martes, 28 de octubre de 2008

EDIFICIO DE MAS DE DIEZ PISOS EN EL MALECON

Si no nos ponemos abusados – y aguzados- los paceños y a los amantes de La Paz, este bello metacarpo del llamado brazo descarnado de la patria, bien se nos podía ir al carajo y entrar en una lógica de desarrollo que bien sabemos que no queremos. Y tan bien sabemos que no queremos que desde hace algún tiempo, se pusieron las bases legales, en el Municipio de La Paz, para impulsar el desarrollo armónico de la zona maleconera y sus alrededores.
Quienes hemos tenido la fortuna de visitar otros lugares, otros puertos, otros mares que lamen la tierra, hemos constatados –sin negar la parcialidad y la saudade- que este, el de La Paz es uno de los malecones mas bellos y que necesitamos, requerimos, por el bien de todos, que lo siga siendo. Es necesario, por lo tanto, que los ciudadanos paceños cerremos filas ante el intento del actual H (¡y que Hache!) Ayuntamiento de autorización a la empresa DECOPE para desarrollar el Proyecto ECONOHOTEL en el malecón costero que contempla un adefesio –edificio- de mas de diez pisos, a pesar de que los reglamentos de la ciudad, lo prohíben.
El malecón sin duda es el sello de la ciudad, por lo tanto, nos pertenece a todos. Es la naturaleza, sin duda quien los delineó y puso límites, pero en el casi medio siglo años de existencia del puerto de la antigua Santa Cruz, los sucesivos pobladores paceños le fueron colocando piedra y argamasa donde chocara el manso oleaje de la bahía, para luego darle su aire, su distancia producida por las mareas máximas y los mas bravos huracanes.
A partir de ahí se formó el caserío del margen maleconero y como galería de teatro, en el terraplén donde puso su primera cruz Jaime Bravo, se edificaron otras casas y mas arriba otras y sí hasta llegar a salvar los arroyos que hoy son las calles 16 de septiembre, 5 de Mayo, Rosales, Allende y Márquez de León. Un orden natural para poder ver hacia el mar y las islas que protegen la bahía de La Paz que a su vez le dan ese aspecto de sosegado espejo líquido.
Administraciones municipales pasadas con la contribución de los paceños interesados previeron de manera pitonisa y admirable que los edificios con vista a la bahía, es decir, los que se encuentran en el malecón, no tuvieran mas de tres pisos pues ello rompería ese orden además de que el efecto estético sería desastroso como muchos que conocemos, sin ir muy lejos, Cabo San Lucas, que entre edificios cubrieron las marinas y lo que pudo ser un bello y prolongado malecón no es mas que un acúmulo de pisos de hotel y la vista, que debería ser de todos, es de unos pocos: los empresarios ganones que lucran con el paisaje que nos pertenece.
La avaricia de inversionistas y constructores, en contubernio con autoridades, sin duda, obraron para que en Los Cabos se construyeran esos adefesios además de un plan de desarrollo que hoy sufre las consecuencias del desorden y la anarquía.
La Paz hace mucho que ha delineado su forma de desarrollo y tiene en Los Cabos el mejor ejemplo de lo que no queremos.
Sin embargo, parece que en La Paz, a pesar de que las leyes del desarrollo urbano no permiten la construcción de grandes edificios en el malecón, al actual ayuntamiento poco le han importado tales ordenamientos. El proyecto Condohotel que contempla mas de 10 pisos frente al malecón, está siendo apoyado por jilgueros periodísticos, empresarios, políticos –quizás la presidenta municipal- y no pocos regidores, precisamente, los que tienen la obligación de velar por nuestros intereses.
Algunas organizaciones de vecinos ya han puesto el grito en el cielo -y en el ayuntamiento- para evitar que esto suceda; se han abierto algunos blogs -http://mogotito.blogspot.com- y otros vecinos están organizando colectivos con el fin de que las autoridades municipales hagan lo que tienen que hacer: respetar los reglamentos de desarrollo de la ciudad.
Particularmente el Reglamento de Imagen Urbana (RIU) del Municipio de La Paz y al Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población (PDUCP)de la Ciudad de La Paz, los cuales están actualizados y revisados hasta abril de 2008.
Desde el 22 de septiembre de este año, El Periódico lanza una editorial muy interesada, titulado “Llega a La Paz una alternativa para el desarrollo”, el artículo de marras, además de halagar por todo lo alto la filantropía empresaria que llega para dar empleo y desarrollo a La Paz, se pone el huarache –antes de la espina- y la emprende contra “grupitos de pseudoecologistas que nunca aportan nada y se oponen a todo”, contra “enemigos del desarrollo económico” etc. Como si todo el crecimiento –que no desarrollo- económico fuera deseable.
La Paz –y sus ciudadanos- hace tiempo que han escogido el tipo de desarrollo que queremos tener y la vocación turística diferenciada. Tales ideas están plasmadas en el pducp por lo que únicamente exigimos –no pedimos- que se respeten las leyes.
En el periódico El Sudcaliforniano –que bien se sabe está alquilado al régimen- el día 24 de octubre, se publica en la primera plana, página central, una fotografía donde aparecen la presidenta Municipal Rosa Delia Cota, un nuncio de la iglesia en compañía del inversionista del régimen Luis Cano (el Carlos Ahumada sudcaliforniano), departiendo en El Mogote.
Malas compañías. Mal fario. Mala cosa.
Se invita entonces, por este blog a estar pendientes –aguzados- con el albazo que pretenden dar las autoridades municipales para que el Señor Carlos Estrada, director del proyecto Econohotel, lleve a cabo sus aviesas intenciones de recetarnos un edificio de mas de 10 pisos en el malecón paceño, cuya construcción, aparte de que romperá la armonía del paisaje; aumentará los problemas de tránsito, de drenaje, por si fuera poco: está prohibido por la ley.