistas. Aparecerán en el  Palacio de Cantera, ya sin ambages, las guayaberas y las formalidades del abrazo estridente y las viejas formas de hacer política.

El regreso. La gran fortaleza del PRI, sin duda, fue su capacidad para mantenerse unidos a una idea. Los políticos priistas que tienen la posibilidad de ascender al poder estatal son aquellos que nunca desistieron de su pertenencia al partido. Cuando otros cambiaron de partido, cuando algunos priistas se vieron fuera del presupuesto montaron en pavor y se entregaron a Leonel Cota, Agúndez o Covarrubias, los priistas verdaderos, muchos de ellos, regresaron a su antigua profesión y abrieron sus consultorios, sus oficinas, sus bufetes y hasta hicieron de restauranteros, rancheros o profesores mientras pasaba el aluvión.

Muchos de ellos están en camino a una delegación federal  -por lo menos- y como dice un afamado lugar común en el periodismo sudca: -pronto serán noticia-

El tránsito al poder estatal ya se está cocinando en las figuras de Estela Ponce y Barroso Agramont, sin embargo, con Peña Nieto en el poder y dos años que faltan para las próximas elecciones generales estatales, las cosas pintan de lo mejor para el PRI, sobre todo porque los otros dos partidos grandes, están desfondados,  sin identidad y sin militantes. El PRI ha regresado a los viejos tiempos, cuando desde el centro se designaba a quien sería el próximo candidato y por lo tanto, el próximo gobernador.

Si bien es difícil –porque las circunstancias han cambiado- intentar la restauración del poder, lo que veremos será algo muy parecido al viejo PRI y a su manera de administrar el poder: desde arriba, con disciplina y con sentido de grupo, algo que no han tenido los gobiernos que los sustituyeron a lo largo de estos tres sexenios que ha estado el priismo fuera del poder.

El  dinosaurio nunca se fue. Veremos por ejemplo, de nuevo, como flash back, recibir al candidato en el aeropuerto, con mariachis, con porras, con mantas de apoyo proveniente de los sectores, con guayaberas limpias, blancas; a ruidosas lideresas de colonia y políticos dispuestos a recibir los atronadores abrazos de aquellos que perdieron y de los que ganaron, sin el énfasis del triunfo unos, ni los pucheros de la derrota, los otros. Así fueron siempre y esa manera de ser, esa manera de llevar un país, un estado; esa forma de entender  la política les proporcionaron setenta años en el poder.

El neopanismo sudcaliforniano en el poder tendrá que hacer una brecha, perder algo de soberanía en beneficio de los priistas que hoy tienen mas poder que antes y en beneficio de funcionarios, políticos oportunistas como los diputados independientes del congreso local que estarán deseando hacerse dependientes del PRI y de los chicos de Atlacomulco, algunos neopanistas serán mas priistas que aquellos que –en las vacas flacas- se encargaron de alimentar al dinosaurio que nunca se fue.

Arturo Meza Osuna. artmeza55@hotmail.com


(Publicado en la revista mensual "Análisis" que dirige Bertoldo Velazco

TRES SENADORES TRES

 
Antecedentes. Entre más se profundiza en la conformación democrática mexicana  -en esta ya larga transición- más se nota la inutilidad dela Cámara de Senadores. Una institución surgida y al parecer, necesaria en otras épocas –tiempos de guerra- cuando se tuvieron que decidir asuntos vitales en relación con otros países. En la actualidad, el senado solo ha servido para ampliar la actividad de los políticos, reciclar vejestorios y mantener en funcionamiento una institución que no puede justificar su existencia en un mundo democrático donde, en casi todos los países, tiende a desaparecer o a revalorar su actividad.
Entre las escasas funciones que tiene el senado están las de ratificar o rechazar procuradores, ministros de la Suprema Corte y encargados de órganos autónomos; ratificar representantes extranjeros, revisar tratados internacionales y no mucho más. En ninguna parte de la ley orgánica se contempla la gestoría a la que se entregan de tiempo completo nuestros senadores. La actividad legislativa, la hace la cámara de diputados y debería ser suficiente.
Por lo tanto, se puede observar que los senadores, que siempre serán demasiados,  mucho más para un estado de alrededor de medio millón de habitantes como es Baja California Sur, se dediquen a la promoción de sus personas en el intento de mantenerse en el ánimo del ciudadano en la actividad que llaman de “gestoría”, una faena a la que se pueden dedicar de tiempo completo, en buena parte porque no tienen mucho que hacer en una institución que ya tiene escaso juego político, ya que el grueso de la labor legislativa recae en la llamada cámara baja.
Como se sabe, cada estado tiene tres senadores, sin importar la densidad demográfica ni la amplitud del territorio, en nuestro caso: Carlos Mendoza, Isaías González Cuevas y Ricardo Barroso; el primero del PAN, los otros dos, del PRI que trajinan por el estado en busca de reflectores que los acerquen a las instancias de poder y al populacho del que espera sus votos para las próximas aventuras políticas.
La antesala. Desde que BCS se convirtió en Estado, mientras el PRI mantuvo su jettatura nacional,  la mayoría de los gobernadores provinieron del senado (Alvarado, Liceaga y Mercado), después, cuando el PRI perdió el poder nacional –y local- los gobernadores provinieron de la Cámara de Diputados (Leonel Cota, Narciso Agúndez y Marcos Covarrubias). Una vez reinstalado el PRI –con Peña Nieto- en el concierto nacional, uno de los intentos de restauración del viejo poder priista se puede observar en el juego que hoy tienen los senadores en la búsqueda de la gubernatura. Para eso se alistan tanto Isaías González, Ricardo Barroso y Mendoza Davis, mientras los diputados se mantienen en segundo plano.
Un repaso leve y superficial de los últimos días del mes de enero del año en curso a la información diaria, da cuenta de que Isaías González hace esfuerzos sobre humanos para conseguir que desde las instancias federales se emita una declaración de zona de emergencia agrícola por las heladas próximas pasadas, a esta labor se le agrega Ricardo Barroso y sus respectivos entornos se encargan de tales actividades aparezcan todos los días en los medios de comunicación; Carlos Mendoza –que no se queda atrás-anda en una gira para agradecer a los ciudadanos que votaron por él con la consigna repetitiva de volver con quienes lo votaron; Barroso, por su  parte, también se da tiempo para atender labores partidistas, anda de gira por municipios del vecino estado de BC donde su partido lo ha nombrado delegado especial en Tecate –o algo así- cargo que presume en cada medio de comunicación local que tenga a bien publicarlo.
Mendoza Davis se ha dedicado, en su gira de agradecimiento, a llevar cobijas, cobertores, chamarras a los habitantes de diversas localidades; a los niños, dulces y golosinas. Barroso también ha anunció que llevaría a cabo un diplomado en Harvard, sin mucho detalle acerca del evento académico, excepto que va a USA a  estudiar la problemática (sic) mexicana, poco después -diez días- apareció la noticia que Barroso concluyó el diplomado. En efecto, un muy corto diplomado.
Isaías González por su parte, anda ocupado en las lides sindicales de la CROC, de la que es dirigente nacional, el senado es parte de las cuotas que se asignan a esa central obrera, por lo tanto, su trabajo está ahí y quizás, por su edad, la gubernatura de BCS le queda más lejos.
Declaraciones. Son de antología las declaraciones de estos senadores que deambulan entre el DF y Baja California Sur, como se podrá ver con una leve revisión de informativos recientes. Dichas declaraciones son de lo más generales, inespecíficas porque nada tienen que hacer en el senado, así que se dedican a “apoyar” en las gestiones del gobierno estatal con el poder federal o de los ciudadanos sudcalifornianos con los diferentes niveles de gobierno locales. Una muestra: “Quienes recibimos el voto popular, independientemente del partido al que pertenezcamos o nuestras posturas ideológicas, tenemos que responder con resultados, y lo menos que se espera de nosotros, es que podamos establecer acuerdos, consensos y trabajar siempre en beneficio de la gente” (Carlos Mendoza, 30 enero 2013). Como esta otra de Barroso Agramont: El compromiso de los senadores del PRI es que a México le vaya bien (enero 24, www.oem); o Isaías González quizás con la declaración mas solemne: "No soy un senador de la república más, soy un representante de Baja California Sur en el Senado de la República,(…) Será la próxima semana cuando se lleve a cabo el primer evento donde la academia, los empresarios, los trabajadores, la clase política y la población en general serán convocados a cada uno de ellos". 
Las comisiones. Aunque al llegar al senado, cada uno de sus integrantes se incorpora, según perfiles e intereses- a algunas de las comisiones, tal incorporación sirve, en lo sucesivo, para mantenerse en un punto de mira y hacer un trabajo de representación. Por ejemplo Isaías González está adscrito a las comisiones de Vivienda, Turismo, Seguridad Social y Trabajo, como corresponde a un líder obrero; Barroso en las comisiones de Medio ambiente, Justicia y Puntos Constitucionales, quizás por su calidad de abogado, además preside la de Marina, quizás por ser de un estado con extensos litorales; Carlos Mendoza en Hacienda, Seguridad Social, Justicia y Medio Ambiente, por su experiencia en el IMSS y en Hacienda. Igual que todas sus funciones, las comisiones tienen muy bajo impacto en la vida política mexicana. Funciones como “organizar foros académicos”, “aprobar o desaprobar leyes” .que hace la cámara de diputados, obviamente y otras menos interesantes. Es decir, los senadores pueden dedicarse a buscar la gubernatura y en eso andan
Conclusión. La actividad de los senadores es más una especie de embajada del gobierno del estado en el DF, políticos profesionales cuya función es inespecífica, que dondequiera se pueden meter y no tienen responsabilidades en ningún rubro de la vida política, para los senadores todo es ganancia porque no se comprometen con nada. Sin embargo, es un excelente escaparate.
Un político abusado –como suelen ser- le puede sacar un gran provecho a los años en el senado porque le da la posibilidad de promoverse, de llevar regalos a las comunidades, de salir en los periódicos, de hacer declaraciones pomposas, pero sobre todo, enfocar sus baterías, como en el caso de nuestros senadores, sobre la gubernatura, su mas caro anhelo. Poco falta para que la lucha por la gubernatura aumente su intensidad y ellos, tienen muchas posibilidades, tiempo y una excelente exposición
Es posible que Isaías González, por su edad- se descalifique –o lo descalifiquen- para intentar llegar a la gubernatura, lo que deja a Ricardo Barroso y a Carlos Mendoza en una lucha a la que se sumará, seguramente Estela Ponce por el PRI, mientras que por el PAN no parece que Mendoza Davis pueda tener un rival de cuidado.

Nuestros senadores están en campaña y cada paso, cada declaración, cada movimiento, está destinado a llegar, dentro de un año y poco más, bien posicionado para aspirar a la gubernatura de BCS.
Despues de recuperar la contraseña y encontrar el tiempo para atender, en la medida de las posibilidades, este blog, volvemos a publicar, asunto de política sudcaliforniana, según la visión de un ciudadano como cualquiera, poco a poco volveremos a tomar el pulso y a revivir este blog que algun día fue esplendoroso, colmado de seguidores y faro del pensamiento político, social y económico de los sudcalifornianos.
Mejoran las condiciones de salud, sobre todo el ego -como podrán ver arriba- mejora el estado anímico -como podrán constatar-. Invitamos a nuestros antiguos lectores a sintonizar www. bajapaz.blogspot.com.
Gracias.
Arturo Meza Osuna y sus muchachas

domingo, 24 de marzo de 2013

NARCISO AGÚNDEZ: DE POLÍTICO PRESO A PRESO POLÍTICO


 

Antecedentes. Cuando se llevaron a cabo las últimas elecciones generales del estado y se conjeturaba quien ganaría y quien quedaría aquí y allá, se daba cuenta de la extraordinaria maniobra de Narciso Agúndez para procesar su sucesión de manera que, ya exgobernador,  quedara a salvo y protegido por la nueva configuración en el gobierno de BCS. Según los enterados, Narciso había impulsado a Luis Armando Díaz, un viejo compañero de lides políticas, brazo derecho y amigo, quien había acompañado a Agúndez como Secretario general de Gobierno tanto en el gobierno municipal de Los Cabos como en la gubernatura, un hombre de su entera confianza , sin duda.

Pero una vez emprendida la campaña, Luis Armando Díaz no dio muestras de ser un candidato que pudiera ganar la elección, mientras Marco Covarrubias, a quien habían despreciado en el PRD, ya se había pasado al PAN y empezaba a encabezar las encuestas. Covarrubias  a su vez, había sido impulsado por Narciso Agúndez a la diputación federal una vez que terminó su responsabilidad como presidente municipal de Comondú. Imposible pensar que Covarrubias alcanzara la candidatura primero y después la diputación sin el apoyo de Agúndez Montaño. Dicho pacto se cerró con un fuerte apretón de manos y un estruendoso abrazo que recogieron las cámaras para eternizarlo en You tube en donde Covarrubias Villaseñor expresa una gratitud enorme a Narciso Agúndez por su apoyo.

Se supone que cuando Narciso Agúndez y el PRD entendieron que no ganarían la gubernatura con Luis Armando Díaz, que sería Covarrubias el  elegido en las urnas, desde el gobierno del estado salieron recursos para apoyar a Covarrubias vía el secretario de Finanzas, el cual mantenía excelentes relaciones con Covarrubias. Se mencionaban favores personales del secretario de Finanzas con el ahora gobernador además del apoyo abierto y espléndido no obstante ser parte del círculo íntimo de Narciso Agúndez. Así, de esa manera, el exgobernador Agúndez se cubría el otro frente. También se suponía que el propio PRD junto con Agúndez, negociaron desde el centro del país, el triunfo de Covarrubias, que sacrificaron a Luis Armando Díaz dejándolo sin recursos mientras estos fluían a la campaña de Covarrubias. Así lo entendieron la mayoría de analistas políticos de la entidad.

La caída en desgracia. Si la maniobra de Narciso Agúndez era una estrategia maestra, ¿Qué fue lo que salió mal? ¿De dónde vino la decisión de acusarlo y meterlo a la cárcel?

 Habitualmente cae a la cárcel el político en desgracia, casi nunca nadie cae en el ejercicio del poder, entonces,  siempre caen los ex presidentes, exgobernadores, exdiputados etc.  Por lo tanto, para meter a la cárcel por mal uso del poder a un político se requiere de voluntad –política- de quienes en ese momento ejercen el poder.

Es difícil de creer que un responsable y servicial funcionario de gobierno que monitorea los bienes inmuebles del estado, un día se dio cuenta que había algo irregular en terrenos de Los Cabos, que estos habían sido vendidos a un costo muy inferior al real, que una vez investigado el misterioso asunto dio con los culpables. Así, raudo y valiente, como ciudadano ejemplar se apersonó ante el ministerio público para presentar una demanda contra “quien resulte responsable”,  culpables del despojo al estado. Por su parte, el ministerio público, comprometido y solidario con la ciudadanía y los bienes que corresponden a la patria, dieron curso de manera “rápida y expedita” a la demanda del  ciudadano ofendido; el Procurador de Justicia, sin importar el linaje ni los galones de los acusados investigó de manera impecable –e implacable-  el delito que concluyó con Narciso Agúndez y Porras en el bote.

Cuesta creer una versión como la anterior. Es más fácil imaginar que un ciudadano comprometido con su trabajo va a acusar de peculado a un ex gobernador y por las instancias justiciaras que va pasando, la gente, los funcionarios se atacan de risa. Pero esta vez no pasó así. Gamil Arreola –el llamado “abogado del estado”- celoso de su deber, convertido en un paladín patriótico, en un severo guardián del bien común procede a mover la maquinaria dela representación pública y consigue, con sus inapelables investigaciones meter a la cárcel no solo al exgobernador, sino también a su secretario general de gobierno Alfredo Porras.

La Patada de Narciso Agúndez. No es que sea increíble que existan funcionarios lamidos y rateros, es que sabemos que la ley es selectiva en estos asuntos donde se involucran a los políticos. En el caso de Narciso Agúndez, se sabía de sobra su afición casi patológica a hacerse de terrenos valiosos. Pero en el terreno político, ya ex gobernador, maniobró para pasar al  Partido verde Ecologista y de esa manera impulsar al candidato del PRI, al igual que el grupo político Los Cabos. Pretendía ligar una senaduría o el fuero que conlleva el cargo.

Entre las escasas apariciones públicas de NAM ya exgobernador,  está la “patada” que propinó a un letrero de El Coromuel: diez días antes de su aprehensión apareció en los medios que Narciso Agúndez, al pasar por El Coromuel –que fue rehabilitado en su sexenio- propinó una tremenda patada a un letrero porque el tal anuncio prohibía los clavados, cuando el guardia acudió ante el estruendo, Agúndez lo recibió con esta expresión: Dile al puto de Covarrubias que yo lo hice, y que voy a seguir viniendo y si vuelvo a ver otro letrero lo voy a venir a quitar”. (Colectivo Pericú, 17 de mayo, 2012).

Casi dos semanas después, NAM era aprehendido en Monterrey con lujo de movilizaciones policiacas y trasladado esa misma noche en un avión de la PGR a los separos de la PGJE, Alfredo Porras ya lo esperaba  acusado de los mismos delitos: abuso de autoridad, peculado, coalición de servidores, falsedad y coparticipación en conductas ilícitas de funcionarios públicos relacionados con la enajenación de predios en el municipio de Los Cabos. Por tales delitos ya había sido inhabilitado desde diciembre del 2011 por la Contraloría Estatal, para ocupar cargos  públicos. Es decir, las iras contra NAM se materializaban en acciones que parecían justicieras, apartadas de las valoraciones políticas y eso es lo que declaraba el procurador estatal, que la política nada tenía que ver en el asunto. Algo que nadie cree.

Con Narciso Agúndez detrás de las tejas culminaba el episodio de la patada al letrero en El Coromuel.

Narciso Agúndez, ¡a la reja!. La mayoría de los ciudadanos se alegran de ver a un político detrás de las rejas. La historia de abusos de los poderosos en un país como el nuestro es prolija, abundante. No importa de que partido, ni sus convicciones, ni su carta de vida. Aun si se considerara inocente, es posible que así, de cualquier manera habría cierto complacencia popular de ver, a quien lo tuvo todo, quien amasó un poder indiscutible durante seis años, hoy sin poder, sin los lambiscones habituales, sin credibilidad, se encuentre enfundado en uniforme reglamentario del Cereso. Una imagen que embelesa al populacho.

Ya en la cárcel se rumoraba y hasta se publicaba en periódicos nacionales –Excelsior- que Narciso se daba vida de pachá en el penal; que atendía tanto personal externo como interno; que tenía, en suma, demasiados privilegios, algo que los responsables del penal, por supuesto negaban. Para la mayoría de los ciudadanos si bien se deleitaban con la imagen de NAM en la cárcel, también suponíamos que saldría en breve, que las condiciones habrían cambiado con el cambio de presidente y solo faltaba saber las maniobras para extraer de la cárcel a un político acusado de haberse robado 55 millones de pesos en unos terrenos que se autovendió a precio de saldos.

De cualquier manera fueron siete meses los que Agúndez y Porras purgaron en la cárcel. Cuando llegó diciembre, la cosa surgió a modo de rumor. Pronto saldría de la cárcel el exgobernador Agúndez como en efecto sucedió el 15 de diciembre envuelto en un batuburrillo legal que nadie ha sabido explicar bien a bien.

Ley a la carta. Siete meses estuvieron Narciso Agúndez y Alfredo Porras en la cárcel, se suponía que saldrían –como todos los políticos- mediante una fianza millonaria dada la naturaleza de las acusaciones. No fue así, salió NAM con el pago de una ridícula multa de 31 mil pesos. El único que mostró su descontento en el gobierno de Covarrubias fue el procurador  del estado quien con el rostro desencajado acusaba al juez Sergio Aguilar, a quien dijo “se integrará una averiguación previa contra quien resulte responsable” o sea, el Juez y agregó; “toda vez que se violaron los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia” en la administración de justicia.

Cuando la muina del procurador se acendraba, ya Narciso estaba declarando que era, en efecto un preso político y para más muina de sus encarceladores, dijo también que seguiría luchando en favor de los mas desprotegidos, o algo así, como si fuera un paladín, un mártir de causas sociales encarcelado injustamente. Por su parte, el Juez Aguilar ponía el grito en el cielo y acusaba al procurador de hacer declaraciones infundadas y que si no  le gustaba su resolución, que había otras instancias de apelación. El ex gobernador era recibido por sus leales con gritos de ¡si se pudo! mientras aclaraba que estaba libre gracias a la justicia federal, no por la estatal. Gamil Arreola y sus jefes quedaban con un palmo de narices.

La maniobra legal estuvo en lo que llamaron la reclasificación del delito, es decir, convertir un delito que no admite fianza en uno menor, tan menor que salió por un poco mas de 30 mil pesos, aunque luego se filtraría que ni siquiera eso pagó el exgobernador.

Conclusión. El gobierno y Agúndez. Si el gobierno estatal que dirige Marcos Covarrubias obró para meter a la cárcel a Narciso Agúndez es imposible saberlo, lo cierto es que se usó la procuraduría a cargo del ejecutivo estatal. Un ejecutivo estatal que tiene que negociar –quiera o no quiera-con el presidente municipal de Los Cabos –el municipio mas poderoso del estado- y jefe de un poderoso grupo político que está a punto de pasarse al PRI. Seguramente el cambio en la presidencia de la República ha sido un duro golpe para Covarrubias y asociados y por tal razón han tenido que soportar la argucia legaloide que pone a Narciso en la calle

Si es cierto lo del fraude al estado por 55 millones de pesos, el negocio de Agúndez y secuaces es redondo. Si bien era difícil de creer que la denuncia de un funcionario de medio pelo metiera a la cárcel a un exgobernador, también es difícil de creer que la decisión de un juez –así sin más- lo libere de la cárcel.

Todo el lance de entrada y salida de Narciso Agúndez parece ser una faramalla orquestada desde el poder estatal y sus pulsos contra uno de los grupos políticos del estado. La confusión legaloide es el principal aval de los implicados en el caso: acusadores y defensores; encarceladores y liberadores. Ninguno, ni Narciso Agúndez ha explicado a la ciudadanía su situación legal exacta y las verdaderas causas que lo llevaron a la cárcel; ni el gobierno estatal ha explicado los posibles errores en la integración de la averiguación o los puntos débiles de la acusación que hoy tienen a Narciso libre.

Por lo pronto, la procuraduría a cargo de Gamil Arreola parece ser la más damnificada en un pleito político que hoy parece empatado: si bien NAM salió libre, también le propinaron siete meses en la cárcel y de escarnio público. Falta demostrar por unos que NAM es un político preso y que NAM demuestre que en efecto, es un preso político.

martes, 5 de junio de 2012

ELCASO DE LA ROSA Y LA VOLATILIDAD POLÍTICA

Introducción. El caso De la Rosa es un asunto, que de muchas maneras explica, describe, quizás hasta defina el momento político actual de BCS: una mezcolanza de personalidades, grupos, partidos e intereses que hacen difícil entender quienes son los que gobiernan, cuáles son sus capacidades y sus intenciones mas allá de las apariencias y del discurso políticamente correcto. El análisis del caso Arturo De la Rosa puede servir para acercar un poco de luz a la opacidad que, detrás de las formas, se tejen en la tenebra política sudcaliforniana.
Arturo de la Rosa es miembro de una familia de 6 hermanos, todos, de alguna manera, incrustados en el poder político. Su padre, un líder obrero de los sectores del PRI, mantuvo la hegemonía de su liderazgo en el municipio de Comondú, a su muerte, los hijos tomaron cada quien su derrotero, el cual vino a conducir la revuelta de Leonel Cota en 1999. Algunos de los De la Rosa apasionados de las carreras off road, se hacen llamar el “Team De la Rosa”, lo que sugiere un equipo, aunque dispersos por todo el organigrama gubernamental, es obvio que funcionan, efectivamente, como un clan. Así, en clan acudieron al llamado de Leonel Cota y en un santiamén tenían al Team de la Rosa transfigurado en izquierdistas, en los lugares que el PRI les negó –como todos los priistas que suponían mejor suerte para sus capacidades-

Los De la Rosa abogados, en la procuraduría; los profesores en la SEP y así, el team fue adquiriendo notoriedad con la administración leonelista y mucho más con la de Narciso Agúndez, especialmente Arturo quien había participado con el entonces gobernador en el municipio de Los Cabos. En esa administración alcanzó la diputación local, de una legislatura que pasaría a la historia por nefasta.

En el congreso. Presidente de la Gran Comisión, Arturo de la Rosa mantenía comunicación directa con Agúndez Montaño y era, por sus antecedentes, el gran pastor de la variopinta legislatura. Asimismo se preparaba para dar el salto a la alcaldía de Los Cabos aunque, los obstáculos a vencer eran mayúsculos, el hermano del gobernador –Antonio- también deseaba la posición. De la Rosa, experto en amores filiales, sabía que su cometido era imposible. Aún así, maniobró desde la Gran Comisión para hacerse de la preciada alcaldía.

Poco antes de terminar la legislatura, un grupo de diputados denuencian un fraude que valoran entre 6 y 8 millones de pesos cometido por Arturo de la Rosa –y otros diputados del PRD- . El vocero del grupo es el Prof. Katzenstein de Nueva Alianza, aunque el grupo lo conforman también diputados del PRI y del PAN quienes presentan como cuerpo del delito una serie de facturas pagadas por la Cámara de diputados. Entre los recursos que suponen las facturas se encuentran: canastas navideñas, grupos musicales; papelería y gastos a comprobar por más de dos millones de pesos; forrajes, artículos para la construcción, pago de colegiaturas, pago de servicios médicos particulares, reparación de vehículos, carne asada por mas de 200 mil pesos y muchas otras adquisiciones impropias de una cámara de diputados. Daba la apariencia que alguien en el congreso se despachaba a su gusto sin fiscalización alguna. Los diputados acusadores presentaron ante la prensa dichas facturas y culpaban a Arturo de la Rosa, de usar los dineros de la Honorable para provecho personal.

Si quien consumía todas aquellas facturas era De la Rosa, después se sabría con la investigación que montaría –como todo hacía suponer- el ministerio público. Existe en el portal que el Congreso tiene en internet un apartado destinado a transparencia, hay además lo que se conoce como Oficina de Fiscalización del Estado y por la calle Félix Ortega esquina con Rosales, un segundo piso que se anuncia como Dirección de Finanzas del Congreso del Estado. Con tantos filtros e instancias de vigilancia y transparencia, supondría el ciudadano común y corriente que pronto se sabría la resolución de la demanda que acusaba a De la Rosa. No fue así.

Cambios de partido. Han pasado más de veinte meses de la denuncia LPZ/93/SPB/2010,  en ese tiempo, el cotarro político sudcaliforniano se ha movido tanto que la denuncia a De la Rosa quedó, por un tiempo olvidada. En ese tiempo, De la Rosa dejó de pertenecer al PRD, se cambió al PAN, junto con Covarrubias,  – entre los políticos mas conocidos. De tal manera que la acusación a De la Rosa la hacían sus propios correligionarios. De la Rosa se prepara para, en el aventón de Covarrubias, arrebatarle la alcaldía de Los Cabos a Antonio Agúndez, pero no tiene la misma suerte del ahora gobernador. Pierde la alcaldía cabeña y todo parece perdido, pero no es así, un De la Rosa perdidoso y con serias sospechas de su honorabilidad, es reclutado por Covarrubias como Secretario Particular. Su estrella relumbra nuevamente y lo que parecía el tobogán de la ignominia, se convierte en una rueda de la fortuna –ahora panista- que revive los gloriosos días en el PRD. Obviamente de la denuncia –de los 8 millones- nadie habla nada. De la Rosa se encuentra en el bando de los ganadores, en el bando del gobernador, en el bando de los neopanistas.

Otro cambio fundamental sucedió en la asesoría legal de los denunciantes, el Lic. Daniel Gallo R. es ahora Presidente del Tribunal Superior de Justicia.

Mientras de La Rosa se mantuvo a la derecha del gobernador, su honorabilidad se mantuvo también incólume, pero inquieto, con ambiciones, el exdiputado perredista es impulsado por el neopanismo para contender por la diputación federal por el segundo distrito. Claro que sabía que sus enemigos políticos sacarían a relucir el tema de los 8 millones birlados en el congreso. Ni la fiscalización, ni las transparencias, ni la contaduría del congreso hasta entonces han dicho nada, pero la demanda está puesta, algo tendrían que hacer los panistas para limpiar el nombre de su candidato.

Panistas contra panistas. Pero el PAN no es un partido homogéneo, aunque las trifulcas panistas son mas veladas que las perredistas, también las hay, especialmente entre los doctrinarios, los de larga data, los de rancio abolengo y los neopanistas; los que entraron con Covarrubias procedentes de otros partidos y que se han quedado en la administración bajo el membrete del PAN. Ante los neopanistas poco pueden hacer los panistas añejos, sobre todo cuando ya les repartieron las posiciones que se merecían por haber prestado las siglas. El nombramiento de De la Rosa pues, cayó como un balde de agua fría a varios panistas que creían que esas posiciones eran suyas, fue el caso de Miriam Muñoz y otros panistas afines para quienes la nominación de De la Rosa era una vergüenza. Sin trabajo político en el PAN, acusado de malversar fondos del congreso y sin poner en claro su situación legal, las alarmas se encendieron en el PAN y en el gobierno del estado.

Miriam Muñoz montó una huelga de hambre que puso en peligro su integridad física. Apoyada por panistas de toda a vida sin cargo en la administración de Covarrubias, la vieja guardia reaccionó contra la candidatura de De la Rosa, solo que dicha candidatura tenía fuertes apoyos del propio gobierno. Tocaba a los panistas del congreso, es decir, los antiguos acusadores, hacer hasta lo imposible para limpiar el nombre de De la Rosa, su candidato a la diputación federal. El panista presidente de la junta de gobierno - símil de la desaparecida Gran Comisión- Gil Cueva Tabardillo, ha tratado de salvar los trastos, aunque los diputados priistas han negado cualquier intervención a favor de De la Rosa. En la Comisión de Cuenta Pública se encuentra otro panista, Ernesto Ibarra quien refiere que poco a poco se ha desahogado las “fallas administrativas” cometidas por De la Rosa y que ya quedan menos.

Las instituciones. Por otra parte, en un insólito anuncio, el Procurador Gamil Arreola, cuando le han preguntado acerca de la dilación en la investigación del presunto peculado de Arturo De La Rosa ha respondido que la procu ha pedido, desde hace casi dos años, informes al congreso y éste –un poco tardón- no le ha hecho llegar dichos informes, que “la pelota está en la cancha del congreso”. Po lo tanto, la investigación está en suspenso, a decir del procurador es el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Baja California Sur, cuyo titular es Julio César López, quien tiene que responder acerca del posible desfalco.

El procurador no ha omitido el famoso “caiga quien caiga” para afirmar que en su procuraduría no importan influencias ni nada parecido y que si no ha actuado es porque el responsable de interponer la denuncia no son los diputados sino el Órgano de Fiscalización Superior del Estado.

En uno de sus intentos de exculpación Arturo De la Rosa, hace unos días, en una entrevista en la radio, entróle a la guerra de lodo para afirmar que todos esos diputados que le acusan –y los que no-  recibieron, como despedida por la terminación de su periodo legislativo la nada despreciable cantidad de 995 mil pesos y el Órgano de Fiscalización tampoco ha dicho nada, Cerca de 20 millones de pesos de los impuestos que pagamos los contribuyentes fueron otorgados de manera graciosa, solo porque ya se iban para su casa..y uno se pregunta si el Órgano de Fiscalización Superior del Estado, el Sr. Julio César López ¿se habrá enterado?. En la página de transparencia del Congreso no hay nada.

Conclusión. El paso de un grupo político a otro, el uso de franquicia a los partidos políticos ha sido tal que, ya no solo el público se confunde con los traspasos de partido a partido, de grupo a grupo, de izquierda a derecha y viceversa de nuestros políticos, hasta los propios políticos, sus maniobras del pasado –no muy lejano- vienen a afectarlos en el presente, como ha sucedido con Arturo de la Rosa, político hábil, “atinado” en sus cambios de casaca. De la Rosa ha gozado de la consideración de los gobernadores: Narciso Agúndez cuando militaba en el PRD y de Covarrubias, hoy en el PAN, tales cercanías, quizás, han obrado para hacer lenta la solución del asunto. Quizás en otras circunstancias, se hubieran desahogado las pruebas y hoy estaría libre de conflictos y sobre todo, de sospechas.

Ha habido también, falta de manejo político en la candidatura de De la Rosa. Era de natural suposición que los partidos contendientes y los naturales enemigos políticos que se cosechan en esas lides, sacaran a relucir la trama de la denuncia por peculado puesta hace 22 meses; que un asunto que parecía dormido, pronto tomaría una relevancia mayor, precisamente porque las acusaciones son letales –por ruidosas- y las respuestas son muy débiles, no están a la altura de la contundencia de la inculpación. Ni los organismos de transparencia del Congreso, ni la procuraduría, ni la bancada de la actual legislatura tienen argumentos definitivos para excusar a De la Rosa. Parecen argumentos extraordinarios, sacados de la chistera. Son respuestas políticas a un asunto politizado porque ni siquiera las respuestas jurídicas bastan en un asunto que, sabían los responsables de armar las candidaturas que el caso jurídico se habría de politizar

En estas condiciones, la candidatura de De la Rosa refleja, por un lado, el peso que tienen, actualmente los neopanistas en el PAN, por otro, la candidatura que no puede explicarse sin la intervención del gobernador Covarrubias, refleja también la confianza -quizás la fe- que se tienen tanto el gobernador, como su equipo de gobierno, en que su popularidad, su aceptación, quizás su capacidad de negociación con otras fuerzas políticas, son elementos capaces de obviar los factores de discusión como el caso De la Rosa. Es el espejo -de Blanca Nieves- en el que se ve la élite gubernamental.

Así tenemos que un viejo asunto, preparado cuando los protagonistas estaban en otras posiciones, con otras querencias, con otros intereses, muy diferentes a los que tienen hoy, viene a golpear a un candidato salido de lo alto de la cúpula gubernamental, que ni el peso de las instituciones ni las exoneraciones de parte del poder legislativo tienen demasiada credibilidad porque en otro momento, en otras posiciones, fueron las mismas fuerzas políticas -a las que ahora pertenece el acusado- las encargadas de denunciar los malos manejos que hoy se reclaman las fuerzas políticas contrarias.

Un batiburrillo que pinta de cuerpo entero a nuestra versátil, inconstante y volátil clase política.

LEONEL COTA- LUIS COPPOLA: CAER PARA ARRIBA

Introducción. Hace unos dos años, junto con un matrimonio extranjero acudimos a un tranquilo restaurante de la ciudad. Más allá, otros comensales en grupo departían animadamente. De pronto, una voz estruendosa e iracunda irrumpió la tranquilidad del comedero. El tipo que levantaba la voz se refería a la ley del matrimonio homosexual que se aprobó en el DF. El lenguaje florido era digno de cantina de mala muerte, llamó –desde luego- la atención de todos los presentes el tono reprobatorio tan contundente a la mencionada ley. Hablaba una persona profundamente conservadora y algunos se preguntaban quien era –Es el senador Coppola- identificó alguien. Inmediatamente otro comensal agregó –Es senador por el PAN- .
Al matrimonio extranjero –que bien entendían español- les explicamos la situación, obviamente nadie entendió la pertinencia de tratar el asunto en un restaurante, de manera tan grosera e incómoda para quienes estábamos ahí. El tipo de las “ordinarieces”, es actualmente senador. No era raro pues, que Luis Coppola terminara repudiado por los propios panistas.

Eran días de decisiones. Luis Coppola no se había podido hacer con el partido al que pertenecía, que a su vez, estaba a punto de dar el golpe de su vida en Sudcalifornia: nominar candidato a Marcos Covarrubias –con los resultados conocidos- el senador Coppola se había acercado –en esos días- a Leonel Cota y con el mutis que le hicieron en el PAN, el senador olía a cadáver político. Sus nuevas alianzas, no parecían estar en mejor posición. Para Coppola, después de la senaduría se abría el abismo.

A sus nuevas amistades tampoco les habría de ir muy bien. Narciso Agúndez había podido imponer a Luis Armando Díaz en la candidatura a despecho de los Cota Montaño que amenazaban con dejar el PRD. En esos días, ambos Leonel Cota y Luis Coppola habrían de efectuar una simbólica toma de café en un céntrico mentidero, la prensa dio parte del asunto, sendas entrevistas para radio de Los Cabos aclararían que en realidad siempre fueron amigos, que los separaron malos entendidos, que amigos comunes animaron el acercamiento, etc.

En realidad, el acercamiento lo habría propiciado su enemistad con Narciso Agúndez a quien Coppola culpaba de la huelga de Los Arcos –de su propiedad- Cota Montaño, lo culpaba de deformar las políticas de izquierda del PRD. Estaban de acuerdo –Copola y Leonel- en combatir las invasiones de terrenos operadas por un amigo de Narciso y claro “de luchar por el progreso de Baja California Sur”.

Al PAN le había ido bien que no necesitaban a Coppola; al PRD le fue tan mal que amenazaba con desaparecer después de las elecciones del año pasado, de cualquier manera, Leonel Cota ya había abandonado el PRD.

Historia de desencuentros. Desde que Leonel Cota accedió a la gubernatura de BCS, Coppola se convirtió en un enemigo incómodo. Con un periódico de su propiedad, Luis Coppola atizó con dureza casi cualquier acción de Cota Montaño, asimismo dio albergue a todo aquel resentido -o no- que quisiera escribir en contra de Leonel Cota y su gobierno. Cota Montaño había armado toda una estrategia de comunicación a su favor desde el gobierno. De esta manera, la única crítica que hubo en el gobierno de Leonel Cota se realizó en El Peninsular. La crítica de El Peninsular era tan obvia que perdía eficacia. Con solo leer el  titular de El Sudcaliforniano –alienado con los intereses del gobierno perredista- se sabía que, exactamente lo contrario se publicaría en El Peninsular.

Las armas arrojadizas más frecuentes que El Peninsular- Coppola usaron contra Leonel y su gobierno fueron: el nepotismo: “El nepotismo y la corrupción son la constante en los gobiernos perredistas de Leonel Cota Montaño (1999-2005) y de su primo, no reconocido, Narciso Agúndez Montaño”- decía Coppola en su día; otra de las críticas que Coppola hacía a Leonel eran los terrenos que vendió en La Paz, lo que llamaba, “El malbaratamiento de El Mogote: “Se vendieron 350 hectáreas, a 13 pesos por metro cuadrado: 45 millones de pesos, a Luis Cano Hernández.” Agregaba que además “Cota también vendió 72 hectáreas del Cerro de la Calavera, a cuatro pesos por metro cuadrado a una empresa inmobiliaria. Luego de urbanizar el lugar, la empresa vende el metro a 200 dólares”. También lo acusaba de medrar con el transporte público, de hacerse del control de una empresa manejada por parientes del propio Leonel.

Posteriormente Coppola acusaría a Leonel Cota de utilizar recursos públicos para apoyar a su hermana Rosa Delia en la consecución de una diputación primero, luego, la alcaldía de La Paz. En ese mismo tenor, le imputaría la coronación de su primo Narciso Agúndez como candidato y luego como gobernador. En una larga entrevista en Reforma –mayo 2005- Luis Coppola hacía toda clase de reproches al entonces gobernador, tal entrevista fue publicada con el título: Es Cota el principal foco rojo: Coppola.

La respuesta. Fue Cota Montaño un gobernador todopoderoso, el control que ejerció sobre la prensa fue apabullante, por eso, las constantes críticas de El Peninsular – Coppola hacían poca mella. Sin embargo, fueron tantas ocasiones que este periódico implicaba a Leonel Cota en cuanta ratería o maniobra chueca que en una ocasión, el gobernador Cota Montaño decidió llamar la atención sobre el asunto: “voy a presentar denuncias civiles y penales contra algún grupo de gente dedicada diariamente a inventar cualquier mentira para tratar de incidir en la opinión pública del estado en contra de mi familia", enseguida dio a conocer el nombre “por personajes del dinero en el estado, Luis Coppola, de manera particular y sus aliados políticos”, luego revelaría que la enemistad surgió “cuando este le pidió que declarara inexistente la huelga de su hotel, y además que expulsara al dirigente de Gastronómico del sindicato”. Obviamente, yo no accedí, vinieron palabras fuertes, le dije yo no trabajo contigo ni estoy a tu servicio, la ley es la ley y se va a respetar la huelga de los trabajadores de Los Arcos, y se va a respetar a la dirigencia de los Gastronómicos". (El Sudcaliforniano 6 de febrero de 2008)

Posteriormente, cuando Luis Coppola accedió a la senaduría plurinominal por el PAN, toda la clase de insidias y zancadillas que publicaba en El Peninsular, tuvieron mayor eco, la posición le daba acceso a medios nacionales de todo tipo. Columnistas como Ricardo Alemán citaban constantemente las acusaciones de Coppola a los mandatarios perredistas Leonel Cota y Narciso Agúndez. Nepotismo, negocios sucios, venta del patrimonio, invasiones, eran los temas en los que Coppola implicaba a Leonel Cota.

El encuentro. Un día, -13 de mayo 2010- sin más ni más, aparecieron –ambos abstemios- departiendo una taza de café en la terraza del Hotel Perla, obviamente era un encuentro privado con toda la intención de ser público. Llamó la atención que después de años de dimes y diretes entre ambos, la pipa de la paz se imponía. Quien impulsaba esa entente Leonel Cota – Coppola, era sin duda, Narciso Agúndez. Los intereses de ambos los interrumpía Narciso Agúndez y su posicionamiento en las elecciones del 2011. Ni a Coppola ni a Leonel les convenían los movimientos de Agúndez para dejar el poder. Eso fue suficiente para empezar a montar una alianza aparentemente contranatural, la de un izquierdista convencido y el de un derechista contundente. No era así, después demostrarían que se parecían más de lo que estaban dispuestos a aceptar.

Caminos que se ensanchan. La elección del 2011 que impuso a Luis A. Díaz como candidato del PRD, dejó a Cota Montaño sin poder acceder a una parte del pastel del poder. Agúndez había tomado una serie de seguros para su salida, entre ellas, la candidatura de Marcos Covarrubias –quien le había jurado amor eterno en un mitin perredista- por el PAN. Dos cartas en juego con muy escasas posibilidades de fallo.

Tal movimiento de Narciso Agúndez dejó con el trasero al aire también a Coppola que ni siquiera había sido tomado en cuenta en su partido. Al contrario, desde octubre de 2010, Alfredo Zamora había anunciado “un proceso de expulsión" en contra de Luis Coppola Joffroy, luego explicaría que “Coppola ha violentado con sus declaraciones y discursos agresivos, los estatutos del PAN”. La ruptura con su partido estaba hecha, acusaba a la dirigencia del PAN de estar a las órdenes de Narciso Agúndez, a su vez, la dirigencia le reviraba con lo siguiente: “quien es uña y mugre de los Cota Montaño es precisamente Luis Coppola. El y Leonel Cota se amafiaron para tratar de despojar de unos terrenos a la familia Green en Los Cabos".

Fuera del PAN, Luis Coppola, al final de las campañas del 2011, no le quedó mas que apoyar al candidato del PRI. Al inicio de ese año, Ricardo Barroso y el PRI daban a conocer el apoyo del senador panista.

Caminos que se unen. Igual que Coppola, Leonel Cota no podía apoyar ni a Luis A. Díaz ni a Marcos Covarrubias, estaban ambos –Coppola/Leonel- fuera de la jugada. Sin embargo, Leonel, confiaba en sus recursos políticos así que abandonó el PRD y después de coquetear con el verde ecologista, decide, al final, contender por la alcaldía de Los Cabos por el PANAL, el partido de Elba Esther Gordillo.

Esta decisión de Leonel Cota, no quedaría ahí. Si era capaz de ponerse a las órdenes de la Gordillo, nadie imaginaría que apoyaría al PRI. El PANAL tenía una candidata a la gubernatura, lógico era que apoyara a dicha candidata. El enorme Granados Chapa lo cuenta mejor:  “Leonel Cota parece haber sentido nostalgia por su remoto pasado y, como candidato de Nueva Alianza a la alcaldía de Los Cabos, llamó a votar por Ricardo Barroso Agramont, candidato del PRI, no obstante que el Panal cuenta con su propia candidata, Blanca Estela Meza Torres, y sería de esperar que por mínima y lógica solidaridad instara a sufragar por su compañera de planilla, por así decirlo. Pero la lógica, que no suele hacer buenas migas con la política..- escribió el gran periodista en una de sus “Plaza Pública” en abril del 2011.

En efecto, los caminos del Coppola y Leonel Cota, tan separados en un tiempo, que empezaron a unirse hace dos años, culminaron con el apoyo de ambos al PRI.

La kafkiana. Este periplo de dos pícaros personajes no podía estar completo si no se culmina con el último episodio protagonizado por ambos. Si la historia de encuentros y desencuentros, que como cualquier telenovela termina en días felices, el final no es, aunque el lector se sorprenda, el apoyo de ambos al PRI.

No es así, el camino convergente termina en que ambos, ahora, son candidatos en las próximas elecciones generales, no por el PRI ni por el PAN, sino por el PRD y sus alianzas. Leonel Cota a senador, Luis Coppola a la diputación por el II distrito. ¿Cómo explicarlo?. Es una historia que Franz Kafka sin rubor –y con asombro, quizás-  firmaba como suya.

La historia tiene un punto de quiebre en algún lado. En efecto, es por obra y gracia de Andrés Manuel López Obrador –convertido en todopoderoso gurú- que se llevaron a cabo las negociaciones para que Leonel Cota y Luis Coppola, en un arranque pacifista y de amor al prójimo deja con el trasero al aire a una enorme cantidad de perredistas serios, izquierdistas rectos y al PRD sudcaliforniano con un tono de burla que lo hunde –aun más-  en el desprestigio y la vergüenza.

artmeza55@hotmail.com