jueves, 9 de septiembre de 2010

THRILLER EN BCS

Introducción. El único proceso que tiene una buena dosis de intriga, emoción y bajas pasiones es el del PRD. Como en los viejos tiempos del PRI reinante, la única elección importante era la interna, el nominado sería el próximo gobernador que se decidía en la capital del país. Igual sucede hoy con el PRD, la posibilidad de perder el poder es mínima, por lo tanto, la elección interna se convierte en la que atrae la mayor parte de los reflectores, además de que se procesa, parte en el DF, parte en BCS.

Partidos como el PAN están casi desaparecidos, mientras que el PRI parece buscar la misma estrategia con la que fracasó la elección estatal pasada, al no encontrar en sus filas a ningún candidato competitivo, no le queda mas que esperar a quien deseche el PRD para ascenderlo a calidad de salvador.

El resto de partidos, los pequeños estarán en la trinchera de las franquicias y de las alianzas para mantener el registro. En BCS, los partidos agrupados en el DIA (PT, PRD y Convergencia), continúan su alianza tradicional y no parece que alguno de ellos le podrá servir a los desechados de la elección interna del PRD.
Por lo tanto, la vista de los ciudadanos y electores está puesta en las precandidaturas perredistas que, casi siempre, resultan de un alto dramatismo y esta, promete que sobrepasará los niveles de excitación, dado que los protagonistas cada vez polarizan mas sus posiciones, la guerra sucia se impone y los intereses de las corrientes política y grupos económicos empiezan a marcar rumbos imprevistos, según los comportamientos, las personalidades de los jugadores que sobrepasan, con mucho, la institucionalidad partidaria

Encuestas/ consultas. En muy pocas democracias los partidos políticos llevan a cabo ejercicios como el que el PRD se empeña en realizar, según dicen, en aras de la democracia y la equidad. La gran mayoría de partidos en el mundo democrático prefiere la elección por medio de delegados, es decir, miembros prominentes del partido con representación territorial, organizacional y honoraria que, en conciliábulo, los aspirantes exponen sus argumentos, sus propósitos; los delegados escuchan las propuestas, cuestionan y siguen las negociaciones, alianzas, sinergias, etc. se realiza una votación y se anuncia el humo blanco. Este tipo de procedimientos, minimiza el riesgo de ruptura y apertura de heridas que tienen las confrontaciones entre candidatos de un mismo partido.

Las razones por las que el PRD hace encuestas y consultas abiertas no son muy claras. Es probable que exista en el fondo una gran dosis de desconfianza entre los propios dirigentes y militantes; por otro lado, las corrientes que realmente son partidos dentro de otro partido son irreductibles y finalmente, están los intereses que tratan de salvaguardar la administración saliente que, requiere de la continuidad, como bien lo expresa la campaña de Luis A. Díaz, el candidato oficial.
Hasta hoy, Adrián Chávez, dirigente estatal del PRD ha sabido manejar el proceso. No es poca cosa. Los jugadores en escena son rudos, sobre todo, desde que Leonel Cota irrumpió en el proceso, primero como creador de un Frente sumamente crítico del grupo en el poder y luego, como candidato a la alcaldía de Los Cabos. Con el auxilio de el DIA, Chávez ha podido estabilizar en un marco de civilidad, hasta hoy, las ambiciones de los diferentes grupos y personajes que se disputan la gubernatura, las presidencias municipales y el congreso local, sin embargo, en la medida que avanza el proceso de selección, en la medida que se acercan las fechas fatales, es previsible un cisma sin precedentes en el partido que ya ha gobernado dos sexenios y que se apresta a gobernar el siguiente.

Aun cuando los partidos de oposición no representan ningún problema para la continuidad, es, como casi siempre en el PRD, la oposición interna la que amenaza con resquebrajar un partido ya muy desdibujado en el concierto nacional. Los buenos oficios de Chávez han alcanzado para procesar los acuerdos respecto de las formas de elegir candidato, sin embargo, la experiencia ya rica del PRD en la consulta abierta, revela que es en ese procedimiento donde han tenido las mayores dificultades.

Hay una serie de acuerdos que los precandidatos han firmado a regañadientes, ha sido necesario, cada vez, acudir a la Ciudad de México, precandidatos y sus impulsores se reúnen con la dirigencia del DIA, luego de regreso, ha sido el Comité Estatal quien ha sabido suavizar las intemperancias de los mas furibundos, es decir, quienes se ostentan como miembros de FDS.

Si bien, la idea inicial del PRD estatal era solucionar las candidaturas mediante encuestas, evitar llegar a la consulta, han tenido que ceder a las demandas del FDS que dirige Cota Montaño. Chávez ha declarado lo que parece mas bien un deseo, que las encuestas tienen el objetivo de propiciar una candidatura de unidad, no parece ser posible dado el encono con la que se ha atacado, sobre todo al candidato del oficialismo. Es decir, tendrán que llegar a la consulta abierta y con ello al conflicto.

Todo parece indicar que el conflicto está larvado, por hoy. En la medida que los discursos suben de tono, que los precandidatos del FDS culpan de casi todo al gobernador, que su blanco predilecto es Luis A. Díaz, que se exacerban los problemas en los ayuntamientos, que se sacan los trapitos al sol, que aumentan las cantidades de dinero circulante, el choque final, el de la consulta, será de pronóstico reservado. Sobre todo, si el gobernador insiste con su precandidato y en un proceso desaseado, logra llevarlo a la candidatura del PRD.

El mesías priista. Así como los partidos opositores al PRI han elaborado complejas alianzas para competir en otros estados –Puebla, Oaxaca, Sinaloa- quizás el PRI trata de pagar con la misma moneda en BCS. Queda descartado Luis A. Díaz, por ser el candidato de todas las lealtades oficiales. Pero es casi imposible que Rosa Delia y René Núñez puedan ser candidatos del PRI, es más fácil que se desbarate la alianza de partidos denominada DIA y que uno de esos partidos –PT o Convergencia- impulse a Núñez o Rosa Delia –en ese orden- . Aunque en política, bien lo sabemos, nada está dicho, hay quien piensa que el PRI, en cualquier caso, usará su alianza con el Verde Ecologista, para evitar prestar sus siglas a quienes han sido sus constantes críticos.

Es sin duda Marcos Covarrubias el candidato que el PRI espera, que ha demostrado su aceptación a la hora de las concentraciones y que ha remontado en las encuestas. Ya lo dijo “iré hasta donde el pueblo quiera” y ya se sabe que cuando un político menciona la palabra “pueblo”, en realidad está hablando de sí mismo. En pocas palabras, que no le hace el feo a la candidatura de otro partido. Se ha convertido así, en el candidato que no tiene la bendición, al menos aparente, del gobernador y tampoco ha simpatizado con el Frente Democrático de Leonel Cota, la verdadera oposición en el PRD. Es decir, la neutralidad aparente de Covarrubias le ha brindado una posición ideal a ojos del ciudadano, quizás no tanto, al interior del PRD. Tiene además un abolengo priista que no es del todo mal visto en el Revolucionario e Institucional.

Así, Covarrubias ha empezado a ser la manzana de la discordia. En el PRD saben que Covarrubias les garantiza el triunfo, pero también saben que es Narciso Agúndez el jefe nato al que no se puede desobedecer. Luis Armando Díaz se ha convertido en una apuesta riesgosa para el PRD y con el PRI al acecho, si no cambia de parecer, si se empecina en impulsar al exalcalde de Los Cabos, se la tendrán que ver con Covarrubias, de nuevo como priista. Así, el PRI estaría cobrando la tremenda afrenta que le hiciera Leonel Cota en el 99.

Para el PRI, inventar un candidato quizás ya no tenga tiempo para ello. La otra, lanzar a Manríquez, lo que estaría dando por muerta no solo la elección para la gubernatura, también las escasos triunfos que le pudiera deparar el acceso al congreso local. Sería además el triunfo de los dinosaurios del PRI y seis años de mayor confusión en un partido que no ha logrado, ni siquiera, ser una oposición confiable.

Los Cota Montaño. Por otro lado, los Cota Montaño, en caso de salir perdidosos, no se van a quedar con los brazos cruzados, harán cualquier cosa por dañar al candidato del gobernador, su mayor enemigo. Parecen haberse metido en un callejón sin salida. La mayor expresión de la desesperación del Clan es la candidatura de Leonel Cota a la Alcaldía de Los Cabos. Sabe a poco pero ante la andanada del Gobernador, de Luis Armando y de la mayoría de los presidentes municipales, excepto el de Los Cabos, es el activismo político de Leonel la única posibilidad de poder formal y de incidir con fuerza en la política sudcaliforniana. La otra posibilidad del Clan Cota Montaño es la legislatura que se vaticina, de nuevo, con mayoría perredista, quizás no abrumadora, pero la suficiente para formar mayoría en donde los Cota Montaño pudieran incorporar parte de los integrantes del FDS.

Todo hace suponer que de no llegar a un acuerdo, el poder omnímodo que alguna vez gozó Leonel Cota, se desgranará y se fragmentará, operada la maniobra, lo peor, por políticos de medio pelo, sin la capacidad, la astucia y las tablas de Leonel, quienes ahora lo mantienen afanado tras la alcaldía de Los Cabos. Territorio de Narciso y Luis Armando desde hace nueve años, cuando ascendieron por esa alcaldía, paradójicamente de la mano de Leonel Cota de quien se espera un golpe de timón, un giro inesperado, que provea a este thriller, de un final digno del género.

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