jueves, 22 de enero de 2009

REGRESO

Por motivos ajenos a las ganas y al talante del bloguero, este espacio dejó de publicarse unos meses. Ya está de regreso para los amigos que lo leen y que se comunican tanto para criticar lo que aquí se escribe como para felicitar la apertura de un espacio eminentemente sudca donde plasmar inquietudes, broncas, informaciones y lo que salga de la caja de pandora que es esta seca y pedregosa media península.

El motivo por el que este blog se estancó está intimamente relacionado con la firma HP, fabricante de mi equipo cibernético.

Verán: hace un año y cacho adquirí un buen -en el papel- equipo portátil; chorrocientos bytes y
millones de gigabaytes en el ram y en el duro, además de un procesador chingón, cámara integrada, dvd + RW +RL y mucho mas dispositivos que se escondían en un perfecto rectángulo color plata y portada blanquesina marmórea, elegantona y apantalladora -pa que mas que la verdad-. Loco de contento con su cargamento de felicidad, el bloquero se dispuso a usar tan tremendo equipo que llegó a costar cerca de quince mil pesos mas el agio de los intereses del plástico de bancomer.
Exactamente al año de usar el refinado y exquisito armatoste, empezó a malfuncionar, aunque antes ya se le habían caído dos teclas (mayúsculas y tab) y los hules de la base.

Puesto a reclamar el esperpento, la factura acudí a Microsistemas, lugar de la adquisición. El encargado respondió, hasta eso con cara compungida que "el problema parece ser del sistema pero HP no tiene en La Paz ninguna representación y menos servicio técnico" - y entonces por qué venden ustedes esos productos- alcancé a decir -nomás-. Faltaba una semana para que expirara la garantía que finalmente expiró en un intento de revisión de parte de un taller que se encuentra en la calle Altamirano casi esquina con 16 de septiembre donde se me dijo que no había caso, que el asunto era difícil. Acto seguido me cobró 300 pesos.

En eso me envían a mi correo una encuesta de HP acerca de sus productos -había adquirido además una impresora- a la que respondí a todas las preguntas con 0 (del 1 al 10...empezaban todas las cuestiones), aproveché para explorar la página web de HP y me encontré en la maraña cibernética, una página que anunciaba con letras pequeñas que el producto HP pavillion dv6420la Notebook" el de la serie GM podía tener un defecto y que los síntomas eran los siguientes: tarda para arrancar, se apaga el wireless y otras linduras. Todos los síntomas tenía mi elegantísimo aparato de "edición limitada"

La trasnacional ponía a las órdenes de los usuarios adquirientes un teléfono al cual, ipso facto, llamé. Desde luego que respondieron con la consabida: presione 1 si es usuario personal, 2 si es empresa. Presioné el 1 donde empezaba otra cantaleta: presiones 1 si llama del DF, 2 si llama de provincia. Presioné el 2 y otra: 1 si es heterosexual, 2 si le hace agua la canoa, etcétera hasta que finalmente di con servicio de reparaciones o algo así.

Después de una inquisisción de alguien que no era una voz impersonal y que se identificó con su nombre quedamos en que enviarían mediante una empresa de mensajería, una caja en donde debería depositar el pavillion defectuosa y así se hizo. Dicho movimiento se efectuó el 28 de octubre de 2008.
Esperé paciente los 15 días de plazo máximo que la propia HP se adjudica para arreglar los desperfectos. Pasaron los 15 días y nada. pasaron otros 5 mas y nada, así que decidí hablar al teléfono (Centro de tecnología) donde se me pidió el número de orden de servicio y otros datos para que luego me respondieran que no, aun no estaba reparada.
A la manera de Job pasaron otros quince, volví a hablar al dichoso número pasando por el filtro del "presione el......", la misma respuesta. Se acercaba diciembre y cada viernes llamaba para preguntar por mi "edición limitada" y del otro lado se me respondía que "la pieza no llegaba". Como si fuera el taller de mi amigo El Piojo que arregla licuadoras, planchas, radios, TV y hasta hornos de microoondas que a fuerza de echar a perder, finalmente aprendió a reparar -eso dice-.

Cada vez mas encabronado les respondía que me la enviaran así como estaba y una retahíla -ya encarrerado- de palabrotas -destinadas a la empresa, desde luego- ante el empleado que simplemente me escuchaba, supongo que con el callo del oído y la sintonía puesta en "me vale madres".

Pasó diciembre y nada.



Finalmente el día 19 de enero llegó por mensajería -igual como se fue- un paquete que contenía la dichosa pavillion edición limitada, supuestamente arreglada, que además contenía un papelito con una palomita en un cuadro que decía "reposicion de tarjeta madre"....ni las teclas caídas le pusieron los muy culeys de HP invent.

La máquina se conecta a internet, abre todos los programas pero todavía tarda en prender; ahora se bloquea cuando menos lo espero y la ruedita del tiempo de window vista se queda dando vueltas en el programa menos pensado y de ahí no da ni para atrás ni para adelante; el DVD ya no sirve y la batería ya no le dura ni 15 minutos. No está peor pero, como canción del Buki, no saca de ningún apuro
Traté de hacer una denuncia en línea por la Procuraduría del Consumidor pero me piden que escanee cuanto papel desde mi identificación del IFE, la factura y números de orden etc y la verdad me da gueva. La verdad es que no he ido a poner la demanda a la Profeco por incredulidad y desconfianza en las instituciones de la república, aunque de todas maneras la pondré....por no dejar.

Finalmente me enredé con otra laptop porque mi vieja PC es muy lenta y anciana, sirve para el trabajo fecundo que espera, en su participación, un cheque o pago en matálico; para el ocio y el blog está mi nueva laptop de la firma Dell que espero, esté mejor fabricada por chinos mas
espabilados o indios -de la India- mejor entrenados por los neolibrales de Silicon Valley. A HP invent solo le deso que quiebre; que la crisis la desaparezca; que al presidente y accionistas mayores se les pudra el fundillo y que nadie les compre nada y el carro que tienen en fórmula uno llegue, la proxima temporada en el último lugar. ¿que más?.

Si la Dell me sale buena, el blog seguirá sin interrupciones.

PD. en efecto Cali, es CONDOHOTEL y no econhotel como este bloquero escribió. Perdón -aunque como dijo otro lector, "no es lo importante"
En efecto, hay quien piensa que cualquier cosa que abra fuentes de trabajo es bueno; hay quienes pensamos que no. Que las leyes se hicieron para cumplirse y no son suceptibles de votos, encuestas ni referendums. Que los gobiernos tienen el deber -mucho mas uno que se dice de izquierda (?)- de defender los deseos de los ciudadanos frente a la voracidad de los empresarios y ganones de siempre.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

ja,quien te manda por no bautizar a la "foca" es castigo divinio, lo proximo que te pasara es que la "dell" sera poseida y tampoco fonunciara,ya en serio bienvenido a una de las mas duras pruebas que ni el santo "job" podria soportar, con la profeco te vas a agarrar a chingazos y ni asi,preguntales a los que se quedaron con boletos de aerotranslafia", solo les dieron una foto del bigote de arecchiga(jajaja).
Ese famoso condohotel se ha construido a base no solo de fregar a la ecologia sino tambien a varios contratistas,herreros y demas yerbas de esta capital sudca, eso no dicen, solo se cantan alabanzas
Bueno hasta luego portense bien, no coman tierra y seguiremos comentando abur.

Anónimo dijo...

Me da gusto sentirme aludido aunque sea un poco en esta historia tan solo comparable con la de Job, ya que recuerdo que pude pegar unas teclas de su computadora mas no todas por cuestiones de tiempo en la recu y si recuerdo que mi prioridad fue la de pegar primero las letras para que pudiera seguir escribiendo... sin mayusculas, pero a quien le importa.
Por otro lado cuenta con mi apoyo ahora que se encuentra a mitad del viaje ya que el restante de la jornada sera con la profeco que sobra decir que sera una prueba a la paciencia... pero de la profeco, y mira que mi computadora donde estoy escribiendo es HP. Y si, tiene razon a la mia también se la caen las teclas, asi fue como aprendi a pegarlas.