lunes, 29 de marzo de 2010

ARMANDO MANRÍQUEZ

Sin duda el pintor sudcaliforniano mas virtuoso que ha existido. Habrá quizás otros mas vanguardistas, más modernos, postmodernos incluso, pero Armando era un maestro con todo el sentido de la palabra.

Debo de decir, conocí muy poco, en lo personal a Armando Manríquez, pero cada vez que lo veía le hice sentir que me encantaba su obra y que era mi pintor preferido, lo conocí mucho más por su obra, una obra personalísima con una fuerte tendencia al mar y sus contenidos, a la costa desértica, al agua que nos rodea casi por todas partes, sin llegar desde luego a un regionalismo directo y arcaico. La pintura de Armando tiene ese talento que se sabe universal ante todo, pero que se adivina en su aura una pertenencia, una procedencia localizable; su pintura tiene identidad, denominación de origen que se intuye en la primera impresión. Sus líneas claras, bien definidas de gran dibujante centran la vista del espectador inmediatamente, después, la mezcla de colores que parecen caprichosas y que van dando forma al todo, al final, el cuadro completo y la percepción del toque genial, la presencia del duende creativo que acompañó toda su obra.

Con el tiempo, con la constante admiración pude distinguir perfectamente las líneas y los colores de Armando, que para un diletante no es cualquier cosa, mucho menos para un pintor, que alcanzó, como se podrá deducir, su muy particular estilo que puede ser reconocido por quienes no somos expertos.

La primera vez que vi la obra de Armando fue hace unos veinte años, me maravilló el uso de colores y la habilidad para el dibujo. Gustaba de las figuras marinas como caracoles y peces en las que se regodeaba con el color y el lápiz. Era sumamente minucioso y buscaba denodadamente lo que quería: el tono, las sombras, la perspectiva, las múltiples caras de las figuras en bocetos que repetía hasta encontrar su firma personal. Independientemente de la técnica, la maestría del croquis se imponía y era, sin duda, la parte mas distintiva de la obra de Armando.

Quizás, igual que su trayectoria pictórica, es destacable su labor como maestro. Toda la vida dio clases, desde que salió de La Esmeralda, Armando se dedicó a enseñar a los jóvenes, siempre mantuvo un ojo en su obra, otro en la enseñanza.

Afortunadamente pudimos adquirir obra que conservamos como un tesoro. Siempre que lo veíamos le recordábamos que había prometido otra exposición de caracoles y peces que queríamos adquirir. De esos cuadros ya no le quedaba ninguno, se le iban de las manos, sin embargo, supongo tenía su tiempo, su temperamento, sus ganas para volver a hacerlos.

De carácter introvertido, se sonrojaba fácilmente ante el elogio. Daba la impresión que quería que lo tragara la tierra cuando se celebraba su habilidad y su talento. Prefería refugiarse en su estudio, en sus clases que escuchar palabras de admiración que provocaba -que provoca- con sus cuadros. Como los grandes, quizás consideraba su talento tan natural que no requería adjetivos ni ponderaciones, simplemente estaba ahí y lo ejercía.

Armando falleció el 21 de marzo. Supongo –espero- que las autoridades culturales y educativas recuerden de alguna forma su memoria y su talento con una muestra de su mas representativa obra.

1 comentario:

Antonio Hernandez Garza dijo...

Hoy en la mañana, escuche el nombre del maestro Manriquez en un programa de la radio local; imagine que habria una exposicion de el, pues no oi mas.

Busque en los diarios de esta ciudad (por Internet) una nota que indicara el lugar donde se llevaria a cabo esa supuesta exposición, sin lograr encontrar nada.

Al buscar en Internet, por su nombre, encontre este blog en donde me estoy dando por enterado que el maestro, mi maestro durante un año en la Casa de la Cultura, habia fallecido....

Su partida fue hace un año, y en su momento no supe de ello.

Descanse en paz el Maestro Manriquez !!!