lunes, 25 de marzo de 2013

LA RESTAURACION DEL PRI EN BCS

Introducción. La asunción de Peña Nieto y de los viejos priistas que lo acompañan en importantes carteras tiene sus muchas repercusiones en la vida política de BCS, el priismo estará mas vivo, mas actuante y es muy probable - por la impaciencia, por estrategia futurista,  quizás-  que el gobierno neopanista panista actual empiece la incorporación en puestos clave de la administración estatal, a los priistas que van a despejar el camino a los que vienen.

Ayuno de dos sexenios en el plano nacional, tres en el estatal, el priismo ha cobrado una fuerza tal que el azul panista que pintó el estado en los inicios del actual gobierno, empezará a palidecer comparado con el tricolor del presupuesto que viene del centro del país y que hoy administra el PRI.  La capacidad camaleónica del gobierno de Covarrubias tendrá que sacar a relucir las virtudes priistas que le acompañan, será necesario enseñar el ADN familiar -que no miente-  y que el neopanismo y el viejo –casi olvidado- perredismo no han sido más que anécdotas de una carrera política.

Antecedentes. Cuando el PRI empezó a declinar tanto en el país como en BCS, se entendía que era todo un sistema, toda una era la que estaba terminando. El golpe final sería  en 1999 cuando el leonelazo sorprendió al partidazo que todo lo ganaba y en el ámbito nacional Fox,  al siguiente año, se había montado en un carisma que parecía que el PRI se borraba de la faz de la tierra. El priismo parecía herido de muerte y por primera vez en más de setenta años, el país, el estado podían vivir sin el sistema que edificó toda una manera de ser, de gobernar y de invadir todos los ámbitos de la vida política, económica, social y hasta personal.

En BCS los priistas pasaron a formar una minoría silenciosa, acostumbrados a vivir dentro del presupuesto, una gran cantidad de priistas enseñaron su lado izquierdista y ascendieron de la mano de los neoperredistas; otros, perseguidos por el nuevo gobierno se fueron de la entidad o simplemente hicieron mutis; otros pactaron con el nuevo régimen y a los que peor les fue, cayeron a la cárcel. Los encarcelados el exgobernador Mercado Romero y el exsecretario general  Raúl Antonio Ortega, parecían apestados para el resto de los priistas que estaban acojonados ante la furia de Leonel Cota y sus jacobinos más cercanos.

No había trabajo para los priistas que no agacharan la cerviz y suplicaran su inclusión en el presupuesto del nuevo gobierno. El panorama era desolador para los priistas de convicciones, para el que se negaba -a pesar de las necesidades-  ir a suplicar, ante los nuevos señores, el sustento diario.

De Sudcalifornia a Atlacomulco. Algunos priistas con relaciones en otros estados fueron a parar con cargos medianos a Nayarit, Sinaloa, Sonora, algunos de los que se acomodaron en administraciones fuera del estado mostraron cierta solidaridad con sus correligionarios y los invitaron a colaborar con ellos. Hubo otros, que por caprichos del destino, la diosa fortuna, el azar o los caminos inescrutables del destino, en medio de su infortunio, encontraron trabajo en el Estado de México, se enrolaron en las sociedades políticas de Atlacomulco y algunos se quedaron y a otros los jalaron las nostalgias de la tierra y se regresaron en medio del neoperredismo imperante.

Muchos de aquellos transterrados priistas sudcalifornianos al Estado de México, que se fueron con la cola entre las patas, pronto aparecerán en al escena nacional con envidiable hueso  o harán la entrada triunfal por la puerta grande del terruño; otros, los que aquí permanecen y que alguna vez se engancharon en las entretelas de Atlacomulco y puntos intermedios, andarán recordándole al oído a los mexiquenses del gobierno nacional de Peña  Nieto, sus ganas de colaborar en el “proyecto” y si es a bordo de una delegación federal, mucho mejor.

El regreso del PRI a la presidencia, todo parece indicar que se aparecerá en forma de Delegación Federal que hoy se disputan, especialmente, los priistas que alguna vez  se salvaron del desastre leonelista en el Estado de México hace poco más de doce años. Quien lo iba a decir que a su lado se gestaba el presidente que le regresaría al revolucionario  … e institucional la joya de la corona, su razón de ser.

El recuento de los años. Lejos están aquellos tiempos de la persecución leonelista;  de despertarse sin edificio sede convertido en albergue; de avergonzarse de la ideología revolucionaria mexicana y exhibir la bolchevique para ser aceptado en el nuevo gobierno;  de los titulares venenosos con el prócer priista tras las rejas, de esconder la guayabera y de negar mas de tres veces la pertenencia al revolucionario. Pronto verían en el plano nacional que había vida detrás del panismo foxista y mucho más con el de Calderón. Que con Leonel fuera del estado y el Estado en manos de Agúndez, las pifias, los errores en el arte de gobernar podían ser aprovechados por quienes gobernaron setenta años el país que se las sabían de todas-todas. Pronto constatarían que el neopanismo de Covarrubias no es más que un tigre de papel. Poco a poco, fueron escalando y primero fue una presidencia municipal allá, una diputación acá para, al cabo de dos sexenios, encontrar que tienen la presidencia nacional y poco falta para estar de nuevo, en primer plano, en la cúpula del poder en el estado.

En BCS el priismo pudo revivir cuando los neoperredistas, enfrascados en la lucha por el poder, desorganizados y enfrentados por los cargos públicos y los dineros del estado,  obraron el milagro del regreso del PRI. Los neoperredistas cometieron los errores que el PRI nunca cometía, precisamente porque para eso estaba el partido y el jefe nato, para administrar las ambiciones, esa era su gran fortaleza.

Leonel, Narciso, Covarrubias, Luis Armando y demás personajes del PRD gobernante, cada uno de ellos tenían su “proyecto”. Así las cosas, la candidatura de Barroso Agramont apoyada por  el grueso del priismo que quedaba, deslumbró en medio de la confusión neoperredista, el PRI podía reinventarse y brillar entre los partidos que nada ofrecían a sus votantes. El PAN buscaba a quien venderle el logotipo porque ningún panista tenía la capacidad para competir por la gubernatura. En cambio el PRI conservaba la fuerza territorial, la redes ciudadanas, la identificación y las despensas que siempre han funcionado. Pronto regresaron los comités seccionales y la antigua organización que llevó a Estela Ponce a la presidencia municipal de La Paz y luego a otros al senado.

Antes de completar los tres sexenios fuera del poder estatal en BCS, el PRI ya ha conquistado casi la mitad del congreso local, tiene senadores de la República y dos presidencias municipales, entre ellas la capital. Nada mal para un partido que estaba en desgracia y arruinado hace catorce años. En estas condiciones y la presidencia de la República, es decir, con “jefe nato”, es cuestión de tiempo para tener el próximo gobernador priista.

Pena Nieto y BCS. El gobierno  estatal actual, sus componentes, no son especialmente políticos de convicciones ideológicas, de pensamiento político diferenciado, podremos observar como se empiezan  a plegar –como priistas de toda la vida-  a las políticas de Peña Nieto y al mismo tiempo, como los priistas van a empezar a remontar un gobierno que empezó siendo panista.

El golpe que temían los panistas de viejo cuño, los que creían que habían vendido el alma al diablo cuando decidieron empeñar el partido a Covarrubias y socios, ya está en marcha. Es posible que el priismo llegue al final del “sexenio” de cuatro años y medio con más colaboradores del PRI que del PAN como parte de la preparación para conquistar el poder, de nuevo, en BCS.  Cada cambio en el gobierno, cada renuncia y renovación del gabinete y puestos claves en el poder estatal, serán ocupados por priistas. Aparecerán en el  Palacio de Cantera, ya sin ambages, las guayaberas y las formalidades del abrazo estridente y las viejas formas de hacer política.

El regreso. La gran fortaleza del PRI, sin duda, fue su capacidad para mantenerse unidos a una idea. Los políticos priistas que tienen la posibilidad de ascender al poder estatal son aquellos que nunca desistieron de su pertenencia al partido. Cuando otros cambiaron de partido, cuando algunos priistas se vieron fuera del presupuesto montaron en pavor y se entregaron a Leonel Cota, Agúndez o Covarrubias, los priistas verdaderos, muchos de ellos, regresaron a su antigua profesión y abrieron sus consultorios, sus oficinas, sus bufetes y hasta hicieron de restauranteros, rancheros o profesores mientras pasaba el aluvión.

Muchos de ellos están en camino a una delegación federal  -por lo menos- y como dice un afamado lugar común en el periodismo sudca: -pronto serán noticia-

El tránsito al poder estatal ya se está cocinando en las figuras de Estela Ponce y Barroso Agramont, sin embargo, con Peña Nieto en el poder y dos años que faltan para las próximas elecciones generales estatales, las cosas pintan de lo mejor para el PRI, sobre todo porque los otros dos partidos grandes, están desfondados,  sin identidad y sin militantes. El PRI ha regresado a los viejos tiempos, cuando desde el centro se designaba a quien sería el próximo candidato y por lo tanto, el próximo gobernador.

Si bien es difícil –porque las circunstancias han cambiado- intentar la restauración del poder, lo que veremos será algo muy parecido al viejo PRI y a su manera de administrar el poder: desde arriba, con disciplina y con sentido de grupo, algo que no han tenido los gobiernos que los sustituyeron a lo largo de estos tres sexenios que ha estado el priismo fuera del poder.

El  dinosaurio nunca se fue. Veremos por ejemplo, de nuevo, como flash back, recibir al candidato en el aeropuerto, con mariachis, con porras, con mantas de apoyo proveniente de los sectores, con guayaberas limpias, blancas; a ruidosas lideresas de colonia y políticos dispuestos a recibir los atronadores abrazos de aquellos que perdieron y de los que ganaron, sin el énfasis del triunfo unos, ni los pucheros de la derrota, los otros. Así fueron siempre y esa manera de ser, esa manera de llevar un país, un estado; esa forma de entender  la política les proporcionaron setenta años en el poder.

El neopanismo sudcaliforniano en el poder tendrá que hacer una brecha, perder algo de soberanía en beneficio de los priistas que hoy tienen mas poder que antes y en beneficio de funcionarios, políticos oportunistas como los diputados independientes del congreso local que estarán deseando hacerse dependientes del PRI y de los chicos de Atlacomulco, algunos neopanistas serán mas priistas que aquellos que –en las vacas flacas- se encargaron de alimentar al dinosaurio que nunca se fue.

Arturo Meza Osuna. artmeza55@hotmail.com


(Publicado en la revista mensual "Análisis" que dirige Bertoldo Velazco

TRES SENADORES TRES

 
Antecedentes. Entre más se profundiza en la conformación democrática mexicana  -en esta ya larga transición- más se nota la inutilidad dela Cámara de Senadores. Una institución surgida y al parecer, necesaria en otras épocas –tiempos de guerra- cuando se tuvieron que decidir asuntos vitales en relación con otros países. En la actualidad, el senado solo ha servido para ampliar la actividad de los políticos, reciclar vejestorios y mantener en funcionamiento una institución que no puede justificar su existencia en un mundo democrático donde, en casi todos los países, tiende a desaparecer o a revalorar su actividad.
Entre las escasas funciones que tiene el senado están las de ratificar o rechazar procuradores, ministros de la Suprema Corte y encargados de órganos autónomos; ratificar representantes extranjeros, revisar tratados internacionales y no mucho más. En ninguna parte de la ley orgánica se contempla la gestoría a la que se entregan de tiempo completo nuestros senadores. La actividad legislativa, la hace la cámara de diputados y debería ser suficiente.
Por lo tanto, se puede observar que los senadores, que siempre serán demasiados,  mucho más para un estado de alrededor de medio millón de habitantes como es Baja California Sur, se dediquen a la promoción de sus personas en el intento de mantenerse en el ánimo del ciudadano en la actividad que llaman de “gestoría”, una faena a la que se pueden dedicar de tiempo completo, en buena parte porque no tienen mucho que hacer en una institución que ya tiene escaso juego político, ya que el grueso de la labor legislativa recae en la llamada cámara baja.
Como se sabe, cada estado tiene tres senadores, sin importar la densidad demográfica ni la amplitud del territorio, en nuestro caso: Carlos Mendoza, Isaías González Cuevas y Ricardo Barroso; el primero del PAN, los otros dos, del PRI que trajinan por el estado en busca de reflectores que los acerquen a las instancias de poder y al populacho del que espera sus votos para las próximas aventuras políticas.
La antesala. Desde que BCS se convirtió en Estado, mientras el PRI mantuvo su jettatura nacional,  la mayoría de los gobernadores provinieron del senado (Alvarado, Liceaga y Mercado), después, cuando el PRI perdió el poder nacional –y local- los gobernadores provinieron de la Cámara de Diputados (Leonel Cota, Narciso Agúndez y Marcos Covarrubias). Una vez reinstalado el PRI –con Peña Nieto- en el concierto nacional, uno de los intentos de restauración del viejo poder priista se puede observar en el juego que hoy tienen los senadores en la búsqueda de la gubernatura. Para eso se alistan tanto Isaías González, Ricardo Barroso y Mendoza Davis, mientras los diputados se mantienen en segundo plano.
Un repaso leve y superficial de los últimos días del mes de enero del año en curso a la información diaria, da cuenta de que Isaías González hace esfuerzos sobre humanos para conseguir que desde las instancias federales se emita una declaración de zona de emergencia agrícola por las heladas próximas pasadas, a esta labor se le agrega Ricardo Barroso y sus respectivos entornos se encargan de tales actividades aparezcan todos los días en los medios de comunicación; Carlos Mendoza –que no se queda atrás-anda en una gira para agradecer a los ciudadanos que votaron por él con la consigna repetitiva de volver con quienes lo votaron; Barroso, por su  parte, también se da tiempo para atender labores partidistas, anda de gira por municipios del vecino estado de BC donde su partido lo ha nombrado delegado especial en Tecate –o algo así- cargo que presume en cada medio de comunicación local que tenga a bien publicarlo.
Mendoza Davis se ha dedicado, en su gira de agradecimiento, a llevar cobijas, cobertores, chamarras a los habitantes de diversas localidades; a los niños, dulces y golosinas. Barroso también ha anunció que llevaría a cabo un diplomado en Harvard, sin mucho detalle acerca del evento académico, excepto que va a USA a  estudiar la problemática (sic) mexicana, poco después -diez días- apareció la noticia que Barroso concluyó el diplomado. En efecto, un muy corto diplomado.
Isaías González por su parte, anda ocupado en las lides sindicales de la CROC, de la que es dirigente nacional, el senado es parte de las cuotas que se asignan a esa central obrera, por lo tanto, su trabajo está ahí y quizás, por su edad, la gubernatura de BCS le queda más lejos.
Declaraciones. Son de antología las declaraciones de estos senadores que deambulan entre el DF y Baja California Sur, como se podrá ver con una leve revisión de informativos recientes. Dichas declaraciones son de lo más generales, inespecíficas porque nada tienen que hacer en el senado, así que se dedican a “apoyar” en las gestiones del gobierno estatal con el poder federal o de los ciudadanos sudcalifornianos con los diferentes niveles de gobierno locales. Una muestra: “Quienes recibimos el voto popular, independientemente del partido al que pertenezcamos o nuestras posturas ideológicas, tenemos que responder con resultados, y lo menos que se espera de nosotros, es que podamos establecer acuerdos, consensos y trabajar siempre en beneficio de la gente” (Carlos Mendoza, 30 enero 2013). Como esta otra de Barroso Agramont: El compromiso de los senadores del PRI es que a México le vaya bien (enero 24, www.oem); o Isaías González quizás con la declaración mas solemne: "No soy un senador de la república más, soy un representante de Baja California Sur en el Senado de la República,(…) Será la próxima semana cuando se lleve a cabo el primer evento donde la academia, los empresarios, los trabajadores, la clase política y la población en general serán convocados a cada uno de ellos". 
Las comisiones. Aunque al llegar al senado, cada uno de sus integrantes se incorpora, según perfiles e intereses- a algunas de las comisiones, tal incorporación sirve, en lo sucesivo, para mantenerse en un punto de mira y hacer un trabajo de representación. Por ejemplo Isaías González está adscrito a las comisiones de Vivienda, Turismo, Seguridad Social y Trabajo, como corresponde a un líder obrero; Barroso en las comisiones de Medio ambiente, Justicia y Puntos Constitucionales, quizás por su calidad de abogado, además preside la de Marina, quizás por ser de un estado con extensos litorales; Carlos Mendoza en Hacienda, Seguridad Social, Justicia y Medio Ambiente, por su experiencia en el IMSS y en Hacienda. Igual que todas sus funciones, las comisiones tienen muy bajo impacto en la vida política mexicana. Funciones como “organizar foros académicos”, “aprobar o desaprobar leyes” .que hace la cámara de diputados, obviamente y otras menos interesantes. Es decir, los senadores pueden dedicarse a buscar la gubernatura y en eso andan
Conclusión. La actividad de los senadores es más una especie de embajada del gobierno del estado en el DF, políticos profesionales cuya función es inespecífica, que dondequiera se pueden meter y no tienen responsabilidades en ningún rubro de la vida política, para los senadores todo es ganancia porque no se comprometen con nada. Sin embargo, es un excelente escaparate.
Un político abusado –como suelen ser- le puede sacar un gran provecho a los años en el senado porque le da la posibilidad de promoverse, de llevar regalos a las comunidades, de salir en los periódicos, de hacer declaraciones pomposas, pero sobre todo, enfocar sus baterías, como en el caso de nuestros senadores, sobre la gubernatura, su mas caro anhelo. Poco falta para que la lucha por la gubernatura aumente su intensidad y ellos, tienen muchas posibilidades, tiempo y una excelente exposición
Es posible que Isaías González, por su edad- se descalifique –o lo descalifiquen- para intentar llegar a la gubernatura, lo que deja a Ricardo Barroso y a Carlos Mendoza en una lucha a la que se sumará, seguramente Estela Ponce por el PRI, mientras que por el PAN no parece que Mendoza Davis pueda tener un rival de cuidado.

Nuestros senadores están en campaña y cada paso, cada declaración, cada movimiento, está destinado a llegar, dentro de un año y poco más, bien posicionado para aspirar a la gubernatura de BCS.
Despues de recuperar la contraseña y encontrar el tiempo para atender, en la medida de las posibilidades, este blog, volvemos a publicar, asunto de política sudcaliforniana, según la visión de un ciudadano como cualquiera, poco a poco volveremos a tomar el pulso y a revivir este blog que algun día fue esplendoroso, colmado de seguidores y faro del pensamiento político, social y económico de los sudcalifornianos.
Mejoran las condiciones de salud, sobre todo el ego -como podrán ver arriba- mejora el estado anímico -como podrán constatar-. Invitamos a nuestros antiguos lectores a sintonizar www. bajapaz.blogspot.com.
Gracias.
Arturo Meza Osuna y sus muchachas

domingo, 24 de marzo de 2013

NARCISO AGÚNDEZ: DE POLÍTICO PRESO A PRESO POLÍTICO


 

Antecedentes. Cuando se llevaron a cabo las últimas elecciones generales del estado y se conjeturaba quien ganaría y quien quedaría aquí y allá, se daba cuenta de la extraordinaria maniobra de Narciso Agúndez para procesar su sucesión de manera que, ya exgobernador,  quedara a salvo y protegido por la nueva configuración en el gobierno de BCS. Según los enterados, Narciso había impulsado a Luis Armando Díaz, un viejo compañero de lides políticas, brazo derecho y amigo, quien había acompañado a Agúndez como Secretario general de Gobierno tanto en el gobierno municipal de Los Cabos como en la gubernatura, un hombre de su entera confianza , sin duda.

Pero una vez emprendida la campaña, Luis Armando Díaz no dio muestras de ser un candidato que pudiera ganar la elección, mientras Marco Covarrubias, a quien habían despreciado en el PRD, ya se había pasado al PAN y empezaba a encabezar las encuestas. Covarrubias  a su vez, había sido impulsado por Narciso Agúndez a la diputación federal una vez que terminó su responsabilidad como presidente municipal de Comondú. Imposible pensar que Covarrubias alcanzara la candidatura primero y después la diputación sin el apoyo de Agúndez Montaño. Dicho pacto se cerró con un fuerte apretón de manos y un estruendoso abrazo que recogieron las cámaras para eternizarlo en You tube en donde Covarrubias Villaseñor expresa una gratitud enorme a Narciso Agúndez por su apoyo.

Se supone que cuando Narciso Agúndez y el PRD entendieron que no ganarían la gubernatura con Luis Armando Díaz, que sería Covarrubias el  elegido en las urnas, desde el gobierno del estado salieron recursos para apoyar a Covarrubias vía el secretario de Finanzas, el cual mantenía excelentes relaciones con Covarrubias. Se mencionaban favores personales del secretario de Finanzas con el ahora gobernador además del apoyo abierto y espléndido no obstante ser parte del círculo íntimo de Narciso Agúndez. Así, de esa manera, el exgobernador Agúndez se cubría el otro frente. También se suponía que el propio PRD junto con Agúndez, negociaron desde el centro del país, el triunfo de Covarrubias, que sacrificaron a Luis Armando Díaz dejándolo sin recursos mientras estos fluían a la campaña de Covarrubias. Así lo entendieron la mayoría de analistas políticos de la entidad.

La caída en desgracia. Si la maniobra de Narciso Agúndez era una estrategia maestra, ¿Qué fue lo que salió mal? ¿De dónde vino la decisión de acusarlo y meterlo a la cárcel?

 Habitualmente cae a la cárcel el político en desgracia, casi nunca nadie cae en el ejercicio del poder, entonces,  siempre caen los ex presidentes, exgobernadores, exdiputados etc.  Por lo tanto, para meter a la cárcel por mal uso del poder a un político se requiere de voluntad –política- de quienes en ese momento ejercen el poder.

Es difícil de creer que un responsable y servicial funcionario de gobierno que monitorea los bienes inmuebles del estado, un día se dio cuenta que había algo irregular en terrenos de Los Cabos, que estos habían sido vendidos a un costo muy inferior al real, que una vez investigado el misterioso asunto dio con los culpables. Así, raudo y valiente, como ciudadano ejemplar se apersonó ante el ministerio público para presentar una demanda contra “quien resulte responsable”,  culpables del despojo al estado. Por su parte, el ministerio público, comprometido y solidario con la ciudadanía y los bienes que corresponden a la patria, dieron curso de manera “rápida y expedita” a la demanda del  ciudadano ofendido; el Procurador de Justicia, sin importar el linaje ni los galones de los acusados investigó de manera impecable –e implacable-  el delito que concluyó con Narciso Agúndez y Porras en el bote.

Cuesta creer una versión como la anterior. Es más fácil imaginar que un ciudadano comprometido con su trabajo va a acusar de peculado a un ex gobernador y por las instancias justiciaras que va pasando, la gente, los funcionarios se atacan de risa. Pero esta vez no pasó así. Gamil Arreola –el llamado “abogado del estado”- celoso de su deber, convertido en un paladín patriótico, en un severo guardián del bien común procede a mover la maquinaria dela representación pública y consigue, con sus inapelables investigaciones meter a la cárcel no solo al exgobernador, sino también a su secretario general de gobierno Alfredo Porras.

La Patada de Narciso Agúndez. No es que sea increíble que existan funcionarios lamidos y rateros, es que sabemos que la ley es selectiva en estos asuntos donde se involucran a los políticos. En el caso de Narciso Agúndez, se sabía de sobra su afición casi patológica a hacerse de terrenos valiosos. Pero en el terreno político, ya ex gobernador, maniobró para pasar al  Partido verde Ecologista y de esa manera impulsar al candidato del PRI, al igual que el grupo político Los Cabos. Pretendía ligar una senaduría o el fuero que conlleva el cargo.

Entre las escasas apariciones públicas de NAM ya exgobernador,  está la “patada” que propinó a un letrero de El Coromuel: diez días antes de su aprehensión apareció en los medios que Narciso Agúndez, al pasar por El Coromuel –que fue rehabilitado en su sexenio- propinó una tremenda patada a un letrero porque el tal anuncio prohibía los clavados, cuando el guardia acudió ante el estruendo, Agúndez lo recibió con esta expresión: Dile al puto de Covarrubias que yo lo hice, y que voy a seguir viniendo y si vuelvo a ver otro letrero lo voy a venir a quitar”. (Colectivo Pericú, 17 de mayo, 2012).

Casi dos semanas después, NAM era aprehendido en Monterrey con lujo de movilizaciones policiacas y trasladado esa misma noche en un avión de la PGR a los separos de la PGJE, Alfredo Porras ya lo esperaba  acusado de los mismos delitos: abuso de autoridad, peculado, coalición de servidores, falsedad y coparticipación en conductas ilícitas de funcionarios públicos relacionados con la enajenación de predios en el municipio de Los Cabos. Por tales delitos ya había sido inhabilitado desde diciembre del 2011 por la Contraloría Estatal, para ocupar cargos  públicos. Es decir, las iras contra NAM se materializaban en acciones que parecían justicieras, apartadas de las valoraciones políticas y eso es lo que declaraba el procurador estatal, que la política nada tenía que ver en el asunto. Algo que nadie cree.

Con Narciso Agúndez detrás de las tejas culminaba el episodio de la patada al letrero en El Coromuel.

Narciso Agúndez, ¡a la reja!. La mayoría de los ciudadanos se alegran de ver a un político detrás de las rejas. La historia de abusos de los poderosos en un país como el nuestro es prolija, abundante. No importa de que partido, ni sus convicciones, ni su carta de vida. Aun si se considerara inocente, es posible que así, de cualquier manera habría cierto complacencia popular de ver, a quien lo tuvo todo, quien amasó un poder indiscutible durante seis años, hoy sin poder, sin los lambiscones habituales, sin credibilidad, se encuentre enfundado en uniforme reglamentario del Cereso. Una imagen que embelesa al populacho.

Ya en la cárcel se rumoraba y hasta se publicaba en periódicos nacionales –Excelsior- que Narciso se daba vida de pachá en el penal; que atendía tanto personal externo como interno; que tenía, en suma, demasiados privilegios, algo que los responsables del penal, por supuesto negaban. Para la mayoría de los ciudadanos si bien se deleitaban con la imagen de NAM en la cárcel, también suponíamos que saldría en breve, que las condiciones habrían cambiado con el cambio de presidente y solo faltaba saber las maniobras para extraer de la cárcel a un político acusado de haberse robado 55 millones de pesos en unos terrenos que se autovendió a precio de saldos.

De cualquier manera fueron siete meses los que Agúndez y Porras purgaron en la cárcel. Cuando llegó diciembre, la cosa surgió a modo de rumor. Pronto saldría de la cárcel el exgobernador Agúndez como en efecto sucedió el 15 de diciembre envuelto en un batuburrillo legal que nadie ha sabido explicar bien a bien.

Ley a la carta. Siete meses estuvieron Narciso Agúndez y Alfredo Porras en la cárcel, se suponía que saldrían –como todos los políticos- mediante una fianza millonaria dada la naturaleza de las acusaciones. No fue así, salió NAM con el pago de una ridícula multa de 31 mil pesos. El único que mostró su descontento en el gobierno de Covarrubias fue el procurador  del estado quien con el rostro desencajado acusaba al juez Sergio Aguilar, a quien dijo “se integrará una averiguación previa contra quien resulte responsable” o sea, el Juez y agregó; “toda vez que se violaron los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia” en la administración de justicia.

Cuando la muina del procurador se acendraba, ya Narciso estaba declarando que era, en efecto un preso político y para más muina de sus encarceladores, dijo también que seguiría luchando en favor de los mas desprotegidos, o algo así, como si fuera un paladín, un mártir de causas sociales encarcelado injustamente. Por su parte, el Juez Aguilar ponía el grito en el cielo y acusaba al procurador de hacer declaraciones infundadas y que si no  le gustaba su resolución, que había otras instancias de apelación. El ex gobernador era recibido por sus leales con gritos de ¡si se pudo! mientras aclaraba que estaba libre gracias a la justicia federal, no por la estatal. Gamil Arreola y sus jefes quedaban con un palmo de narices.

La maniobra legal estuvo en lo que llamaron la reclasificación del delito, es decir, convertir un delito que no admite fianza en uno menor, tan menor que salió por un poco mas de 30 mil pesos, aunque luego se filtraría que ni siquiera eso pagó el exgobernador.

Conclusión. El gobierno y Agúndez. Si el gobierno estatal que dirige Marcos Covarrubias obró para meter a la cárcel a Narciso Agúndez es imposible saberlo, lo cierto es que se usó la procuraduría a cargo del ejecutivo estatal. Un ejecutivo estatal que tiene que negociar –quiera o no quiera-con el presidente municipal de Los Cabos –el municipio mas poderoso del estado- y jefe de un poderoso grupo político que está a punto de pasarse al PRI. Seguramente el cambio en la presidencia de la República ha sido un duro golpe para Covarrubias y asociados y por tal razón han tenido que soportar la argucia legaloide que pone a Narciso en la calle

Si es cierto lo del fraude al estado por 55 millones de pesos, el negocio de Agúndez y secuaces es redondo. Si bien era difícil de creer que la denuncia de un funcionario de medio pelo metiera a la cárcel a un exgobernador, también es difícil de creer que la decisión de un juez –así sin más- lo libere de la cárcel.

Todo el lance de entrada y salida de Narciso Agúndez parece ser una faramalla orquestada desde el poder estatal y sus pulsos contra uno de los grupos políticos del estado. La confusión legaloide es el principal aval de los implicados en el caso: acusadores y defensores; encarceladores y liberadores. Ninguno, ni Narciso Agúndez ha explicado a la ciudadanía su situación legal exacta y las verdaderas causas que lo llevaron a la cárcel; ni el gobierno estatal ha explicado los posibles errores en la integración de la averiguación o los puntos débiles de la acusación que hoy tienen a Narciso libre.

Por lo pronto, la procuraduría a cargo de Gamil Arreola parece ser la más damnificada en un pleito político que hoy parece empatado: si bien NAM salió libre, también le propinaron siete meses en la cárcel y de escarnio público. Falta demostrar por unos que NAM es un político preso y que NAM demuestre que en efecto, es un preso político.