jueves, 15 de abril de 2010

LAS HORAS BAJAS DE NARCISO AGUNDEZ

Introducción. Los grupos en disputa por el poder en BCS se adentran, cada vez más, en las crisis que ellos mismos provocaron. Por un lado, Leonel Cota sin las expectativas que levantó con la fundación del Frente Democrático Sudcaliforniano, por otro lado, el Gobernador, Narciso Agúndez que parecía que todo le salía a pedir de boca, se le ha empezado a hacer bola el engrudo de la peor manera y ha empezado a sentir la presión del último año de gobierno. Horas bajas que bien podrían aprovechar otros partidos, otros grupos, especialmente el PRI, que es la única oposición con capacidad para dar una sorpresa en este pleito de dos que pertenecen a la misma cuadra.

Si bien la sangre no ha llegado al río, los agravios nos son intolerables aun. El grupo que llegó al poder en el 99 tiene tiempo y espacio para la conciliación, sin embargo, la vocación autolesiva del PRD es de antología. Aunque el perredismo sudcaliforniano es muy singular: casi todos provienen del PRI y se pasaron al PRD mas por motivos electorales, mucho menos por tendencias ideológicas, convicciones o congruencia política; el blanco, el fin, era el poder y lo consiguieron, ahora hay que mantenerlo y no está resultando fácil. Al patriarca le crecieron los enanos y la batalla del sexto año apenas empieza.

Pato cojo. Narciso ha tenido que tragar sapos gordos en el peor momento de su administración, es decir, cuando inicia el cuesta abajo de su último año de gobierno; cuando se empieza a convertir en el “pato cojo” consecuencia del desgaste ubernamental y de los plazos fatales; cuando las lealtades empiezan a mirar hacia su posible sucesor; cuando la oposición no solo está en los partidos sino en su propio equipo; cuando se accede –Borges dixit- en la historia circular y no queda más que exclamar ¡et tu Bruté!, porque ahí están -ahí estarán- los Idus de Marzo… del 2010.

Sucede cuando el control ya no es total. El poder se difumina y el poderoso inicia esa pesada conversión a ciudadano de a pie, a persona ordinaria que deja tras de sí una estela que tendrá las más diversas interpretaciones, así como juicios populares justos o injustos que ya no podrán ser modificados por una Dirección de Comunicación Social, ni por la llamada al director del diario, ni en el desayuno con el comentarista matutino, ni en la fuente reporteril. Se encontrará solo y sin malla de protección.


No se harán esperar las otras sospechas que recaen generalmente sobre los gobernantes que inician ese lento strep- tease del poder que dura un año: las sospechas de enriquecimiento ilícito, las indiscreciones que salen de oficinas de “al lado”; el colaborador al que se le va la lengua; las propiedades, las tierras, los autos de lujo; las asociaciones con capos de la droga y el lavado de dinero; los parientes incómodos; las patéticas pretensiones de cultura y refinamiento; las manías sexuales y hasta los modales en la mesa y en el sanitario.

Los secretos y secretillos pasan a ser del dominio público y no hay manera de atenuarlos. Todo gobernante, ha de sufrir en su último año, ese bajón que se extiende, se disemina, ahora con internet, de manera exponencial. En buena parte depende de los más o los menos, de los pecados o de los pecadillos que el gobernador y su equipo han acumulado durante estos cinco años. Mucho de rumor, otro tanto de medias verdades aderezadas con realidades comprobables; absurdos y suposiciones serán los signos que inicien el despido del cada vez más solitario habitante del Palacio de Cantera.

El Informe. Narciso Agúndez no pudo tener un informe más desventurado, por un lado, las muestras de repudio de los deudos del joven abogado asesinado a mansalva, un caso mal manejado que se torna cada vez más confuso. Antes de presentar el informe escrito al Congreso, fue abordado por una muchedumbre encabezada por el padre del occiso, el Gobernador prometió “llegar hasta las últimas consecuencias” en la investigación -¿Dónde he escuchado esta frase?- sin convencer a los manifestantes, accedió al Congreso donde fue abucheado por otros inconformes con su gobierno y por militantes del PAN que aprovecharon la situación.
Sin poder soportar la presión, el gobernador hizo señales obscenas y fuera de lugar a los reclamantes; un comportamiento soez, ordinario, grosero, algo que fue reprobado por la ciudadanía y dispuso a los reclamantes para subir el tono de sus demandas, por la tarde en la explanada del nuevo Hospital Salvatierra –su obra magna- .

Por si fuera poco, en las investigaciones de la muerte del joven abogado, se cuela un testimonio en el que se culpa a “un hijo del gobernador” del asesinato. Algo que se encargaron de desmentir inmediatamente, pero el daño ya estaba hecho. Las sospechas corrieron por cuenta de la ciudadanía que caía en cuenta en las razones que tuvieron las autoridades para hacer confuso un caso que parecía sencillo de investigar y resolver. No fue así, el asunto ha hecho rodar cabezas y el prestigio de NAM, muy bien calificado antes del informe -según Mitofsky- debe encontrarse por debajo del 50% de aceptación popular.

La justicia, el congreso, el nuevo procurador. Algunos analistas creen que una de las mayores fallas de NAM se encuentra en el campo de la procuración de justicia. Deslices muy visibles fueron solapados por el propio gobernador que, aparentemente, restó importancia a las voces que le indicaban cambios en este rubro desde el tercer año de gobierno.


Es precisamente por donde se ha empezado a desgranar el régimen de Narciso Agúndez. El caso del joven abogado asesinado en un bar de la capital, es solo un síntoma agudizado de una larga acumulación de errores y despropósitos que no fueron atendidos a tiempo y que devinieron en una crisis en el momento menos oportuno, cuando las posibilidades de rectificar y enmendar con éxito son menores.
Si bien la renuncia del procurador se antojaba tardía, el nombramiento a priori de un nuevo procurador sin experiencia institucional, sin prestigio académico ni laboral, parecía ahondar más la crisis que se extendió hasta el congreso. Una vez propuesta la terna por el jefe del ejecutivo para seleccionar al nuevo procurador, el Congreso de nuevo jugó un papel cortesano y deleznable.

Los diputados, implicados en asuntos sucesorios y electorales, con más interés en su propio ombligo que en sus representados, se comportaron como los levantadedos típicos del antiguo régimen: ni pisca de crítica, ni cuestionamientos profundos, perspicaces, ni análisis serio, ni controversia hubo en el reciento reservado al choque de opiniones de la sociedad, solo existió la aceptación vergonzosa, en silencio, de la propuesta del gobernador.
Después surgiría el rumor –que se extendió por correo electrónico- que fueron sobornados por trescientos mil pesos cada uno. Habladurías, bisbiseos, respuestas populares que, en vista de la conducta de sus diputados, el ciudadano está dispuesto a darles crédito.

La presión social. Ante una sociedad que no encuentra satisfacción en las respuestas del gobierno; con un congreso entregado a los brazos del ejecutivo, maleable y endeble, divorciado de la masa que representa; sin medios de comunicación críticos que canalicen el descontento social, era previsible que personas afectadas, partidos de oposición, organizaciones civiles se manifestaran de manera ruidosa, en el V Informe.
Quizás en cinco años de genuflexiones del congreso, de halagos mediáticos y encuestas autologiosas, de acarreos y porras, la protesta civil enseñó al ejecutivo la otra cara de la moneda, la de una realidad que está afuera de esa burbuja opaca con la que, con frecuencia, se aísla a los gobernantes. El cara a cara con la muchedumbre enardecida dejó sin palabras a Narciso Agúndez que esperaba una entrega apacible del informe ante el congreso.

Ante el público La respuesta del gobernador fue la de un macho dominante que muestra la hombría, como el antropoide alfa muestra los genitales en señal de poder, pero la lectura tanto para etólogos y zoólogos es mucho más profunda: es la réplica del macho acorralado, a punto de entregar sus genes, sus hembras y sus privilegios. Son gestos inútiles, patadas de ahogado.

El caso del Zeta. Para mas desgracias narcicísticas, el periódico Zeta del vecino estado del norte localizó una veta muy explotable. El Zeta encontró un hueco que no ha sido llenado por los medios de BCS, es decir, la crítica a la que los medios –como servicio público- están obligados a realizar en nombre del buen periodismo ha estado ausente desde que el grupo, hoy en el poder, ascendió en 1999. La mayoría de los medios de comunicación, al menos los más poderosos, los mas recurridos por la población, fueron de alguna manera seducidos por el régimen.



Ante este estado de cosas, ante la falta de ese escape de la olla de presión que son las sociedades modernas sin voz; ante la complacencia de los periódicos y medios electrónicos; ante el único medio de escape que han sido los blogs y los medios que proporciona internet a una pequeña capa de la población, el Zeta ha aprovechado el vacío para, mediante espectaculares portadas, denunciar las irregularidades del gobierno.
Sin embargo, es evidente que en el Zeta hace falta un periodismo genuino, investigador y menos amarillista, pues lo que la enfática portada muestra, no se sostiene en las páginas interiores; utiliza esas expresiones que inculpan pero no demuestran como: “se dijo”, “se supone”, “hay indicios”, “se supo” que debilitan lo dicho en la portada, lo que parece mas un timo del periódico a un lector que cree que en las páginas interiores encontrará notas esclarecedoras, cuando lo único que hace es un eco a los rumores populares que corren –como en todas partes- en la BCS.

Por lo pronto, el semanario ha encontrad una buena manera de hacer dinero con un ejemplar que se vende a 25 pesos, que se distribuía solo en BCN y sur de los USA, ahora se ha extendido a BCS con un amarillismo que recuerda los tiempos del El Gato Félix, de un periodismo corrientón y populista. Así, El Zeta vive un periodo de luna de miel con los sudcalifornianos mientras los medios locales no se despabilen y hagan su trabajo que, por supuesto, no es elogiar al Príncipe en turno.

Conclusión. El panorama, como se ve, no es nada halagüeño para Narciso Agúndez que ha tenido un gobierno sin muchos contratiempos. El año difícil, el de la despedida que inicia con el V Informe requiere de toda la sapiencia que ha acumulado a lo largo de cinco años, en el que también se acumulan enconos y deslealtades; resentimientos y adversarios que parece se multiplican.




La irrupción del FDS y sus propuestas contrarias a las del gobernador, los errores que se acumulan, la actividad electoral de los partidos políticos opositores, la pelea por los espacios, por los vacíos de poder que, paulatinamente va dejando el gobernante ha punto del retiro, serán los puntos de análisis en los próximos meses que culminarán con la nominación de un sucesor, quizás la última gran pelea que tendrá que dar Narciso Agúndez y que marcará indefectiblemente su futuro y su lugar en la historia de BCS.

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