(Comentario que pasa a las 22.20 por el noticiero de Magacable, en La Paz)
Con el pretexto de ser mayoría en el congreso, los diputados
del PRI, PRD, Convergencia y Panal, han decidido autorizar –a toda costa- un endeudamiento superlativo -462 millones para el ayuntamiento de La Paz; de 498 millones
para el de Los Cabos que desde el mes de octubre, sus respectivos
alcaldes han estado maquinando, cuando su deuda acumulada ha sido de 115 millones para La Paz;
la de Los Cabos de 180; también con el subterfugio de la mayoría, tales
diputados pretenden hacer válida una asamblea irregular en la que lo único que
perseguían era quedar bien con sus alcalde –de La Paz y Los Cabos- para darles
más recursos que no sabemos, bien a bien
en que pretenden gastar.
Fuentes bien informadas (http://juanluisbcs.blogspot.com/2011/11/en-complicidad-diputados-priistas-y.html)
que tuvieron acceso a los documentos que recibieron los diputados, en los que
los alcaldes mencionados solicitan a la banca privada cientos de millones, refieren
que es realmente grotesca la forma que se presentan dichas solicitudes, sin
especificar las obras que se pretenden realizar, montos inflados en más de 150
millones, confusión en tasas de interés y plazos, mucho menos se especifica de
donde tomarán los ayuntamientos los recursos para su pago o cual será el costo
del servicio de la deuda. Asuntos básicos para los que no se requiere ser un
experto financiero, condiciones que se establecen en cualquier contrato doméstico.
La alianza de los diputados del PRI, PRD, Panal, y
Convergencia, por razones no muy bien definidas pretenden aprobar, a toda
prisa, unas condiciones de crédito que jamás aprobarían si se tratara de sus
bienes personales. Sin mayor reflexión, sin cuestionamientos, sin exigencias de
ningún tipo, nuestros representantes en el congreso, se han tornado en
empleados de los presidentes municipales a los que parece responder su lealtad
y no a quienes los eligieron.
Este es un ejemplo del porqué, los políticos en general no
aprueban reformas ciudadanas como la
reelección, forma de premiar o rechazar
a un diputado –como en este caso- que no representan los intereses de sus
electores, en cambio, se muestran solícitos y hasta serviles con quienes,
seguramente los premiarán por cuadruplicar la deuda municipal, sin discusión,
sin análisis, sin modificaciones, sin respeto a su investidura.
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