Introducción. El grupo hoy en el poder que llegó con las siglas del PRD aliado con PT y Convergencia al gobierno de BCS se debate hoy en la forma de seleccionar al candidato a la gubernatura. Por un lado, el FDS que dirige Leonel Cota, impulsa el método de la consulta ciudadana; por el otro, el gobernador Narciso Agúndez quien propugna por la encuesta. Ese parece ser el mayor diferendo entra estas dos figuras políticas y sus adeptos.
Todo parece indicar que los operadores nacionales del PRD, PT y Convergencia, partidos asociados tradicionalmente en BCS se inclinan por la encuesta, mientras Leonel Cota hace esfuerzos heroicos para que este método no sea adoptado finalmente por esas formaciones políticas. LCM utiliza todo su capital político, toda su capacidad de fuego y ya ha empezado a acelerar su ofensiva: cuanto medio de comunicación está a su disposición para argumentar a favor de la consulta abierta, que trata de vender como la más democrática y predictiva del triunfo en detrimento de la encuesta.
La discusión parece ociosa puesto que el PRD y aliados no parecen tener adversario de cuidado. Las elecciones intermedias han demostrado el control del PRD quien ha obtenido “carros completos” tanto en las municipalidades como en el congreso. La única manera que tiene el PRD de perder una elección, hoy por hoy, sería mediante la división de su cúpula, por lo tanto, de sus votantes.
Es obvio, entonces, que la manera de seleccionar al candidato a la gubernatura no es la diferencia fundamental, tal diferencia es solo el síntoma del padecimiento de base; es solo la expresión de un malestar que se viene incubando desde el inicio del sexenio agundista y que, como se esperaría, hace crisis cuando Leonel Cota quiere retomar las riendas del poder en BCS.
Encuesta o consulta abierta, esa es la cuestión. Para el PRD, la consulta ciudadana debería estar casi prohibida en sus estatuto. Cada vez que ha renovado la dirigencia nacional mediante una consulta, los resultados han sido funestos: discusiones y altercados que han dejado hondas secuelas en ese partido. No solo ha provocado la división de sus militantes, han escenificado espectáculos lamentables de acarreo, falsificación de credenciales, compra de voto y las peores trapacerías que criticaron al PRI no hace mucho tiempo. Por lo tanto, con cada consulta ciudadana, el prestigio de la izquierda ha quedado por los suelos. Quizás es la razón más poderosa para que la dirigencia perredista prefiera la encuesta.
Si se agrega que la consulta ciudadana requiere de un despliegue intenso de organización, de recursos económicos, tiempo y trabajo de militantes; además de precampañas en las cuales hay ataques e insidias y que la civilidad suele desaparecer entre candidatos que pertenecen a un mismo partido, la encuesta resulta un método más adecuado que la consulta.
Todo parece indicar que los operadores nacionales del PRD, PT y Convergencia, partidos asociados tradicionalmente en BCS se inclinan por la encuesta, mientras Leonel Cota hace esfuerzos heroicos para que este método no sea adoptado finalmente por esas formaciones políticas. LCM utiliza todo su capital político, toda su capacidad de fuego y ya ha empezado a acelerar su ofensiva: cuanto medio de comunicación está a su disposición para argumentar a favor de la consulta abierta, que trata de vender como la más democrática y predictiva del triunfo en detrimento de la encuesta.
La discusión parece ociosa puesto que el PRD y aliados no parecen tener adversario de cuidado. Las elecciones intermedias han demostrado el control del PRD quien ha obtenido “carros completos” tanto en las municipalidades como en el congreso. La única manera que tiene el PRD de perder una elección, hoy por hoy, sería mediante la división de su cúpula, por lo tanto, de sus votantes.
Es obvio, entonces, que la manera de seleccionar al candidato a la gubernatura no es la diferencia fundamental, tal diferencia es solo el síntoma del padecimiento de base; es solo la expresión de un malestar que se viene incubando desde el inicio del sexenio agundista y que, como se esperaría, hace crisis cuando Leonel Cota quiere retomar las riendas del poder en BCS.
Encuesta o consulta abierta, esa es la cuestión. Para el PRD, la consulta ciudadana debería estar casi prohibida en sus estatuto. Cada vez que ha renovado la dirigencia nacional mediante una consulta, los resultados han sido funestos: discusiones y altercados que han dejado hondas secuelas en ese partido. No solo ha provocado la división de sus militantes, han escenificado espectáculos lamentables de acarreo, falsificación de credenciales, compra de voto y las peores trapacerías que criticaron al PRI no hace mucho tiempo. Por lo tanto, con cada consulta ciudadana, el prestigio de la izquierda ha quedado por los suelos. Quizás es la razón más poderosa para que la dirigencia perredista prefiera la encuesta.
Si se agrega que la consulta ciudadana requiere de un despliegue intenso de organización, de recursos económicos, tiempo y trabajo de militantes; además de precampañas en las cuales hay ataques e insidias y que la civilidad suele desaparecer entre candidatos que pertenecen a un mismo partido, la encuesta resulta un método más adecuado que la consulta.
En BCS, el PRI nunca había hecho una consulta ciudadana, se abrieron a ella en 1999, cuando Antonio Manríquez salió favorecido, fue Leonel Cota quien alegó fraude y dados cargados en su contra, argumento que utilizó para buscar la candidatura por el PRD y así derrotar al partido que lo había prohijado. Por primera vez el PRI había rechazado el “dedazo” tan antidemocrático pero que tantos triunfos le había dado en su historia al tricolor. Hoy estarán aun arrepentidos de no haber usado el viejo y tradicional pero infalible método para seleccionar candidatos.
Por otro lado, también es cierto que fue una consulta ciudadana la que llevó a Narciso Agúndez a la candidatura del PRD. Las encuestas favorecían a Rodimiro Amaya. Fue, en efecto, Leonel Cota quien insistió en el método con el que salió triunfador el actual gobernador.
Aunque cuando un político tiene ya montado su proyecto, posee ambiciones, el ego inflamado y las cuentas razonables, no importan encuestas o consultas, si no es favorecido por cualesquiera de las dos modalidades, invocará fraude, arreglos cupulares y demás pretextos para salir a buscar fortuna a otro partido, la corta historia de la transición democrática en México está llena de ejemplos
Las preguntas. Quizás para analizar la situación actual entre estas dos fuerzas, antes aliadas, vale la pena regresar el tiempo a la sucesión de LCM y preguntarse la razón por la que Leonel Cota escogió a Narciso Agúndez como su sucesor.
Se podrá alegar que Narciso Agúndez fue seleccionado por una consulta abierta, primero en el PRD y luego en la elección general del 2005. Eran otros tiempos: Leonel Cota gozaba de una gran prestigio, se empezaba a convertir en un patriarca y era el hombre fuerte de un movimiento triunfador; una palabra suya bastaba para hundir o encumbrar al más pintado; los medios elogiaban su gobierno y tenía la amistad de López Obrador, que rumbo al 2006, según las encuestas los perfilaban casi seguro presidente de México, a Leonel Cota lo esperaba un ministerio y ya se preparaba para la dirigencia nacional del PRD. Era la personificación misma del poder, sus deseos eran órdenes, bastó con un gesto, una señal para manejar, mediante operadores adecuados, la elección de Narciso Agúndez.
Ningún gobernante puede resistirse la tentación de dejar en su lugar a quien más le convenga. Si no hay oposición, seguro llevará a cabo sus deseos. Era el caso de LCM y su deseo fue colocar en línea de sucesión a Narciso Agúndez. Las razones por las que escogió a Agúndez son las misteriosas. Para comprender la selección de Agúndez M. es preciso evocar a los precandidatos en competencia: Rodimiro Amaya y Víctor Guluarte.
Rodimiro con fama de hombre acaudalado mucho más lejos de la izquierda que el resto, era el favorito del círculo cercano al propio gobernador, quizás el que tenía mayor experiencia política. Víctor Guluarte, por otra parte, había recibido espaldarazo tras espaldarazo de Leonel Cota, lo había encumbrado hasta sitios quizás superiores a su nivel de competencia; era el más cercano en términos de compañerismo desde que ambos militaban en el PRI.
Narciso, en cambio, había tenido menos proximidad con LCM pero había fundado el PT sudcaliforniano, parte de las alianzas con las que el PRD accedió al poder en el 99, de ahí se catapultó a la presidencia municipal de Los Cabos –por el PT- y luego a la diputación federal –por el PRD- de donde desembarcó para ser precandidato.
El asunto del parentesco no parece ser tan convincente como señalan sus malquerientes. Parentescos que provienen de la endogamia sudcaliforniana, sin fuertes vínculos familiares es el caso de Leonel y Narciso, como el de muchos sudcalifornianos.
Tampoco parecían ser tan afines en asuntos políticos, mucho menos viejos compañeros de luchas sociales. Es más verosímil la teoría de la trascendencia sexenal que ni Rodimiro ni Guluarte - por su individualidad, su independencia, sus ambiciones- le podían garantizar a Leonel Cota. En cambio, Narciso Agúndez, al ser un político menos carismático, con menos posibilidades que los otros precandidatos del PRD, sería más “agradecido”, mas obligado por la deferencia. Para muchos, la tendencia de Leonel Cota de fundar una dinastía y trascender el poder mas allá de su mandato legal, fue la causa que llevó a NAM a la candidatura. Se preveía más manejable y más dúctil, aunque los cercanos a Narciso Agúndez sabían que era más audaz de lo que parecía.
Otra pregunta. ¿Cuál es el interés de Leonel Cota en la lucha electoral del 2011?. Según el dirigente del FDS, la finalidad es encontrar los mejores candidatos, los que aseguren el triunfo con la mayor legitimidad posible. Someter a los precandidatos primero, al escrutinio público mediante elecciones internas, luego, asegurar el triunfo en las elecciones estatales. Las declaraciones apuntan a un ejercicio de higiene política, de tender un manto inmaculado sobre la elección de candidatos. Conceptos subjetivos, difíciles creer en un político.
El problema, más que el método para seleccionar, es ¿a quién seleccionar?
NAM propone la continuidad de su gobierno mediante Luis A Díaz. A lo largo de estos choques, se ha podido observar que uno de los objetivos de LCM, sin duda, es sacar a Luis A. Díaz de la contienda. La cantaleta del FDS es la consulta abierta a la ciudadanía, es decir, en el FDS no confían en las encuestas, no tienen la capacidad económica del gobernador, por lo tanto, la única posibilidad de triunfo de Rosa Delia Cota o cualquier otro propuesto por el Frente, es, efectivamente, la consulta ciudadana.
Aunque los dirigentes nacionales del bloque partidista DIA (Diálogo para la Reconstrucción de México que agrupa PRD, PT y Convergencia), las declaraciones de Camacho Solís no dejan lugar a dudas de que la encuesta seré la forma que seleccionará a sus candidatos, una de las razones que arguyó fue que: “Hay gente que dentro de un partido puede controlar la maquinaria electoral, pero que no tiene el apoyo no solo del resto de los simpatizantes de esa fuerza política, sino que estamos hablando de elecciones donde participa toda la sociedad” (Tribuna de los Cabos 16 marzo). Parece que la decisión está tomada. Sin embargo, recientes declaraciones de Leonel Cota a desdicen las palabras de Camacho Solís.
Pintar la raya. Es evidente que la maquiavélica frase “divide y vencerás” no es aplicable a las fuerzas que hoy detentan el gobierno de BCS. Dicha división puede traer resultados fatídicos.
Si la discusión encuesta- consulta no se resuelve, “pintaremos nuestra raya” dijo Leonel Cota ante el público simpatizante del FDS, es decir, la ruptura con el PRD.
El camino ya lo ha marcado López Obrador: tomar distancia del PRD, avalar candidatos del PT o Convergencia y encabezar su propio proyecto político. El problema para Leonel Cota en caso de perder el pulso contra el gobernador es que los partidos que le dan cobijo a López Obrador, en BCS se han adherido a las decisiones del DIA que dirige Camacho Solís, que pugnan por la encuesta; por otra parte, López Obrador tiene un proyecto personal muy claro: la presidencia de la república, en cambio, Cota Montaño solo puede aspirar –en BCS- a avalar a los candidatos que se deriven del FDS, en los que se encuentra, desde luego, Rosa Delia.
Si la discusión encuesta- consulta no se resuelve, “pintaremos nuestra raya” dijo Leonel Cota ante el público simpatizante del FDS, es decir, la ruptura con el PRD.
El camino ya lo ha marcado López Obrador: tomar distancia del PRD, avalar candidatos del PT o Convergencia y encabezar su propio proyecto político. El problema para Leonel Cota en caso de perder el pulso contra el gobernador es que los partidos que le dan cobijo a López Obrador, en BCS se han adherido a las decisiones del DIA que dirige Camacho Solís, que pugnan por la encuesta; por otra parte, López Obrador tiene un proyecto personal muy claro: la presidencia de la república, en cambio, Cota Montaño solo puede aspirar –en BCS- a avalar a los candidatos que se deriven del FDS, en los que se encuentra, desde luego, Rosa Delia.
Es posible que Leonel Cota esté sobrestimando su capacidad política. El FDS no ha tenido los repuntes que se esperaba, camina a pasos lentos y Leonel tampoco levanta las expectativas del 99. Difícil es volver a los tiempos de la popularidad, el liderazgo y el control férreo. Cota Montaño ha tenido serios desgastes en la opinión pública sudcaliforniana, si finalmente decide seguir los pasos de López Obrador, estará en dificultades para conseguir un partido de izquierda que abrigue el proyecto del FDS.
Final. La diferencia encuesta-consulta que divide a la clase política que llegó al poder en el 99, cada vez diluye mas a este grupo que aparentaba mayor cohesión. La actividad política de Cota Montaño se opone a los deseos sucesorios del actual gobernador que amenaza con proponer a un candidato que no es del agrado del exgobernador.
Es difícil que el DIA, la nueva organización que agrupa al PRD, PT y Convergencia cambie su parecer respecto de la Encuesta, las ventajas de estas son inmensas respecto de la Consulta.
En Los próximos meses, estos dos protagonistas principales seguirán en el diferendo Encuesta- Consulta mientras en las cañerías, en los resquicios del régimen, los intereses reales empiezan a emerger y a revelar lo que subyace en el fondo de esta discusión bizantina. Habrá que ver si las motivaciones de LCM son tan poderosas como para, efectivamente “pintar la raya”, abandonar el partido que encumbró y lo encumbró al poder.
Es difícil que el DIA, la nueva organización que agrupa al PRD, PT y Convergencia cambie su parecer respecto de la Encuesta, las ventajas de estas son inmensas respecto de la Consulta.
En Los próximos meses, estos dos protagonistas principales seguirán en el diferendo Encuesta- Consulta mientras en las cañerías, en los resquicios del régimen, los intereses reales empiezan a emerger y a revelar lo que subyace en el fondo de esta discusión bizantina. Habrá que ver si las motivaciones de LCM son tan poderosas como para, efectivamente “pintar la raya”, abandonar el partido que encumbró y lo encumbró al poder.
Habrá que ver también, si la capacidad de NAM alcanza para esquivar el acoso de LCM y sortear con éxito el último año de gobierno. Es quien tiene menos que perder: quizás en su horizonte se encuentre el espacio para el retiro, la tregua, el descanso. Mientras que en el horizonte de Leonel que no encuentra sosiego, la lucha y la reyerta del animal político; la avidez por el poder y la prolongación genética en el escenario darwiniano de la política sudcaliforniana.
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