viernes, 29 de enero de 2010

PODER POLITICO CONTRA PODER ECONOMICO

INTRODUCCIÓN. En el territorio de BCS, luego Estado, el PRI hegemónico siempre pactó con los capitanes del dinero, familias decimonónicas de comerciantes locales que manejaban negocios, franquicias, importadoras, directorios de bancos, transportes, etc. Familias por todos conocidas –Ruffo, Arámburo, Canseco- que en las campañas electorales ponían su granito de arena para que el PRI repitiera en el poder. Obtenían las canonjías que habitualmente el poder económico obtiene del poder político y caminaban de manera paralela.

Como el PRI no tenía rival, los costos de las campañas no eran tan onerosos. Los ricos hacían su parte, los políticos la suya. Si bien, los candidatos requerían de su visto bueno, confiaban en la maquinaria PRI-gobierno para proteger sus intereses. Todos felices, todos contentos.



Así, en esa armonía, el binomio poder político y económico transitó de la mano. Unos bloqueaban la competencia de los otros, los ricachones agradecían con aprobación monetaria, esta transacción provinciana fue cesando en la medida que entrábamos al siglo XXI.

Poco a poco, el desarrollo cabeño concitó capitales internacionales, fiebre de construcción y avidez por la tierra. En la medida que Los Cabos crecía y se desarrollaba, las familias sudcalifornianas dueñas del capital perdían preeminencia política y económica. Acudían a BCS grandes corporaciones trasnacionales que hacían ver a los antiguos ricos sudcalifornianos como, pobretones pretenciosos, atrasados aldeanos.

Con la llegada al poder del PRD, esta inercia se rompió. Los comerciantes y ricos sudcalifornianos que pactaban con el PRI y los gobiernos que emanaban de ese partido, se vieron ante un poder político con el que no habían negociado, éstos a su vez, llegaban al poder sin ningún compromiso con los ricachones sudcas. Así, el poder económico se diversificó; las rancias familias sudcalifornianas de comerciantes se vieron obligadas –como hoy vemos- a competir con grandes cadenas de supermercados, con otros capitales, con otro tipo de poder económico, mucho más vigoroso, con intereses nacionales y aun trasnacionales.
Esta penetración de capitales se intensificó con el desarrollo portentoso del polo sur del Estado en las últimas dos décadas. Pujantes cadenas hoteleras nacionales y trasnacionales, franquicias mundiales, compañías de servicios turísticos de todo tipo, además de los negocios colaterales, han propiciados no solo una gran explosión demográfica, es decir, una gran cantidad de electores, también han estimulado la organización de entidades que protegen, patrocinan, promueven el destino turístico y que demandan del estado, seguridad, confianza y estabilidad para llevar a cabo sus negocios.



Por hoy, Los Cabos es casi la única región de BCS que abre fuentes de trabajo, que genera impuestos; que absorbe a los egresados de educación media y superior; que permite lucir un desempleo menor a la media nacional y al gobierno, tomarse la foto con gente VIP en inauguraciones y aniversarios de marcas mundialmente conocidas; en torneos de pesca, de golf y demás actividades del jet set, tan diferente a la aburrida oligarquía sudcaliforniana.

Por lo tanto, la creciente importancia de los grupos económicos de Los Cabos, se refleja en los diferentes niveles de gobierno. Es obvio que quien se sabe dueño del poder económico, también desee –exija- el poder político y nunca como en la actualidad, el Gobierno del Estado y el Congreso parecen estar a las órdenes de estos poderosos grupos establecidos en el sur del Estado. Tanto el gobernador como el Secretario General de Gobierno son ex presidentes municipales de Los Cabos.

Lo paradójico de este asunto es que en el papel, en los estatutos y en la imagen pública, el gobierno de BCS es un gobierno de izquierda, de una izquierda muy sui generis que ya confunde a sus propios creadores. Este duradero romance con los grandes capitales nacionales y trasnacionales parece que no era parte del guión cuando se operó, desde el gobierno perredista de Leonel Cota la gubernatura para Narciso Agúndez. Quizás, a estas acciones del gobierno actual, obedecen las notables diferencias de Leonel Cota y el Frente Democrático Sudcaliforniano (FDS) y el gobierno de Agúndez y sus más cercanos colaboradores.

ELECCIONES Y DINERO. Una de las certezas que se constatan elección tras elección en el México de la transición democrática, es que quien posee recursos económicos, tiene mayores posibilidades de ganar las elecciones. Por hoy, han sido los gobiernos quienes, de alguna u otra manera ayudan con recursos de todo tipo a su partido y su candidato a ganar elecciones, son quienes tienen mayores posibilidades de conservar el poder. Cuando el gobierno, además encuentra alianzas de conveniencia con el poder económico, el triunfo es seguro. Quizás estas son las armas con las que cuenta Narciso Agúndez cuando llegue la hora de impulsar a su candidato a la gubernatura de BCS.




Ya lo pudieron constatar en las elecciones próximas pasadas a la diputación federal, la cantidad de votos sospechosos de Los Cabos dio el triunfo al Profr. Víctor M. Castro Cosío, mientras en La Paz casi empata en votos de la oposición. Cuando se tiene dinero, también se tienen buenos operadores –o mapaches, de la era pre democrática priista- Finalmente, antes o después, nuestros próceres requieren de dinero para ganar elecciones y en Los Cabos las grandes corporaciones están dispuestas a soltarlo con tal de hacerse del control político del estado.

Esto es, como nunca, el dinero circulante será un factor decisivo en las próximas campañas políticas. Es el PRD y los recursos que provienen del IFE los que estarán en juego en los próximos meses preelectorales. Una fuente de financiamiento nada despreciable cuya disputa pondrá en juego la influencia de los grupos políticos sobre el partido en el que se han movido en la última década. Para Narciso Agúndez y los capitales cabeños las prerrogativas económicas del IFE son una bicoca, pero será muy importante evitar que tal fuerza económica caiga en manos de personajes ligados al FDS.

TERRENOS, INVASIONES. La avidez de los grupos económicos es evidente en todo el Estado. Los desarrolladores de servicios turísticos han andado y desandado el estado en busca de las irregularidades legales de terrenos que, mediante un buen bufete de abogados, operadores que invaden o reclaman terrenos para sí, además de una pequeña ayuda de los amigos, se puedan hacer con una reserva de tierra para llevar a cabo impensables desarrollos.

Fue el propio Leonel Cota cuando Presidente Municipal de la Paz, quien licitó terrenos baratos para desarrollos turísticos caros y exclusivos, fueron la venta de El Mogote y El Cerro de la Calavera las transacciones más controvertidas, que se justificaron con el asunto de la deuda municipal paceña. A pesar de la oposición de grupos ecologistas, de organizaciones de la sociedad civil, de abajofirmante varios, dicha transacción se llevó a cabo –después se sabría- con gran ventaja de los compradores. Como siempre, se sospechó que en dicha venta estaban implicados funcionarios públicos que se beneficiaron directa o indirectamente con el negocio.



Los mismos intermediarios, prestanombres, desarrolladores, empresarios, o como quiera llamarse, que en el gobierno de Cota Montaño actuaban como compradores, aparecen en los medios públicos en la actualidad. Solo los proyectos han cambiado, ahora es Punta Belcher, en la zona de la Bahía de Magdalena, las tierras asediadas por estos grupos económicos. Ya lo señalaba Filiberto Beltrán -qepd- organizador de cooperativas pesqueras- que las constantes visitas de Luis Cano, apuntaban al despojo legaloide de miles de hectáreas de la zona.
Quizás muchas de estas negociaciones se han hecho al amparo del poder, con información privilegiada, con la ventaja del vasto capital y con la ignorancia de los propietarios de la tierra; otros han sido amenazados desde instancias paraoficiales como se ha podido saber en algunos casos. Acciones que demuestran una escalada de adquisición de terrenos, en la que, seguramente están implicadas trasnacionales que requieren de espacio vital para su expansión.

Sin embargo, con la formación del FDS, una de las primeras y tronantes declaraciones de Cota Montaño fue dirigida contra los invasores de terrenos, prohijados por el propio gobierno de Narciso Agúndez, quien a su vez, ya tenía a cuestas el pecado de La Purísima, cuando en compañía de otros cabeños presentaron cartas de residencia apócrifas con el fin que se le fueran asignadas terrenos ejidales que habrían de liberarse del viejo régimen agrícola postrevolucionario. Aun así, Cota Montaño lo eligió como su delfín.

Aunque Cota Montaño amenazó con dar a conocer los nombres de quienes han operado invasiones y despojos, hasta la fecha no se han concretado, es posible que pueda dar a conocer a la infantería, en donde aparecen –de ubicua manera- César Uscanga y otros, que quizás representan solo la parte superficial de un asunto que es mucho mas grave de lo que parece.
Por lo tanto, Cota Montaño y su gobierno requieren hacer un claro deslinde que permita colocar a cada quien en su lugar.

HOTELERO A TUS HOTELES. No fue ninguna sorpresa que un empresario hotelero panista de Los Cabos contendiera por la gubernatura de BCS o por una senaduría. Se entiende por la tradición panista y por los intereses que siempre han protegido. En efecto, el Sr. Coppola es el prototipo de quien a partir del poder económico, busca el poder político en representación de una clase, de un grupo, de un gremio. Y así ha sido.


Al principio de su gestión senatorial era casi la única voz opositora que se podía escuchar en el Estado. Habida cuenta que desde la ascensión del PRD, los medios de comunicación más frecuentados por la población fueron conquistados y seducidos por Leonel Cota y luego, por extensión, por Narciso Agúndez, el senador Coppola, gracias a su acceso libre al periódico El Peninsular, hacía sentir su presencia con críticas duras y descarnadas, igualmente los editoriales de dicho periódico no se ceñían –como el resto- a los designios del poder político.

De manera paulatina, las puyas de Coppola a Narciso Agúndez fueron disminuyendo, en la medida que el grupo en el poder, se plegaba a los intereses del empresariado que pulula en el sur. Coppola vio en menos de tres años, como un gobierno de izquierda lo rebasó por la derecha.
De pronto, advirtió que no tenía intereses que proteger, que el poder político de BCS hacía el trabajo que le habían encomendado, que a causa de su actividad política hasta peligraba su posición económica; recibió los fuertes empellones de dicho poder con la huelga que cerró el hotel de su propiedad, invasiones en predios propios y otras desventuras aderezadas con balazos y advertencias canallescas: “hotelero a tus hoteles” fueron atenuantes de sus andanzas políticas.

COLOFÓN. Todo hace suponer que la lucha por el poder será cruenta y brutal. Cuando a las pasiones políticas se mezclan con el dinero; cuando este coctel explosivo se lleva a la calle y a las urnas; cuando los protagonistas están dispuestos a todo; cuando los proyectos millonarios ya están en marcha y algo –o alguien- los amenaza, parece que no hay mediación posible, ninguna negociación atempera los ánimos.


Sin embargo, hay tantas coincidencias, como hemos podido ver, entre el gobierno de Leonel Cota y el de Narciso Agúndez respecto de la administración de la tierra, que no extrañaría que un buen día, un día cualquiera, juntos Narciso y Leonel, anuncien una candidata de unidad con todo el apoyo del gobierno, del PRD –y partiditos- del FDS y hasta de El Peje; que Punta Belcher se venda, que vacacionen en Ensenada de Muertos, perdón … en Bahía de los Sueños, que adquieran centenarios de la Sierra de la Laguna, que recalen de vez en cuando a Loreto Bay y que vivan por siempre muy felices compartiendo condominios VIP en El Mogote.

martes, 12 de enero de 2010

LA LUCHA POR EL PODER EN B.C.S





INTRODUCCIÓN. Como no había sucedido en la última década, la lucha por el poder en Baja California Sur se torna cada día mas abierta. El partido en el poder se diluye en diferendos internos y se van formando grupos que pujarán por uno o por otro candidato a la gubernatura y resto de cargos de elección popular que se dirimirán en el 2011. Sin posibilidades –hasta hoy- de un candidato de unidad, la actividad política de la alianza en el poder ha sido, además, entorpecida por la aparición del Frente Democrático Sudcaliforniano que comanda Leonel Cota Montaño.

Si el PRD y sus aliados salieron airosos de todas las elecciones desde que tomaron el poder en Baja California Sur, estas nuevas divisiones auguran una mayor dificultad para conservarlo.
En otras circunstancias, el libre curso de los acontecimientos nos depararía un guión ya por visto, bien sabido: el partido en el poder se monta en los medios de comunicación y se promociona hasta el cansancio, corteja corporaciones, coquetea con poderes fácticos, despacha despensas en fértiles terrenos; se prepara un sucesor que proviene de la voluntad del gobernador saliente, al igual que el resto de las candidaturas en juego; al adversario se le trata con desdén; se llevan a cabo alianzas con los partiditos dispuestos a no perder registro; durante las campañas se ponen en actividad todos los recursos del estado y así, hay pocas posibilidades de perder.

Esta vez, al parecer no ocurrirá así. El PRD tradicionalmente fracturado por las corrientes, tiene además un nuevo opositor: Leonel Cota Montaño y el Frente Democrático Sudcaliforniano en busca del poder perdido. Por otro lado, el único partido realmente opositor, el PRI, si bien no ha avanzado, ha detenido su prolongada y abismal caída en BCS. Como se puede ver en los últimas elecciones, los viejos priistas han vuelto a aparecerse en las urnas y en ciertos municipios han tenido mas votos de los que se pensaba. El éxito nacional del PRI empieza a notarse en BCS y para el 2011, quizás estará convertido en una fuerza política que podría aprovechar las contradicciones del partido en el poder.

LOS PARTIDITOS: PMVE seguirá aliado al PRI aunque en BCS es casi anónimo. Ha sido en alguna ocasión, refugio de opositores –sin mayor trascendencia- al gobierno perredista.
Convergencia y el PT, aliados del PRD sudca desde que tomaron el poder tendrán que optar por seguir la línea Obradorista que han seguido hasta hoy al nivel nacional o continuar en BCS atados al poder con Narciso Agúndez. Con muy poco que aportar, Convergencia, es decir, Álvaro Fox y alguien más, han apostado por el leonelismo y son parte del FDS, algo que a nadie le quita el sueño.

El caso del PT es un poco más complejo puesto que son los orígenes izquierdistas de Narciso Agúndez, quizás, aun su líder moral –con el PT llegó a la presidencia municipal de Los Cabos-. Los petistas ya se empiezan a mover: en los primeros días de diciembre el PT sudca recibió la visita de Alberto Anaya -uno de los dos dueños del PT- posó con el gobernador Narciso Agúndez y se paseó con la presidenta municipal paceña Rosa Delia Cota. A todos contentó, a todos apapachó, demostró así por qué es uno de los trapecistas mas taimados de la política mexicana. A la hora de los pronunciamientos se refirió a la encuesta como la mejor manera de buscar candidatos, mientras que en el Frente leonelista ya se han manifestado por la consulta abierta a la población.

Los dirigentes actuales del PT sudca como la diputada Magda Cuéllar, han optado por apoyar el Frente Leonelista aunque siempre se han cuadrado a las órdenes de Anaya y compinches que a su vez, han apoyado a quienes ostentan el poder. Si finalmente el PT nacional apoya al gobernador, Cuéllar y compañía tendrán que deshojar la margarita.

Otro partido que ha tenido cierto juego político es el PANAL de Elba Esther, ahora dirigido por Víctor Guluarte -acérrimo adversario de los Cota Montaño- pero custodiado, vigilado muy de cerca por el SNTE. Dicho partido garantiza cierto número de votos, muy preciados a la hora de un resultado apretado. Sin ideologías, ni convicciones, ni marca aborrecida, el PANAL, los profes elbistas y Guluarte podrían virar su alianza hacia cualquiera que ofrezca una suculencia en materia de posicionamiento político –diputaciones, regidurías, aviadurías, becas, años sabáticos- mucho mejor, si con dicha alianza hacen sombra a los Cota Montaño.

EL PRI. El PRI sudcaliforniano ya no solo se alimenta de sus antiguas glorias. Ha iniciado un repunte lento, para otros, solo ha detenido la caída que se iniciara en el 99. El PRI vigoroso que ha surgido en casi todo el país no se ha reflejado en BCS, aun así, la dirigencia de Estela Ponce logró sacar del ostracismo a priistas históricos, mostrar a los vergonzantes y operar un cambio de dirigencia estatal sin traumas, sin embargo, ha resultado una dirigencia desteñida, anodina, sin la capacidad que demostraron en su tiempo sus dinosaurios de amarillento colmillo retorcido.

Aun así, cuando Peña Nieto encabece las encuestas, cuando los carteles políticos se parezcan a los cinematográficos y el electorado incline sus preferencias hacia el muchacho de la película y la muchacha de las telenovelas, el tufillo a triunfo electoral, la inserción de nuevo en el presupuesto, la esperanza de una curul, el infalible cheque quincenal, seguro obrarán el milagro de la multiplicación de los votos y surgirán priistas sudcalifornianos por doquier, igual que en el 99 surgieron perredistas en persecución del irresistible aroma del poder.

Ese impulso que pudiera recibir el PRI sudca y si, además puede aprovechar los diferendos que amenazan con volverse mas cruentos en el grupo que hoy ostenta el poder, es posible que el PRI experimente un renacimiento impensable después del desastre del 99.

Sin embargo, en el expartidazo falta hacer el recuento de los daños, la autocrítica de toda una década perdida; la revisión del pasado y la relación con el presente. En especial, la crítica e investigación de la elección del 99: el dinero de campaña birlado y malgastado; el papel que jugó el comité central del PRI nacional, las acusaciones a Mercado, Ortega y compañía en las triangulaciones de recursos para la campaña de Manríquez; el papel del General Valdivia, traiciones, escisiones, deserciones, causas y efectos de la derrota. Un magno acto de contrición y limpieza de cañerías para quedar en paz consigo mismo y con un electorado que vuelve a mirar el pasado.

EL PAN SUCURSAL DEL GOBIERNO FEDERAL. Del PAN poco se puede decir. Parece que en BCS ya no hay conservadores o nada queda por conservar.
La única presencia pública notoria del PAN está en las delegaciones federales, quizás la única fuente de influencia en la política sudcaliforniana. Sin espacio para hacer oposición, el PAN se diluye entre el pretendido cacicazgo de Coppola y una burocracia partidista opaca y aburrida. El senador Coopola, la cabeza mas visible del panismo parece mas ocupado en la oposición de periodicazo que en la crítica seria al gobierno de Agúndez.

El PAN y Coopola quizás fueron rebasados por la derecha y los intereses que habrían de tutelar los panistas, han sido ampliamente protegidos por Narciso y el grupo cabeño, al que sin duda, Coopola tendría que servir. Al final, seguramente han encontrado muchas más coincidencias que contradicciones entre el panismo y el gobierno estatal

EL PRD, DÍAS DE VINO Y DE ROSAS. Aquellos días de triunfo y regodeo parecen nublarse. Aquel lejano 1999 cuando un grupo de expriistas desfondó al propio PRI y le arrebató la gubernatura de BCS parece aun mas lejano. Los próceres que ocuparon los titulares, hoy ya no están: Rodimiro Amaya, Alfredo Porras, Víctor Guluarte, Benito Murillo, y muchos otros han desertado, por diversas razones los personajes en escena son otros muy diferentes al triunfador grupo del 99.

Fueron días de carro completo y de goce pleno del poder. Al siguiente año -2000- Vicente Fox también derrumbaba al PRI y con ello, a la presidencia imperial. Fox y los panistas no tenían ni la experiencia del poder, ni las corporaciones, ni la organización, ni las viejas reglas del partido de estado. Los expriistas de BCS se las sabían todas, el PRI había sido su escuela. Mientras que Fox tenía que navegar con un congreso dividido y mezquino, los nuevos depositarios del poder en BCS tenían congreso con abrumadora mayoría. El nuevo presidente buscaba -mediante los excedentes petroleros- los aliados que no tenía en el centro del país. Los gobernadores de los estados estaban dispuestos a gastarse tales excedentes escasamente etiquetados y sin mucha contraloría. Habían logrado sacar al PRI de Los Pinos; en BCS, de El Caimancito.

Las escisiones iniciales del grupo que llegó al poder en BCS no parecieron afectar al gobierno de Leonel Cota, parecían personajes prescindibles e intercambiables, igual sucedió cuando se operó la candidatura de Narciso Agúndez. Era evidente que no era el elegido por buena parte de integrantes del partido en el poder, Agúndez era parte de las alianzas con el PT, aunque era como casi todos los demás, recién converso; tampoco parecía tener el arrastre de un líder; había cometido errores imperdonables en la administración pública, pero Leonel estaba en vías de alcanzar el patriarcado y el partido tuvo que seguir su línea. Narciso ganó sin demasiados apuros y la nueva sangría perredista, deleitados, satisfechos con el triunfo, ni se notó.

EL NARCISISMO DE NARCISO. Mientras LCM abandonaba el estado para seguir a López Obrador en su lucha por la presidencia de la república, su protegido, Narciso Agúndez trataba de hacer política propia. Fue quizás las distracciones de la batalla de LCM en el fragor de aquel inolvidable 2006, que NAM empezó el desmarque sin perturbaciones de su mentor. Se deshizo de los más leales leonelistas heredados en el gobierno, reconoció al nuevo presidente en contra de los deseos del comité central del PRD, afianzó las lealtades en torno a su gobierno y al cabo de la mitad de su mandato, mostraba predilección por los poderosos grupos empresariales cabeños y llamó a Luis A. Díaz como segundo de a bordo; operó sin problemas sus diputados federales y locales y sus propias presidencias municipales, excepto la de Rosa Delia. LCM, mientras tanto, entraba en una espiral en picada a causa del conflicto postelectoral, primero, a causa de la elección de la dirigencia nacional, después. Por primera vez en mucho tiempo, LCM se encontraba sin un ápice de poder formal. Tales horas bajas de LCM le cayeron de perlas al gobernador para consolidar su poder en BCS, así, cuando LCM necesitó de su apoyo para contender por una candidatura plurinominal y colocar su nombre en una curul federal, desde el ejecutivo estatal, seguramente se operó la negativa.

Las cosas no podían irle mejor a Narciso Agúndez. Solo un prietito en el arroz empañó su felicidad completa: la presidencia municipal para Rosa Delia Cota Montaño. Aunque sus adversarios de los otros partidos no parecían representar grandes problemas, el candidato Víctor Guluarte, ahora por el PANAL, obtuvo una cantidad de votos mayor de la que se pronosticaba, por lo que el triunfo de Rosa Delia no fue tan contundente. Lastimada en el ego, Rosa Delia reprocha públicamente al ex presidente municipal y ahora diputado federal Prof. Victor M. Castro Cosío haber operado en su contra, claro, en ningún momento se menciona, la intervención de Narciso Agúndez en el asunto.

EN BUSCA DEL COTO PERDIDO. Casi todo le sonreía a Agúndez Montaño. Estaba agarrando la primera curva del quinto año de gobierno cuando apareció Leonel Cota Montaño con su Frente Democrático Sudcaliforniano. Regresaba al estado a hacer política electoral y no precisamente en alianza con el gobernador.

Viene en representación del movimiento que en el 99 derrotó al PRI y colocó al PRD y simpatizantes en el poder. Algún código, alguna lección, quizás una doctrina o un decálogo misterioso han desobedecido los actuales gobernantes de BCS. Leonel viene a recordarles que han desviado el camino y a poner las cosas en el lugar que corresponde.

Después de una caída inusitada en su carrera política de ascensos repetidos; por primera vez en muchos años Leonel Cota no es poseedor de un poder formal: de un territorio, de una oficina, de un presupuesto; por primera vez en al menos tres décadas experimenta un bajonazo cuyo tiro de gracia fue la negación de una plurinominal por la misma gente que colocó en sitios preferentes del partido y el gobierno.

Así, el 2010 será un año de febril actividad política para Cota Montaño, dedicado a devolver el lustre perdido, el respeto de tanto oportunista que prohijó cuando encabezó el movimiento que sacó al PRI a patadas de El Caimancito y del edificio que le “prestaba” el gobierno; que evitó la historia lineal, cansina de la sucesión en poder en BCS, pero que elevó el oportunismo a virtud teologal de donde espera extraer, seguramente lealtades.

LA COSTUMBRE DEL PODER. Que un exgobernador participe en política en el estado que ha gobernado, de manera abierta y activa no sería bien visto si no fuera Leonel el cabecilla de un movimiento que se mantiene aún en el poder. Es quizás la patente que arguye para enmendarle la plana a quienes gobiernan hoy a la Baja California Sur; es su pretendida trascendencia histórica la que permite que se mueva de manera libre y sin sutilezas en el camino que toca recorrer a Narciso Agúndez; es esa imagen patriarcal, acaso el preámbulo de un cacicazgo puesto que ni del gobierno de Narciso, ni del PRD estatal ha recibido críticas por su intromisión. Sobre todo porque dicha actividad no se ciñe a los lineamientos del PRD y si de una organización edificada a su medida; porque se mantiene en la ambigüedad –como AMLO- de solamente apoyar al PRD si le conviene, si no, a otros partidos satélites del perredismo; porque no se realiza en el contexto de estatutos partidistas o acuerdos previos, sino en las ocurrencias del momento y quizás, el deseo de vengar afrentas personales, es decir, en la personalización del poder, fuera de toda norma democrática.

No hay duda que LCM mantiene diversas vías de influencia estatal y que se ha convertido en un personaje central en la vida política sudcaliforniana: muchas lealtades esperan sus movimientos para seguirlo; muchos le deben lo que son. Sin embargo, también es cierto que ha sufrido cierto desgaste tanto como gobernador del estado como presidente del PRD nacional.

Pretende LCM, por lo visto y declarado, convertirse en una especie de líder moral del movimiento que encabezó en 1999. Narciso Agúndez no ha resultado ser el alfil que esperaba, sus acciones públicas, sus declaraciones indican que se ha desmarcado de la tutela leonelista. Poco a poco fue forjando su propio gobierno, con equipo diferente, con intereses, con maneras de actuar también distintos a los de una izquierda respetable e ilustrada. Pero el PRD que gobernó desde el 99 a BCS fue una izquierda sin izquierdistas, populista en ciertos momentos, sin antecedentes en las luchas sociales; con historial en la burocracia priista y en el oportunismo.

Que un exgobernador regrese para hacer política en el estado que ya ha gobernado tiene muchas lecturas, desde el intento de implantación de un cacicazgo hasta la tutela de principios políticos y éticos tan desviados, que requieren, muy a su pesar, de la redención, o como narrara de manera magistral Luis Spota, es simplemente la costumbre del poder.