domingo, 7 de noviembre de 2010

POLITICOS SUDCALIFORNIANOS; LA INCERTIDUMBRE DE LA DESLEALTAD

Políticos y partidos. Cunde en la clase política sudcaliforniana, el trasiego de candidatos y partidos con el propósito de llegar al poder: la deslealtad como estrategia, la sobrevaloración del ego y la pedagogía negativa de que todo vale son los protagonistas del momento. Quizás, lo peor es la naturalidad con la que el ciudadano común y corriente acepta que pasar de un partido a otro, sin explicaciones, sin objetivos precisos, sin tomar en cuenta a la sociedad, es una conducta normal y que es parte del juego democrático.

Los jóvenes creerán que la pertenencia a un partido depende de las garantías, de las prestaciones que se ofrezcan mutuamente partido y político; por su parte, los viejos y los de edades medias, quienes vivieron bajo la batuta del PRI gobierno, pensarán que la transición democrática se trata del uso de siglas, de partidos franquicia sin importar convicciones, ideología, compromisos o lealtades.

No en vano, se ha popularizado la palabra “proyecto” para denotar el rumbo personal de los candidatos. Es cierto, son “proyectos personales” y parte del espectáculo que han dado los políticos en este periodo preelectoral que se cierra la primera semana de noviembre. Van y cargan con su “proyecto personal” a otros partidos, a tocar otras puertas con el tambache de ambiciones de poder; sin mayor consideración a sus antecedentes inmediatos, sin mayor respeto por militantes y simpatizantes que alguna vez, creyeron en “el proyecto” que emprendieron como parte de una colectividad, de un partido, de una formación política que los encumbró y de la cual dispuso de tiempo, dinero y esfuerzo.


En una mezcla de desorden y deslealtades, los partidos grandes se disputan candidatos y estos a su vez, se disputan a los partiditos que –a su vez- buscan la mejor oportunidad para seguir generando ganancias vía las prerrogativas económicas del IFE. Auténticas cuchilladas a la democracia que aumentan el descrédito de los políticos y sus partidos.
En medio de este revoltijo, finalmente, los partidos políticos han nominado –al parecer- a sus candidatos definitivos.

Luis A. Díaz y el PRD. Cuando parecía que, después del traumático e inconcluso proceso de selección, el PRD erigía a Marco Covarrubias como su candidato, sin mayor explicación a la ciudadanía, Covarrubias abandona el partido para contender por el PAN. Es así como Luis A. Díaz, de manera emergente, es nominado por el PRD. Un candidato con demasiados puntos en contra –verdaderos o falsos- pero sobre todo uno: la sospecha –acendrada por sus malquerientes- de que no es mexicano, el origen aceptado de otro estado –Nayarit- y la falta de arraigo en BCS. Un superlativo hándicap en contra habida cuenta que, la única lucha social contemporánea que identifica a los sudcalifornianos es el “gobernante nativo y con arraigo”; el recuerdo de la imposición desde el centro de quien dirigía nuestro destino como sociedad aislada y menospreciada. Una gesta ganada en 1974, que forma parte ya, de la tradición cívica sudcaliforniana.

Además de otras acusaciones que lo implican en el crimen organizado, aderezado con la sospecha de un atentado en su contra, envuelto pues, en líos policiacos, de nota roja, que tan mala espina dan al electorado, la clase dirigente del estado parece ir a la debacle. Luis A. Díaz como producto electoral cada vez es más difícil de vender. Los expertos publicistas, conocedores del marketing, tendrán que elaborar una compleja y costosa campaña política, para hacer de Luis A. Díaz una opción competitiva y desde luego, convocar el respaldo de una militancia que hoy por hoy, también está hundida en la incertidumbre.

En un ambiente lleno de rumores, de trascendidos, en buena parte, estimulados por la propia dirigencia estatal, la incertidumbre también es el signo de la clase política que ha gobernado BCS, los últimos dos sexenio. Por si fuera poco, la situación del PRD se agrava con la dispersión de algunos de sus activos más significativos. En estas condiciones, la dirigencia estatal se muestra vacilante, indecisa, sin atinar a promover acuerdos fijos, duraderos, por lo tanto, alienta la percepción que sus decisiones son tomadas en el centro del país.

Mas aún, con candidatos cuestionados e impopulares a las alcaldías, el PRD parece ir hacia el despeñadero y que ahora sí, el fantasma de Zacatecas es una posibilidad muy próxima.

Covarrubias al PAN. Para continuar con la carencia de lógica elemental, Covarrubias anuncia su candidatura a la gubernatura por el PAN. Un partido con choques internos irremediables, sin estructura partidaria, con un escaso voto duro y el respaldo de un gobierno federal que acumula desprestigio, ante esta situación, el diputado federal con licencia, sin duda confía en su carisma, en su imán personal para triunfar en las elecciones, en eso que los políticos llaman “mi gente”.

Casi un novato en las lides políticas, nunca se le conocieron antecedentes en la izquierda; perredista de oportunidad, sin opinión política clara, definida, Covarrubias ciertamente puede emigrar a cualquier partido sin el estorbo de la ideología o de las convicciones. Su transformación de político de izquierda a político de derecha, no es algo que le preocupe, quizás ni siquiera tenga que cambiar el sentido del discurso. Tanto frankestein tiene que ser sustituido por su atractivo, su galanura y el dinero de sus sponsors. Ya lo decía: “iré hasta donde el pueblo quiera” y el pueblo –de alguna manera- le convenció que el PAN, sus estatutos, su filosofía, sus siglas, son las adecuadas para llegar al poder.

Ya desde el inicio de la lucha por la candidatura en el PRD, se le ubicaba en el PRI, se hablaba de pláticas en altos niveles de ese partido. La suspensión de la consulta del PRD, para algunos, significaba que, al hacer a Covarrubias su candidato, el PRD mataba varios pájaros de un tiro: a. Le arrebataba al PRI su plan A; b. Nominaba al candidato mejor considerado por el electorado y c. terminaba, de una vez por todo, con la comedia de pastelazos en que se había convertido el proceso de selección perredista. Sin embargo, Covarrubias ya mostraba sus encantos al mejor postor.
Finalmente, víctima de su espejito, del irresistible impulso de su carisma, de su confianza en el manejo de las masas, dejó con un palmo de narices al partido que lo convirtió en alcalde de Comondú y posteriormente Diputado Federal, como si no le debiera nada al PRD, como si los cargos que alcanzó en ese partido, fueron por propios méritos y de nadie más.

El PAN, a su vez, sin mucho esfuerzo, sin siquiera atinar a resolver de manera satisfactoria sus diferendos internos, sirve de receptáculo del candidato –aparentemente- mejor catalogado –hasta hoy- y para no ver lastimado su ideario político, para no zarandear en su tumba a los padres fundadores, llama a Covarrubias “candidato ciudadano”. Es también, seguramente una lotería estimulada, desde el calderonismo, es decir, desde el centro del país.

Señal de tan superior mandato podría ser la incorporación de Carlos Mendoza Davis a la campaña panista, un sacrilegio para la clase política sudcaliforniana de antigua raigambre priista, habida cuenta que Mendoza es hijo de Ángel César Mendoza A. primer gobernador de BCS, el lance mendocista sin duda, representa una ruptura en ese núcleo duro y estable que parecían ser los patricios sudcas que se mantuvieron en el poder hasta el 99.

El PRI y Barroso. De la pasarela de precandidatos que trajo octubre, la última semana, el PRI sorprendió con Ricardo Barroso Agramont. Presidente de ese partido desde hace dos años y quien, junto con su comité ejecutivo, desde el inicio de esta carrera, operó de manera errática e incierta, la nominación priista.

Primero fue Estela Ponce, luego Manríquez Guluarte a quien se le dejó la mano estirada con sus documentos de registro. Sin ninguna resistencia interna, sin ninguna convención, solo por el dedazo nacional o el autodedazo estatal, Barrón Agramont se alzó con la candidatura del PRI mediante las mismas artes del viejo PRI, que a estas alturas y después del batidillo democrático del PRD, el “dedazo” parece una virtud.

Sin antecedentes en las funciones políticas, sin ningún cargo de elección popular en su haber; de manera inexplicable el PRI lanza al novel Barroso cuyos méritos no resaltan de manera inmediata. El PRI así, al verse sin candidato competitivo cuando se vencía el plazo, sin la reserva –que en otros tiempos sobraba- de candidatos a la gubernatura, se ha visto en la necesidad de nominar a quien sus atributos principales evitan puntos de contacto –¡oh! paradoja- con el PRI: 1. Juventud. Signo de nuevos tiempos, de ruptura con el pasado; 2. Inexperiencia. Explotada como falta de malicia, como ingenuidad, que con los tiempos que corren, en un candidato priista, resultan virtudes. Dos características que representan una huída hacia adelante, una negación del paleolítico –con todo y dinosaurios- que representa el PRI nacional.

El mercadeo de la imagen es predecible, además de las virtudes anotadas, se revivirá la figura del Ing. Agramont, abuelo del juvenil candidato priista, quien operó como gobernador, por encargo de Echeverría, la transición de Territorio a Estado…y no mucho más.

Incertidumbre y confusión. Así parecen haberse conformado las candidaturas a la gubernatura.
Falta que se definan las legislaturas y bien a bien, los candidatos a las alcaldías. Faltan también algunas alianzas y quizás, otro paquete de sorpresas en esta actividad política llena de “proyectos” personales. Por lo tanto, una gran variedad de personajes en donde no se distinguen los oportunistas de los leales, ni los verdaderos de los falsos, ni los políticos de los comerciantes, ni los partidos de las franquicias, ni las instituciones de las agencias de empleo.

Una mezcolanza tal, que al electorado le será muy difícil elegir; un panorama tan confuso donde el izquierdista ahora es derechista, donde los perdedores caen para arriba, donde los dinosaurios rejuvenecen; en el que la clase política sudca ha retrocedido y en su actitud timorata, muestra su falta de autonomía y vuelve a depender, hasta para nombrar candidatos, de los dictados del centro del país.

domingo, 10 de octubre de 2010

EL CAOS Y EL AZAR


Introducción
. Ni el análisis político lógico, ni las predicciones más audaces, son suficientes para imaginar el caos y el barullo del que es capaz de armar el PRD en sus disputas internas. Una vez más, la ficción es burlada por la realidad de un partido que se empeña en demostrar incapacidad para resolver sus diferencias; en proveer una imagen poco confiable cuando de gobernar a otros niveles se trata. Sin capacidad para llegar a acuerdos, sin los frenos de la lealtad, la identidad, la pertenencia, el compañerismo o siquiera, los mandatos estatutarios, el PRD vuelve a escenificar un ensayo del caos, vuelve a salir debilitado de un proceso de selección interna de candidatos que, de no ser porque la oposición no ha podido establecer una alianza competitiva, el partido en el poder estaría poniendo en peligro su continuidad.

Quienes hace unos dos o tres meses atrás, predecíamos los conflictos que sufriría el PRD para, por fin, nominar un candidato a la gubernatura, nos quedamos cortos en nuestras suaves predicciones. Si bien observábamos los desfiguros, Las descalificaciones mutuas y la guerra sucia entre los precandidatos perredistas, pensábamos que serían capaces de respetar acuerdos iniciales, de llevar a sus precandidatos a valorar encuestas que propiciaran una imposible candidatura de unidad y que, mediante la consulta popular, saliera el ungido en medio del conflicto para finalmente, la dirección del partido y sus aliados emprender una difícil labor de cerrar heridas y conformar a los perdedores.

No fue así, ni siquiera pudieron llegar a la consulta. El CEN del PRD decidió suspenderla, erigir candidato al mejor posicionado y propiciar el caos y también el azar; un desbarajuste que llevó a la dirigencia nacional a recordar Zacatecas y preferir la medicina amarga a la catástrofe total.

Se entiende la conducta de la dirigencia: las precampañas eran feroces. Se habían puesto en juego todos los elementos –cualquiera- con la finalidad de ganar la candidatura. El partido amenazaba con romperse en muchos pedazos y no solo los dos bandos que iniciaron esta pelea. Llegar a la consulta significaría, gastos de recursos económicos, gastos políticos, cochineros en las urnas, un penoso y arduo recuento y aún así, tres perdedores insatisfechos con acusaciones de todo tipo: de inequidad al gobernador, de fraude a la dirigencia del partido, de tranza al comité electoral, etc. Había que pararlo.

El proceso que irrumpiera Leonel Cota con el Frente Democrático Sudcaliforniano, finalmente descarriló y tuvieron que entrar los cabecillas del PRD nacional a salvar lo que quedaba de los acuerdos iniciales. No a la consulta, Covarrubias el candidato, fue la orden. De esta manera se ponía el balón del lado de la oposición, a quien le toca hacer el siguiente movimiento.

Agúndez, el gran triunfador. Jugar con dos fichas le valió a Narciso Agúndez para evitar una derrota estruendosa en la nominación de su sucesor. Luis A. Díaz resultó ser la carnada que siguió la oposición interna perredista. Ciertamente resultaba un candidato con dificultades para llevarlo al triunfo en una elección constitucional, sin embargo, bastó una semana de ofensiva contra el candidato “oficial” de parte de Covarrubias, el precandidato mejor posicionado, para que el proceso electoral interno cesara. Covarrubias coqueteaba con otros partidos, Luis A. Díaz acumulaba acusaciones graves y tampoco levantaba en las encuestas. Su nominación no garantizaba el triunfo.

Si bien, Luis A. Díaz, era la primera opción del gobernador, la candidatura de Marcos Covarrubias tampoco le causa desvelos al primer mandatario sudcaliforniano. El objetivo último era evitar que los Cota Montaño, salieran fortalecidos con sendas candidaturas.

Ha sido un triunfo resonante que se acrecienta con la defección de Leonel Cota hacia el Verde Ecologista, un partido sin estructuras, sin prestigio y sin historia en Baja California Sur. De esta manera, Agúndez se deshace de su peor enemigo, el cual se coloca en una situación marginal y desde donde tendrá que aplicar al máximo para, simplemente, no hacer el ridículo en la carrera por la alcaldía de Los Cabos.

Planeado o no, las cosas al gobernador le salieron a pedir de boca. Solo queda impulsar la candidatura de Covarrubias y apelar, de nuevo, a su buena estrella para que no se le compliquen las cosas en su último tramo de gobierno.

PRD estatal; PRD nacional. Cuando parecía que el conflicto se le salía de las manos a Adrián Chávez, llegaron los Chuchos cual séptimo de caballería a salvar la situación. Tras el golpe que significó el cese del proceso electoral que llevaría a la consulta –la exigencia básica del FDS- las manifestaciones no se hicieron esperar: una reacción endeble de ocupación de las oficinas estatales del partido; amenazas débiles, inciertas, dubitativas de abandonar el partido por parte de los precandidatos y sus seguidores; la salida de Leonel Cota y no mucho más. Es decir, la factura a pagar resultó una ganga.

Era preciso detener la consulta, había razones de sobra. La principal: de cualquier manera, con consulta o sin ella, el clan de los Cota Montaño –que se encontraban muy abajo en las preferencias electorales- habrían armado el conflicto; de cualquier manera, el patriarcado leonelista estaba herido de muerte y en sus coletazos, arrastraría lo que encontrara a su paso.

Por su parte, el secretariado estatal del PRD hacía fintas, sombras y embelecos de todo tipo para quedar bien con todos. El PRD estatal consiguió sus objetivos de manera nada ortodoxa: a. Evitó la consulta y así la catástrofe, escogió el mal menor; b. Erigió al candidato mejor posicionado y quien le ofrece mayores posibilidades de triunfo; c. Desactivó el plan del PRI de allanar el camino de la candidatura a Covarrubias y d. Culpó de la decisión de no llegar a la consulta al PRD nacional –a los Chuchos y a Camacho Solís- y así salvó su capacidad negociadora local. Los malos fueron otros, los del nacional.

Las facturas que tendrán que pagar Covarrubias y el secretariado del PRD local será el carácter de imposición que tiene la medida; el abandono del partido por parte de figuras prominentes como Leonel Cota y con ello, una fracción no estimada de militantes; el desprestigio que han sufrido candidatos y partido en todo el proceso preelectoral y la falta de unión resultante del traumático sendero que el PRD se empeña, una y otra vez, en volver a caminar.

La oposición. El precio que el PRD tiene que pagar, se acrecentaría si la oposición tuviera capacidad organizativa y una figura lo suficientemente carismática para encabezar una gran alianza de partidos y organizaciones.

Es indudable que el PRD ha salido debilitado en el proceso de selección de su candidato, que además acusa un desgaste natural por los doce años en el ejercicio del poder y que, las defecciones, abandonos y rencores soterrados podrían obrar a favor de la oposición, sin embargo, ni el PRI, mucho menos en el PAN se pueden vislumbrar estrategias opositoras viables, ni personajes capaces de liderar un frente capaz de competir con solvencia, de aprovechar el mal momento que vive el partido en el poder.

Solo una alianza puede obrar el milagro, bien lo saben los opositores. Se ha caído la estrategia de abanderar a Marcos Covarrubias, una vez que éste, desplazado por Luis A. Díaz, abandonara lleno de resentimientos, el PRD. No fue así. El PRI y sus posibles aliados se ha quedado sin plan A mientras su plan B no emerge por ningún lado.

¿y ahora qué?. Aun con la división interna que propició el proceso de selección de candidatos, el PRD tiene todas las posibilidades de repetir en el poder, mas que por virtudes propias, por errores de la oposición. No se espera una desbandada a causa del abandono de Leonel Cota y otros personajes importantes del PRD, sin embargo, en una elección cerrada, podían hacer falta los votos que el Clan Cota se lleve a otro partido. Por esta razón, la dirigencia del PRD estatal tendrá que echar mano de su mejor oficio negociador para cicatrizar heridas, suavizar derrotas y cerrar el traumático capítulo del humo blanco perredista.

Otro de los asuntos que tendrá que resolver el PRD, las exigencias de sus aliados. El PT como Convergencia, seguramente pedirán las perlas de la virgen, cobrarán el favor de no prestar sus siglas “izquierdistas” a algún precandidato perdidoso o algún tránsfuga vengativo.

Por su parte, Covarrubias tendrá que iniciar una fuerte campaña al interior, con el objeto de negociar posiciones, además de hacer olvidar al perredismo sus cuitas priistas, pero sobre todo, tratar de atenuar en lo posible la calidad de imposición que tiene y tendrá su candidatura. Circunstancias que no serán fáciles de sortear en un ambiente de encono y revanchismo.

Artmeza55@hotmail.com

lunes, 4 de octubre de 2010



Ya no encontraremos
los diseños sugeridos
por la sombra de los cactus
sobre la alfombra de arena
a pleno sol
o en noches de luna llena.
Serán solo eso,
una sombra en nuestro recuerdo.

Leticia Gariga

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL CENTRAL PARK DE LA PAZ

Por el bulevar Pino Pallas, al empezar –o finalizar, según se vea- en el extremo cercano a la Cola de la Ballena, hay dos kilómetros lineales de ramas, árboles y arbustos que bordean la carretera, todo el margen cubierta de viejos y añosos pinos salados, detrás de ellos un bosque tupido de todo tipo de vegetación regional.
Todos Los días pasamos por ahí. En el transcurso de esos dos kilómetros de vegetación típica, medio en broma medio en serio nos decíamos que hubiera sido una buena puntada hacer un Central Park, como el de Nueva York. Primero fue la tienda de origen norteamericano que vende ferretería, luego otra construcción que será un supermercado, ahora, parece que será una llamada “plaza” –que están muy de moda.

Todos los días pasamos por ahí y lo que se ve es maquinaria pesada que desprende los pinos salados de sus raíces; los “uña de gato” y los huizaches volteados al revés, con las raíces para arriba; la tremenda fuerza de la maquinaria pesada hace ver frágiles, debiluchos los mezquites que tan fuertes y correosos parecen cara a cara y al tacto. Ahora son leña, son gigantes muertos que en nombre del negocio, el interés pecuniario, la inversión, la creación de empleos, todas ellas actividades deseables, respetables y, dicen que también, productivas, ahí es donde uno se pregunta: ¿para quién?

Todos los días pasamos por ahí y nos imaginábamos a nuestro Central Park cruzados por senderos angostos de piedra, con juegos mecánicos para los pequeños; asadores, mesas y sillas de maderas típicas de la región, hasta de un teatro al aire libre, tarimas para la danza y un circuito para carreras pedestres. La zona mas agreste podría utilizarse para bicicross, patinaje y este tipo de deportes. Un circuito pavimentado para aerobics y paseos en bicicleta o simples paseos para estirar las piernas en medio del follaje. Todos los días que pasábamos por ahí, le agregábamos otra función, otro destino, otra capacida
d…y que tal quedaría ¿un museo?...y una piscina…y una cancha de tenis y así, en los pocos minutos que lo recorremos en auto.
Todos los días pasamos por nuestro Central Park frustrado y nos preguntamos ¿Cómo es que los neoyorkinos conservan aun hectáreas y mas hectáreas verdes localizadas en el centro de la ciudad más cara, en la zona más onerosa metro por metro. Como no han tenido un alcalde que, al encontrarse en problemas económicos pudo haber vendido parte del parque o el parque entero para hacerse de recursos y para sanear la administración de la ciudad.
¿Cómo es que en el imperio yanqui –como le llama la vieja izquierda- no ha vendido el Central Park?, ese imperio del dinero, del negocio, el inventor del consumismo global, permiten que en la ciudad de Nueva York exista aun ese gran parque urbano público de 341 hectáreas de extensión situado en el distrito metropolitano de Manhattan. Un parque de forma rectangular y unas dimensiones de 4.000 m x 800 m, más grande que dos de las naciones más pequeñas del mundo; es casi dos veces más grande que Mónaco y casi ocho veces más que la Ciudad del Vaticano –según la Wiki-
Pero los neoyorquinos aman a su ciudad. Aquellos carteles de yo –corazón- Nueva York que se popularizaron en los ochentas, salieron de ahí precisamente. A los neoyorquinos les importa su ciudad y protestan, igual que los parisinos y los madrileños.
Todos los días pasamos por ahí los paceños y vemos como son arrasadas con saña las 200 hectáreas de clorofila, oxígeno y de bienestar para los paceños, ignoro el tipo de bienestar concreto, pero era mejor, seguramente, tener ahí, para la vista, para el regocijo cotidiano nuestros uñas de gato, pinos salados, mezquites, huizaches, gobernadoras, palos de arco y demás ramas, árboles y arbustos que creíamos nuestros, pero tenían dueño, ahora tendrán otro, que nos construirá una mole de cemento y acero con algún nombre en inglés para que los paceños nos sintamos mas cosmopolitas y como más….progresistas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

THRILLER EN BCS

Introducción. El único proceso que tiene una buena dosis de intriga, emoción y bajas pasiones es el del PRD. Como en los viejos tiempos del PRI reinante, la única elección importante era la interna, el nominado sería el próximo gobernador que se decidía en la capital del país. Igual sucede hoy con el PRD, la posibilidad de perder el poder es mínima, por lo tanto, la elección interna se convierte en la que atrae la mayor parte de los reflectores, además de que se procesa, parte en el DF, parte en BCS.

Partidos como el PAN están casi desaparecidos, mientras que el PRI parece buscar la misma estrategia con la que fracasó la elección estatal pasada, al no encontrar en sus filas a ningún candidato competitivo, no le queda mas que esperar a quien deseche el PRD para ascenderlo a calidad de salvador.

El resto de partidos, los pequeños estarán en la trinchera de las franquicias y de las alianzas para mantener el registro. En BCS, los partidos agrupados en el DIA (PT, PRD y Convergencia), continúan su alianza tradicional y no parece que alguno de ellos le podrá servir a los desechados de la elección interna del PRD.
Por lo tanto, la vista de los ciudadanos y electores está puesta en las precandidaturas perredistas que, casi siempre, resultan de un alto dramatismo y esta, promete que sobrepasará los niveles de excitación, dado que los protagonistas cada vez polarizan mas sus posiciones, la guerra sucia se impone y los intereses de las corrientes política y grupos económicos empiezan a marcar rumbos imprevistos, según los comportamientos, las personalidades de los jugadores que sobrepasan, con mucho, la institucionalidad partidaria

Encuestas/ consultas. En muy pocas democracias los partidos políticos llevan a cabo ejercicios como el que el PRD se empeña en realizar, según dicen, en aras de la democracia y la equidad. La gran mayoría de partidos en el mundo democrático prefiere la elección por medio de delegados, es decir, miembros prominentes del partido con representación territorial, organizacional y honoraria que, en conciliábulo, los aspirantes exponen sus argumentos, sus propósitos; los delegados escuchan las propuestas, cuestionan y siguen las negociaciones, alianzas, sinergias, etc. se realiza una votación y se anuncia el humo blanco. Este tipo de procedimientos, minimiza el riesgo de ruptura y apertura de heridas que tienen las confrontaciones entre candidatos de un mismo partido.

Las razones por las que el PRD hace encuestas y consultas abiertas no son muy claras. Es probable que exista en el fondo una gran dosis de desconfianza entre los propios dirigentes y militantes; por otro lado, las corrientes que realmente son partidos dentro de otro partido son irreductibles y finalmente, están los intereses que tratan de salvaguardar la administración saliente que, requiere de la continuidad, como bien lo expresa la campaña de Luis A. Díaz, el candidato oficial.
Hasta hoy, Adrián Chávez, dirigente estatal del PRD ha sabido manejar el proceso. No es poca cosa. Los jugadores en escena son rudos, sobre todo, desde que Leonel Cota irrumpió en el proceso, primero como creador de un Frente sumamente crítico del grupo en el poder y luego, como candidato a la alcaldía de Los Cabos. Con el auxilio de el DIA, Chávez ha podido estabilizar en un marco de civilidad, hasta hoy, las ambiciones de los diferentes grupos y personajes que se disputan la gubernatura, las presidencias municipales y el congreso local, sin embargo, en la medida que avanza el proceso de selección, en la medida que se acercan las fechas fatales, es previsible un cisma sin precedentes en el partido que ya ha gobernado dos sexenios y que se apresta a gobernar el siguiente.

Aun cuando los partidos de oposición no representan ningún problema para la continuidad, es, como casi siempre en el PRD, la oposición interna la que amenaza con resquebrajar un partido ya muy desdibujado en el concierto nacional. Los buenos oficios de Chávez han alcanzado para procesar los acuerdos respecto de las formas de elegir candidato, sin embargo, la experiencia ya rica del PRD en la consulta abierta, revela que es en ese procedimiento donde han tenido las mayores dificultades.

Hay una serie de acuerdos que los precandidatos han firmado a regañadientes, ha sido necesario, cada vez, acudir a la Ciudad de México, precandidatos y sus impulsores se reúnen con la dirigencia del DIA, luego de regreso, ha sido el Comité Estatal quien ha sabido suavizar las intemperancias de los mas furibundos, es decir, quienes se ostentan como miembros de FDS.

Si bien, la idea inicial del PRD estatal era solucionar las candidaturas mediante encuestas, evitar llegar a la consulta, han tenido que ceder a las demandas del FDS que dirige Cota Montaño. Chávez ha declarado lo que parece mas bien un deseo, que las encuestas tienen el objetivo de propiciar una candidatura de unidad, no parece ser posible dado el encono con la que se ha atacado, sobre todo al candidato del oficialismo. Es decir, tendrán que llegar a la consulta abierta y con ello al conflicto.

Todo parece indicar que el conflicto está larvado, por hoy. En la medida que los discursos suben de tono, que los precandidatos del FDS culpan de casi todo al gobernador, que su blanco predilecto es Luis A. Díaz, que se exacerban los problemas en los ayuntamientos, que se sacan los trapitos al sol, que aumentan las cantidades de dinero circulante, el choque final, el de la consulta, será de pronóstico reservado. Sobre todo, si el gobernador insiste con su precandidato y en un proceso desaseado, logra llevarlo a la candidatura del PRD.

El mesías priista. Así como los partidos opositores al PRI han elaborado complejas alianzas para competir en otros estados –Puebla, Oaxaca, Sinaloa- quizás el PRI trata de pagar con la misma moneda en BCS. Queda descartado Luis A. Díaz, por ser el candidato de todas las lealtades oficiales. Pero es casi imposible que Rosa Delia y René Núñez puedan ser candidatos del PRI, es más fácil que se desbarate la alianza de partidos denominada DIA y que uno de esos partidos –PT o Convergencia- impulse a Núñez o Rosa Delia –en ese orden- . Aunque en política, bien lo sabemos, nada está dicho, hay quien piensa que el PRI, en cualquier caso, usará su alianza con el Verde Ecologista, para evitar prestar sus siglas a quienes han sido sus constantes críticos.

Es sin duda Marcos Covarrubias el candidato que el PRI espera, que ha demostrado su aceptación a la hora de las concentraciones y que ha remontado en las encuestas. Ya lo dijo “iré hasta donde el pueblo quiera” y ya se sabe que cuando un político menciona la palabra “pueblo”, en realidad está hablando de sí mismo. En pocas palabras, que no le hace el feo a la candidatura de otro partido. Se ha convertido así, en el candidato que no tiene la bendición, al menos aparente, del gobernador y tampoco ha simpatizado con el Frente Democrático de Leonel Cota, la verdadera oposición en el PRD. Es decir, la neutralidad aparente de Covarrubias le ha brindado una posición ideal a ojos del ciudadano, quizás no tanto, al interior del PRD. Tiene además un abolengo priista que no es del todo mal visto en el Revolucionario e Institucional.

Así, Covarrubias ha empezado a ser la manzana de la discordia. En el PRD saben que Covarrubias les garantiza el triunfo, pero también saben que es Narciso Agúndez el jefe nato al que no se puede desobedecer. Luis Armando Díaz se ha convertido en una apuesta riesgosa para el PRD y con el PRI al acecho, si no cambia de parecer, si se empecina en impulsar al exalcalde de Los Cabos, se la tendrán que ver con Covarrubias, de nuevo como priista. Así, el PRI estaría cobrando la tremenda afrenta que le hiciera Leonel Cota en el 99.

Para el PRI, inventar un candidato quizás ya no tenga tiempo para ello. La otra, lanzar a Manríquez, lo que estaría dando por muerta no solo la elección para la gubernatura, también las escasos triunfos que le pudiera deparar el acceso al congreso local. Sería además el triunfo de los dinosaurios del PRI y seis años de mayor confusión en un partido que no ha logrado, ni siquiera, ser una oposición confiable.

Los Cota Montaño. Por otro lado, los Cota Montaño, en caso de salir perdidosos, no se van a quedar con los brazos cruzados, harán cualquier cosa por dañar al candidato del gobernador, su mayor enemigo. Parecen haberse metido en un callejón sin salida. La mayor expresión de la desesperación del Clan es la candidatura de Leonel Cota a la Alcaldía de Los Cabos. Sabe a poco pero ante la andanada del Gobernador, de Luis Armando y de la mayoría de los presidentes municipales, excepto el de Los Cabos, es el activismo político de Leonel la única posibilidad de poder formal y de incidir con fuerza en la política sudcaliforniana. La otra posibilidad del Clan Cota Montaño es la legislatura que se vaticina, de nuevo, con mayoría perredista, quizás no abrumadora, pero la suficiente para formar mayoría en donde los Cota Montaño pudieran incorporar parte de los integrantes del FDS.

Todo hace suponer que de no llegar a un acuerdo, el poder omnímodo que alguna vez gozó Leonel Cota, se desgranará y se fragmentará, operada la maniobra, lo peor, por políticos de medio pelo, sin la capacidad, la astucia y las tablas de Leonel, quienes ahora lo mantienen afanado tras la alcaldía de Los Cabos. Territorio de Narciso y Luis Armando desde hace nueve años, cuando ascendieron por esa alcaldía, paradójicamente de la mano de Leonel Cota de quien se espera un golpe de timón, un giro inesperado, que provea a este thriller, de un final digno del género.

viernes, 27 de agosto de 2010

San Martín de Porras




Festejarán a los ancianitos, el DIF
El Sistema DIF Mulegé que preside Gloria Castro de Murillo, les festejará a los ancianitos del Asilo San Martín de Porras con motivo de su día, el gran festejo será este sábado 28 http://www.oem.com.mx/elsudcaliforniano/notas/n1760046.htm

Esta es la noticia que trae El Sudcaliforniano (el periódico que los sudcalifornianos pagamos doble) Primero con nuestros impuestos; segundo, cuando lo compramos en la calle

En realidad es San Martín de Porres pero ...la cabra siempre tira al monte y ya, el ahora Secretario General del gobierno estatal, Alfredo Porras aparece entre los beneficiarios de tan gustado e imparcial medio de comunicación de izquierda.
Les dijeron que hablaran bien de Porras pero no de los Porres, que es San Martín, un santo descartado, de origen peruano.

lunes, 19 de julio de 2010

POLITICA Y JET SET SUDCALIFORNIANO

Introducción. Se dice fácil, pero ya ha pasado un poco más de una década que el PRI perdió el poder –primero en el estado y luego en el país- y con el quebranto del tricolor, se fue también –no podría ser de otra manera- una época, al menos, en BCS, se cumplió un ciclo.
El todopoderoso partido de estado, ciertamente no dejó de serlo de un día para otro, fue perdiendo de manera paulatina su gran vigor e influencia en la vida política nacional pero en BCS, no fue así, el PRI y todo su esplendor, casi de manera repentina, de un año para otro estaba en la lona, pero muchos de los priistas, ya estaban encaramados al otro carro ganador, ya se habían pasado al PRD.


Por simple deducción: si el PRD era un partido que no llegaba siquiera al 10% de las preferencias electorales, se entiende que los que hoy ocupan el poder en BCS, son en su mayoría, políticos y funcionarios que pertenecían al PRI. Los perredistas de viejo cuño que en la actualidad se mantienen en primer plano del régimen, son en realidad, muy escasos. Se entiende también, que tales perredistas, en la historia priista lineal de BCS, jamás se hubieran acercado a posiciones de poder a causa de las bajas preferencias electorales que suscitaba el hoy partido en el poder
Buena parte de esos priistas que arribaron al poder en BCS, estaban en una segunda línea –o tercera- en las sucesiones del PRI. Formaban parte de una burocracia de mitad de tabla y quizás en el futuro -uno o dos sexenios mas- con los méritos suficientes en el tricolor, hubieran escalado los peldaños hacia la cima. Por eso, el leonelazo fue el golpe de su vida, un punto de inflexión. El leonelazo colocó a muchos priistas en posiciones que en otras condiciones les estarían vedadas.
La combinación de patricios capitalinos, abolengos regionales, clase media alta de profesionistas y viejas familias de comerciantes que ostentaron el poder en BCS, todos, emparentados en una endogamia que multiplicó los mismos apellidos durante casi medio siglo, que se había enquistado en los diferentes órdenes del gobierno, se rompió con la llegada intempestiva de cabecilla priistas, que carecían de la prosapia pretendida como para ostentar las posiciones reservadas a la cúspide del sistema.
Esta dispersión social, esta pérdida del orden ancestral se expresa, de manera nítida, en las páginas de sociales de los periódicos y en el surgimiento emergente de pasquines y revistas ocasionales con ínfulas de jet set sudca, donde se muestra una parte de la sociedad que requiere de exposición de su nuevo estatus. Mucha de la gente que se encuentra hoy en el poder, no había tenido –ni lo esperaba- la oportunidad de tener que lidiar con el asunto social- Una cosa es que el caudillo, el preclaro, el militante político, de pronto, de manera imprevista se encuentre en una posición soñada y otra, que su familia y allegados le acompañen en el viaje.
De prócer a socialité. Subir en la escala política conlleva, sin duda, también la ascensión en el plano social, más aún, que en buena parte del ámbito social también se hace política. Muchos eventos sociales, tienen significación política y viceversa. Eventos como cumpleaños, bodas, bautizos, quinceañeras, graduaciones, aniversarios, nacimientos, funerales, inauguraciones, etc. son oportunidades que se tienen para lucir la asunción del político exitoso.
Las graduaciones son un ejemplo; cuando el político es invitado a ser padrino de generación, representa que el puesto que ostenta la ha dado la visibilidad suficiente, que ya es reconocido en otros ámbitos, en otras circunstancias. Los estudiantes graduados obtienen así algún tipo de canonjía; el político adquiere reflectores tan necesarios cuando de dejarse ver se trata. También empieza a ser solicitado para bautizos, confirmaciones, primeras comuniones, bodas, etc. El nuevo socialité observa con agrado que empieza a ser un padrino codiciado.


Es así como en su cumpleaños se dan cita lo mejorcito de la sociedad. Sin embargo, al prócer con hijas o hijos en edad de merecer, lo que mejor le viene es una boda, si el enlace se hace con miembros de las viejas familias, del abolengo sudca, de los antiguos priistas con solvencia económica –de los que se han retirado y no trabajan, por ejemplo- mucho que mejor porque penetra ipso facto a una porción de la sociedad que le estaba vedada, que solo pudo ser abierta con su pericia política y el nene y la nena que saben lo que les conviene. El nene porque así regresa a la familia los planos perdidos; la nena porque enriquece el patrimonio social que la familia no había alcanzado.


Vemos a diario a esas nuevas familias, a esos nuevos apellidos que se repiten ahora tanto en oficinas gubernamentales –el multimencionado nepotismo- como en páginas sociales, en busca de esa notoriedad o de ese lugar social que hay que ocupar; de ese espacio de sociedad que dejaron algunos del PRI, cuando el leonelismo los llevó de las páginas de sociales a la nota roja; de las bodas y bautizos a la barandilla; de las cotidianas compras a San Diego a tener que huir hasta San Diego.


Entonces, cuando los priistas se resistían a dejar los espacios sociales -los espacios políticos ya se habían perdido en las urnas- ya las nuevas hordas se habían hecho de las instituciones que los priistas levantaron con tanto celo. Ahora amenazan con invadir esos espacios exclusivos que identifican a los exitosos sociales: hijos estudiando en el extranjero, lancha en el garaje, ropa de marca, carro que es llamado por su nombre –la liberty, la cherokee, la lobo, la explorer- compras en la frontera, vacaciones en Las Vegas, el nuevo look, la red social ampliada y la inefable página de sociales, vocera a los cuatro vientos de la nueva condición política, social y económica que el prócer y su familia han asumido.


Sucede con todos los nuevos ricos cuando carecen de un soporte cultural sólido: también producen mal gusto y júniors, una nueva generación de jóvenes que viven en la abundancia, que les llegó de súbita manera y que nada les ha costado


Elecciones y sociales. La carrera por la página de sociales se acelera cuando el prócer ve la oportunidad de una promoción ya sea mediante el voto popular, la escala directa o los huecos que dejan quienes van a buscar votos, en esas condiciones cabecilla no puede creer en su buena estrella.


Entonces es cuando busca de manera denodada la visibilidad pública, no solo en las primeras planas, también de las sociales porque el prócer no es solo un amasijo hecho de cuerdas y tendones, no es solo el inclemente y despiadado zoon politikon, es también un ser que tiene una bonita familia, que siente, que ama, que puede ser tierno –aunque implacable con sus enemigos políticos- que tiene amigos, un entorno íntimo, ensoñador y deseable que lo pinta de cuerpo entero.


Cuando se acercan las épocas electorales, se puede observar, de manera cotidiana que las páginas de sociales tienen un fuerte aroma a página política, porque es la política la mejor manera de hacerse de recursos materiales suficientes para, ahora sí, intentar la escalada social. El preclaro hombre no está solo, tiene una familia que resiente el ascenso político. Esa familia tendrá que lidiar con otro nivel de vida, otra manera de organizar la cotidianeidad; otras amistades con otras costumbres, otros gustos, otras modas.

Aunque codiciados, no son cambios fáciles. Familias sencillas con vidas simples, normales, de pronto se ven en un aluvión que hay que asimilar de alguna manera. Hay que darse otros aires y a veces, los recursos culturales para experimentar el cambio, no son los más adecuados, porque cuando el prócer fundó la familia, no imaginaba que el destino lo premiaría con esa ansiada y muy mexicana solicitud: “no pido que me den, sino que me pongan donde hay” y una vez puesto ahí, tampoco imaginaba que tendría que cumplir funciones sociales, necesarias para mantenerse en el grupo, en la élite y en el juego de la política.



Los eventos sociales se convierten en obligatorios, en ocasiones hay que simular que le encanta la música clásica cuando en realidad es fan de Chalino Sánchez o tener que acudir a una somnífera función de ópera que han organizado los cultos del Instituto de Cultura, que además le han obsequiado boletos para que no falte; tener que soportar esos tipos de voz engolada y tipas con voz de pito, que cantan en italiano cuando, en realidad le apetece, que termine el programa y enjuagarse los oídos con la banda sinaloense.

Son las primeras generaciones de quienes llegaron de manera prematura, cuando no les tocaba o por equivocación al poder, cuando no estaban del todo preparados para ello, porque en el PRI, las expectativas no eran muy promisorias. Sin abolengo, sin ascendencia y sin padrinos adecuados había que picar piedra durante muchos años. El prócer tuvo la visión para comprender que el PRI ya no garantizaba ningún bienestar, que la vida estaba en otra parte, que el nuevo orden necesitaría de su experiencia, que los que constituían el obstáculo para su ascenso en el PRI andaban huyendo, en el autoexilio o al borde de la cárcel, en el mejor de los casos, sus antiguos jefes deseaban pasar desapercibidos. Había huecos que llenar en el nuevo partido en el poder.

Sociedad y lenguaje. Además de las transformaciones en el ámbito social, también el lenguaje sufre mutaciones. Aquellos discursos formales dichos con guayabera, aquella jerga del “apoyo irrestricto” y del “jefe nato”, de “la concatenación de esfuerzos”, de “el apoyo de los sectores”, han sido cambiados por un discurso menos formal en el que hay que lucir la pronunciación típica sudcaliforniana –como los Huizapoles- y la nueva jerigonza, tiro por viaje incluye palabras infaltables como “el feroz neoliberalismo” “la oligarquía parásita”, los adversarios son “apátridas”, “neoliberales”, “vendepatrias”; los obstáculos son “los poderes fácticos”, AMLO es simplemente “Andrés”, los norteamericanos es “el imperio yanqui”; el PAN es “la derecha yunquista”, los priistas son “añorantes del poder”; los ciudadanos son “el pueblo que nunca se equivoca”, etc.


La guayabera no solo es inoperante, es hasta delatora de revisionismo.

Toda una forma de vida. Una especie de izquierda revolucionaria institucional que aspira a gobernar, igual que gobernaron sus antiguos jefes, con las mismas comodidades, con las mismas aspiraciones, pero con la pretensión de ser diferentes, aunque los cambios son tan superficiales que se pueden observar cuando posan, sin rubor, en las páginas de sociales.
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