martes, 29 de julio de 2008

LA AVENTURA DE JUAN DIAZ

Para 1705, el Padre Juan María de Salvatierra, muy a su pesar, aconsejó a sus patrocinadores de Jalisco y Colima, que dieran permiso a algunos barcos para que ingresaran a la Bahía de La Paz, muy preciada por su configuración geográfica. Salvatierra creía que tales barcos servirían para, finalmente, catequizar a los Guaycuras de la bahía y a los Pericúes de las islas –en guerra constante-. Se habían levantado las misiones de Loreto y de San Javier pero la de La Paz seguía quedando pendiente.
A partir de esos años, las incursiones de exploradores, cabotaje, perleros y piratas en la Bahía de La Paz fue constante.
En 1713, uno de estos barcos perleros, hizo contacto con los indios isleños y comerciaron con ellos. Un día, cuando regresaron los buzos, el piloto que había quedado solo abordo, horrorizado narró que unos indios ingresaron al barco a la fuerza, que lo ataron, amagaron con incendiar el barco y robaron una fanega de maíz. Los marineros decidieron dar un escarmiento a los indios. Cuando al otro día, cuatro indios regresaron en sus canoas, los españoles prepararon sus armas y una vez cerca del barco abrieron fuego y los asesinaron. Previendo una reacción de los naturales huyeron y no regresaron mas.

Sin embargo, los indios no olvidaron y un año después, el Padre Jaime Bravo escribía: “ …no mirando estas gentes que la venganza sea en los mismos que hacen el daño, sino les basta que sea de su nación o ranchería o lengua; y a todos los españoles y de cara blanca, los miran como parientes unos de otros”
Enseguida relata el Padre Bravo el ataque de los indios isleños a los integrantes del barco: “Un día que era ya a los últimos de su buceo, en que les había ido muy bien, y ya a primeros de octubre, fueron a dar primero sobre los que estaban en el barco, que eran el capitán, un contramaestre mallorquín y otro español, que estaban solos mientras las canoas iban a sacar concha. Y matando a los tres, sin recibir de ellos daño alguno, fueron sobre las canoas, que con facilidad acabaron con todos ellos, como estaban descuidados de lo que ya había sucedido con los del barco. Solo reservaron sin daño a Juan Díaz a fin de que les sirviese para gobernarles el barco en el manejo del timón y velas, y llevándolo al barco, le mandaron levar anclas, ayudando ellos y fueron a poner el barco en un estero”
Juan Díaz no solo era el piloto, también tenía que achicar la bodega del desvencijado armatoste a punta de azotes. Los indios lo trataban francamente mal, en los pocos descansos que tenía el pobre Juan Díaz, el indio que pasaba a su lado, así sin mas, le daba un sopapo; otro una patada, otro -sin querer- lo pisaba, luego otro lo mandaba a hacer algo; si uno le daba comida, otro se la quitaba, además era fuente de escarnio, risas burlescas y los trabajos mas pesados, Juan los hacía, en fin, los indios le daban una carrilla que el peor carrilludo sudca no podría.
Un día, fondeados en un estero de la bahía, aprovechando que los indios habían salido en sus canoas, Juan trató de sorprenderlos: esperó el vientecillo de la tarde, levó anclas, desplegó velas, el barco se movió pesadamente y tomó algo de velocidad pero no la suficiente. Los indios se dieron cuenta, remaron cual atletas olímpicos y en un momento le dieron alcance. El castigo fue que entre dos indios lo tomaron, uno de la cabeza, otro de los pies, levantándolo lo mas que podían y dejándolo caer sobre la cubierta del barco hasta que se cansaron. El aporreo fue de antología y Juan no volvió a tratar de huir, en parte porque, en llegando de nuevo al estero, los indios quemaron el barco y le sacaron todas las partes de hierro que eran muy valiosas para ellos.
En lo sucesivo, el trato a Juan Díaz no cambió y lo usaban entre otras cosas para pasear a los niños, como si Juan fuera un caballo (Un hombre llamado caballo). Pasaron los meses y los indios isleños querían dar un escarmiento a los guaycuros playanos, sus acérrimos enemigos, de tal manera que le regresaron su arma a Juan que no contaba con pólvora, aun así los indios le pedían que disparara; el plan era que Juan encabezara el ataque y detrás, ellos como arqueros arremeterían contra los guaycuros, usando -of course- a Juan como escudo. Cuando Juan les dice que sin pólvora no hay ¡pum!, los indios le trajeron carcoma de madera negra, muy parecida a la pólvora que, obviamente no funcionaba, otros azotes y pescozones le costó a Juan, hasta que les enseñó que si le arrimaba un tizón la carcoma no explotaba, solo así dejaron de castigarlo
Aun así, vistieron a Juan con ropas españolas y le dieron título de capitán y lo mandaron por delante con el rifle y a cierta distancia los isleños que esperaban que salieran los guaycuros, Juan se adelantó y cuando estuvo a una distancia en la que no lo alcanzarían ni los indios ni sus flechas, corrió y corrió hasta que se perdió en los matorrales al interior de la bahía. Aún así los indios le gritaban que regresara que ya lo tratarían bien
Una vez que perdió a sus captores regresó a la playa a esperar algún barco que lo rescatara, hizo un hueco donde se escondía y solo salía a buscar alimento. Cuando escuchaba merodeadores se metía a la cueva, fueron varias las ocasiones en las que anduvieron cerca los guaycuros a punto de dar con el, finalmente fue encontrado por los guaycuros y cual fue su sorpresa que sabiendo ellos que Juan había sido capturado por sus enemigos, lo trataron como rey. Casi 6 meses pasó Juan entre los guaycuros a los que aprendió a querer y a entender. Ellos trataron a Juan casi como una deidad, tanto que cuando salían de pesca dejaban a Juan en la orilla, le hacían una ramadita y le llevaban sus mejores especímenes alimenticios, hasta compartieron mujeres con el buen Juan, asimismo lo consolaban cuando Juan, llevado por la nostalgia lloraba y compungía. Ellos mismos, los guaycuros lo llevaron a la costa una vez que avistaron un barco español. Ahí contó al capitán Don José de Larreategui toda su tragedia.
Fue llevado a Loreto donde conoció al Padre Jaime Bravo quien le dio asilo y escuchó con todo detalle las historias que Juan acumuló en su prisión primero y en su liberación después

En ocasión de la incursión hacia La Paz con el objeto de establecer la misión, es Juan quien sirve de guía y de contacto con los indios. Grande fue la alegría de los guaycuros cuando se encontraron de nuevo, de tal manera que Juan Díaz fue una pieza fundamental para establecer lo que sería la Misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz.
Jaime Bravo, compara, en sus escritos, la aventura de Juan Díaz con las que vivieron Gonzalo de Aguilar y Cabeza de Vaca, dos casos excepcionales de quienes vivieron entre indios intervalos largos de tiempo, intimaron, se adaptaron a su forma de vida y en muchas ocasiones actuaron como uno de ellos, haciendo suyas sus guerras, sus penas, sus creencias, olvidando, a veces, en ese mundo raro, alucinante, completamente la cultura original.

sábado, 19 de julio de 2008

MALARRIMO

No es fácil para los creadores –ni para psicóticos, sonámbulos o mentirosos crónicos y recidivantes- separar lo real de lo fantástico, en otras ocasiones no hay una línea de demarcación, no hay límite; tampoco para el sudcaliforniano que alardea de las peculiaridades de su tierra. Entre mentiras verosímiles y auntenticidades sospechosas acerca de Baja California Sur, hay una especie de realismo mágico con el que apantallábamos a los chilangos en los setentas y entre estas patrañosas narraciones sudcas, aparecía siempre Malarrimo.
Malarrimo ha sido integrante de esa cauda de apariencias donde se encuentran las ballenas sensuales y mansas, las cascadas de arena, los pulpos gigantes, las islas encantadas, coyotes que abren almejas, arenas voladoras, rutas de piratas, pinturas rupestres misteriosas, peces raros, abulones de la sierra, etc y un sinnúmero de verdades y mentiras que hemos contado por ahí, quizás solo para resaltar nuestra naturaleza finisterra; mentir para existir, para que no nos olviden. En ausencia de gestos de asombro, de estupefacción y en su lugar la flema de James Bond, vi sudcalifornianos en el DF, contar -con exageraciones y a sangre fría- lo que sucede en Malarrimo, ante un público, este si, fascinado, embobado por el fenómeno enigmático del lugar.
Ya en serio … Malarrimo es un lugar de esos que sorprendían a los europeos cuando empezaron a leer las historias de los escritores del “boom latinoamericano”, en donde lo exótico, lo extraordinario, era contado -como los sudcas- con la parsimonia de la cotidianeidad –con sus distancias- Juan Rulfo, García Márquez, Vargas Llosa, nuestro Carlos Fuentes, José Donoso y otros –hasta San Jorge Luis Borges- hicieron chuza en los setentas con historias entre inconcebibles y verdaderas; entre exageradas y extraordinarias que se escenificaban de personajes y lugares esenciales como Malarrimo. Situado en el Océano Pacífico, al suroeste del paralelo 28, a 50 Km de Guerrero Negro, al norte de Bahía Tortugas y enclavada en la Bahía de Sebastián Vizcaíno, de largas y dilatadas playas lamidas por un mar inquieto, caprichoso porque ahí en Malarrimo, confluyen corrientes marinas que atraviesan el Océano Pacífico de lado a lado.

En los mares asiáticos, del flujo del agua superficial que se origina en las regiones intertropicales, asciende sobre las latitudes altas en contra de la rotación de la tierra, ahí se forma una corriente llamada Curosivo (Kuro - Shivo) o del Japón; cuando se une con corrientes norteñas, Curosivo gira en sentido de agujas de reloj y conforma flujos directos de agua oceanica sobre las costas, una de ellas es Malarrimo, por lo tanto, en Malarrimo se pueden encontrar desde latas de conservas hasta pesados motores de avión.

“La corriente de Kuroshio inicia su periplo en el lugar donde la corriente al norte del ecuador se aproxima a las Filipinas. Pasa entre el archipiélago Ryukyu y Kyushu formando el llamado meandro del mar de China y continúa a través del estrecho de Tokara girando bruscamente en dirección hacia el norte y
allí, cuando la velocidad de la corriente está en su apogeo, se bifurca en una corriente alejada de las costas de Japón y otra más sinuosa y compleja que se mantiene más o menos cerca del litoral hasta que ambos brazos se reunen aproximadamente a los 141° de longitud este y 35° de latitud norte. Entonces la Kuroshio gira hacia el este alejándose de la costa japonesa y se convierte en la llamada Extensión de Kuroshio que adquiere mucha fuerza y muestra gran inestabilidad hasta llegar a la cadena de montañas volcánicas submarinas llamadas Montes submarinos Emperador donde se dispersa en múltiples subcorrientes, algunas de las cuales entrarán a formar parte de la corriente del Pacífico Norte”.- dice la Wiki
Malarimo es el sueño de un pepenador playero, la cantidad de objetos que encallan en sus playas pueden ser, botellas, trozos de madera, timones de barco, salvavidas, cascos para construcción, de soldado; zapatos, artículos de plástico, trozos de poliestireno, boyas de cristal, botellas con mensajes. Se han encontrado desde torpedos hasta juguetes de niño, desde instrumentos antiguos, restos de galeones hasta placas de electrodos o pedazos de radar. Muchos de los antiguos pobladores de las zonas pudieron edificar casas con madera del Malarrimo.
La basura marina de todo el mundo puede llegar al Malarrimo, especialmente del oriente, entre las que se encuentran palillos chinos, radios, relojes –algunos en buen estado-. Además de basura, se llegan a encontrar objetos útiles como un radio de bulbos que un tipo de Vizcaíno aun posee o equipos scuba completos, un vecino de Guerrero Negro halló uno que se le perdió al capitán Jacques Costeau y otro vecino de Punta Eugenia se encontró, no hace mucho, una cinta de tela que correspondió –con toda seguridad a un japonés de nombre Yukio Mishima.
Objetos sorprendentes como una carta que enviaba un soldado gringo ante la inminencia de ser descubiertos por los japoneses en Guadalcanal; la pulsera que alguna vez utilizara el General Yamamoto; el sextante descompuesto de Charles Scammon; un manuscrito incomprensible que por su extensión y las traducciones parciales a causa de su deterioro, podrían pertenecer a un capítulo del Origen de las Especies de Darwin y que decir del trozo de celulosa -de algún aparato de criptografía- que traía inscrito la orden de atacar Pearl Harbor.
No han sido menos los raros objetos como el periscopio del Nautilus que alguna vez comandara el Cap. Nemo; un portafolios propiedad de un tal Sr. Bartleby; un encendedor junto con una pipa de madera con el nombre grabado de Jack London; un mapamundi de un oficial de alto rango de nombre James Cook; una carta esférica interceptada a los jesuitas del Japón; un cinturón de caracoles de Alfonsina S –quizás la inicial de su apellido-; una caja que contenía un alijo de tabaco que le era enviado a Maqroll –no decía más-. Muchos otros objetos se han encontrado, hay quien dice que no solo cosas materiales arrastra la Curosivo, también espíritus, entes, almas, personalidades y otras entidades del éter.
Es difícil de creer, lo sé, por esa inveterada costumbre de los sudcas a mentir cuando de resaltar singularidades de su tierra se trata.

jueves, 17 de julio de 2008

EL PADRE JUAN DE UGARTE

Imagínese el lector la época en la que llegaron los jesuitas a nuestra tierra. Solo existían veredas por donde los clanes de indios nómadas buscaban el sustento y mejores condiciones climáticas; pequeñas rancherías mas o menos fijas, ojos de agua que se disputaban tales clanes que guerreaban entre ellos con asiduidad; en estos senderos se preparaban emboscadas, se asaltaba, se cobraban agravios.

Eran los caminos por donde los jesuitas habrían de comenzar su labor.
Si en la actualidad, con carretera pavimentada, tracción motriz y vituallas adecuadas, emprender un viaje por el agreste terreno californio, resulta si no penoso, si algo complicado, al menos fatigoso, habrá que imaginar lo que sucedía aquí hace 300 y pico de años, cuando un grupo de religiosos de la Compañía de Jesús, pensó que podían instaurar una especie de “Ciudad de dios” en estos pagos.

Quizás quien representa el espíritu y la fuerza de esos jesuitas, podría ser el Padre Juan de Ugarte. Nacido en el territorio de lo que es hoy Honduras en 1662, tenía apenas 17 años cuando ingresó a la Compañía de Jesús. Brillante en sus estudios, pronto se convirtió en catedrático de filosofía en el Colegio jesuita de San Pedro y San Pablo en México, donde conoció al Padre Juan María de Salvatierra con quien lo uniría una amistad entrañable. Ambos conocieron al Padre Eusebio Kino, cosmógrafo y excelente navegante, juntos emprendieron la fundación del Fondo Piadoso de las Californias, instituido en 1697, renunciaron a sus cátedras y se lanzaron a la conquista espiritual de las Californias.
Cuando llegaron a la zona de Loreto, pronto advirtieron que las condiciones para la edificación de misiones requerían de mayores recursos, Salvatierra pensó abandonar la empresa, posponerla para mejores tiempos. Ugarte, dicen, se arrodilló ante la Virgen de Loreto a la que prometió que dedicaría toda su energía y conocimientos para llevar la palabra de dios a los neófitos.
Fundaron como se sabe, la primera misión en Loreto (después del fracaso de San Bruno), la segunda, la de San Francisco Javier Viggé Biaundó la iniciaron el P. Piccolo y Salvatierra, la que tuvieron que abandonar apenas iniciada, debido al ataque de los indios. Fue Juan de Ugarte quien la continuó.
El P. Ugarte, de formación intelectual, era alto, fuerte y fornido. Se dice que cuando arribó a San Francisco Javier, ordenó que lo dejaran solo y regresó a Loreto a la tropa que lo custodiaba, sin embargo los indios que habían atacado la misión no se atrevieron a incursionar de nuevo y así, los indios que ya habían acudido a la misión, retornaron e inició una época de esplendor.
Se cuentan muchas historia de Ugarte, quizás sea parte de la leyenda, quizás exista un hilo de verdad, de cualquier manera describen el espíritu de Ugarte y de la Compañía de Jesús.
Cuando los indios que habitaban la misión iniciaron desordenes y relajaron la disciplina, Ugarte retó al más fuerte de los neófitos en el patio de la misión, no tardó en aparecer el gandalla macho alfa que respondió el duelo. Ugarte camelò sus movimiento y en un santiamén ya le había aplicado una llave de lucha libre con lo que dejó fuera de combate al gorilón, ante la sorpresa de sus canchanchanes y las burlas de sus malquerientes. Acto seguido Ugarte, cual Tarzán triunfante pasó la vista a los concurrentes, nadie mas se atrevió.
Otra vez –dicen- después de explorar hacia el sur, uno de sus cargadores sufrió una torcedura, Ugarte se lo echó en andas con todo y carga, así llegó a San Francisco Javier partiendo pueblo ante la admiración de los gentiles que calculaban que tal carga difícilmente la soportaría una bestia.
FOTO DE NATIONAL GEOGRAPHIC
El episodio del león es muy famoso. De una pedrada mató a un león merodeador, partióle la cabeza al felino y luego rematólo, los indios no daban crédito, pues además los guamas habían soltado la especie que quien mataba a un león, poco después moría. Nada de eso sucedió, pues el P. Ugarte una vez que puso orden en la misión e hizo de ella un vergel, sus inquietudes exploratorias lo empujaron a tratar de discernir si California era realmente una isla o si podía abrir un camino hacia Sonora.
Así se lanzó a la edificación de una balandra que se construyó con gueribo –“güirigo” para los sudcas- a la que llamò “Triunfo de la Cruz” que por cierto tuvo larga vida y se calcula que realizó mas de 100 travesías por el golfo. El Triunfo de la Santa cruz se botó el 14 de septiembre y navegó cerca de 25 años. En ella
Ugarte llegó hasta la desembocadura del Río Colorado y vivió múltiples aventuras como en 1721 cuando por fuertes vientos y corrientes contrarias perdieron el lanchón con 8 marineros que los acompañaba que, felizmente encontraron salvos en Loreto. En “El Triunfo de la Cruz”, de Ugarte visitó a los indios seris en Sonora, descubrió la Bahía de San Felipe, lo que es hoy el Puerto de San Felipe.
Hay historia patria que deja mucho que desear. Buena parte de esa historia està hecha para adoctrinar niños, si de adulto revisa la historia que le enseñaron en primaria, o en secundaria, los héroes ya no son tan héroes, por ejemplo: Miguel Hidalgo, un cura alentando a sus feligreses para que mataran a otras personas -¡A MATAR GACHUPINES! -dicen que alardeaba- solo por el hecho de ser españoles o Zapata, un tipo que se levanta en armas un mes después de que se ha instalado un gobierno democrático, solo por citar dos héroes indiscutibles, de calle, billete y monumento.
Héroes los personajes como Juan de Ugarte –digo yo- el tipo enseño a los indios a construir acequias, represas, a sembrar variedades de frutas y ha procesar el trigo para hacer pan; les enseñó albañilería, a labrar madera, incluso, cuando por cosas del clima, las siembras se malograban, de Ugarte salía de pesca para completar la pitanza.
Además de que se dio tiempo para fundar la Misión de San José de Comondú e iniciar la de Guasinapí, ya fatigado y añoso, escribió “Noticia del viaje de la balandra nombrada El Triunfo de la Cruz, hecho en 1709 al Golfo de Californias y costa del sur de América Septentrional” , y “Diario, relaciones y cartas de las cosas de Californias” y muere en la Misión de San Francisco Javier en diciembre de 1730.

miércoles, 9 de julio de 2008

LAS BANQUETAS DE LA PAZ

Ya estuvo bueno de política, dice un amable lector de este blog. Yo digo que tiene razón. Hablemos de banquetas.
Cuando llegué -adolescente- a La Paz a estudiar preparatoria, -entre otras , viví con la familia Ahumada Navarro- el profesor Jerónimo Ahumada de humor cáustico y ocurrente, cada vez que veía al peatón caminando fuera de las banquetas les soltaba un: - ¡pareces de cachanía!- En efecto, en Santa Rosalía, después de la quiebra de El Boleo, el pueblo se vino abajo y se notaba en las banquetas: desorganizadas, destrozadas; una mas altas otras mas anchas; en otra cuadra ausentes; unas empedradas, otras de tierra apisonada; las escasas banquetas que permanecían
estaban en muy mal estado de tal manera que el deambulante prefería torear vehículos, la intemperie, la calle.


Nótese que aquí, la propiedad se extiende hasta
la zona donde debería haber una banqueta. Aun-
que quisieran ponerla, no podrían.

En La Paz, hace tiempo sucede lo mismo. Hay extensos trechos de la ciudad donde es preferible caminar por la calle, lo mas pegado posible a la guarnición

En este fraccionamiento las banquetas están bien
organizadas pero algun vecino que tiene una
lancha con pretenciones que sobrepasan a la
casa de interés social, ha obstruido el paso
Algo tienen las banquetas, algo nos dicen. Es un lenguaje urbano altisonante, inespecífico y misterioso. Si los drenajes, tuberías y galerías subterráneas insospechadas son también reveladoras, las banquetas son el lenguaje de la superficie que reflejan, sobre todo, el aprecio que los ciudadanos tienen por su espacio vital.

Aquí faltan las banquetas, a lo lejos se ve un
puesto de mariscos que invade la zona don-
de debería estar la banqueta

Al principio de los noventas, La Paz tuvo como presidente municipal Antonio Wilson quien al ver que las instalaciones del subsuelo paceño estaban en ruinas, que las aguas negras del centro de la ciudad terminaban en la bahía, emprendió un programa de drenaje en la zona del centro. El Sr. Wilson se encargó de dar a conocer en cuanta tertulia, discurso, conferencia, entrevista y por todos los medios posibles que "su obra estaba enterrada". Reflejaba, seguramente, ese molesto cólico insoportable que siente un político cuando tiene que llevar a cabo una obra que el público

como ajedréz, casillas con banquetas, otras
sin ellas.
no tiene a la vista; que no lo lanzará a la posteridad. Obviamente, el político prefiere las obras de superficie, las que el público observa y solo por eso, da por bien gastado su dinero.
El siguiente presidente municipal de La Paz fue Leonel Cota que se olvidó del drenaje. Fue la pavimentación su obra principal. Wilson quizás tenía pocas ambiciones, era un veterano de la política, la alcaldía era un cierre con broche de oro a su carrera, pronto fallecería; en cambio Lionel brioso, jarioso, hiperactivo, sus ambiciones no tenían techo. El pavimento es mas visual, se tiene presente, sus materiales vienen de PEMEX -empresa siempre dadivosa con el estado-, prolonga la memoria del gobernante bienhechor. El pavimento tiene mucho mas glamour que la banqueta proletaria que es del pobre peatón y no del desdeñoso automovilista, que en esta ciudad somos legión.
Aun así, las banquetas de La Paz, siguen esperando a es@ president@ municipal con ambiciones superlativas que pueda alivianar el banquetaje.
La banqueta marca el carácter de sus habitantes, la eficiencia de sus gobernantes, en fin, el pulso de la ciudad y en ese lenguaje, el de las banquetas paceñas es un galimatías, un caló incomprensible, jerigonza ininteligible

Ignoro si hay una ley de banquetas -supongo que si- respecto a la propiedad, las dimensiones de estas, el estado de su conservación, los materiales, etc.
Como buen ignorante me surgen varias preguntas ¿de quien son las banquetas? ¿pertenecen a la calle o a la casa? ¿de quien depende su conservación?
Por lo visto esta propiedad es algo confuso.

Aquí, solo hay la mitad, el corte, como se ve, no
es muy geométrico. El teodolito no fue un
intrumento usado para cortar la banqueta

Las banquetas de La Paz son diferentes -hay de todo tipo, cuando hay-, el deambulante tiene que subir unas, bajar otras, en otras no hay; unas son anchas, otras delgadas; otras son de adoquin, otras de cemento; la uniformidad es la excepción.

Es una escena común en la ciudad: la banqueta
como depósito de materiales de construcción
Hay ciudades en donde, al menos, en el centro -las zonas turísticas, comerciales, de edificios gubernamentales- se logra cierta homogeneidad. En La Paz, quizás los administradores de la ciudad, como siempre son políticos con ambiciones, quizás han detectado que arreglar banquetas no redunda en beneficios, a la hora de pujar por el siguiente cargo en la lista ascendente de las ambiciones.

Hay banquetas que son verdaderas trampas para los tobillos -y delicias de los ortopedistas-, quizás no para el jovenazo ágil, veloz, diligente pero si para el anciano, el enfermo, el invidente, o simplemente el zuato distraído que no detecta las ondulaciones del terreno, esos largos y sinuosos caminos y requiere de terreno liso para su desplazamiento.
Sería bueno colarle a Rosa Delia -nuestra alcalde- por ahí traspapelada, una encuesta marca Mitofsky -por ejemplo- que mencionara al acicalamiento de las banquetas como capaces de producirle un envión propulsivo fenomenal hacia el 2012. Quizás, así algún día nuestra ciudad, con un poco de eso que llaman "voluntad política" de los administradores de la ciudad y un mucho de cooperación ciudadana, podamos darle a nuestra ciudad un poco de cariño de los dientes pa´dentro.


sábado, 5 de julio de 2008

AQUI ESTAMOS II

Como en todo el país, el PRI daba muestras de agotamiento, lo mismo sucedía con la clase política sudca creada en los 40's y que en los 70´s toma el poder en BCS. Los últimos gobiernos habían sido desastrosos y aunque siempre se cubrieron con el limpio manto de la sudcalifonidad, nuestra clase política difícilmente podría quitarse su fama depredadora.; aunque se llamaban a si mismos "sudcalifornianos bien nacidos", su ostensible riqueza y buen vivir laceraba -quizás de envidia- a la mayoría de sudcalifornianos, que como en todo el país, tienen problemas para llegar a la quincena.

De esta manera el PRI llegaba extenuado y vacío a la elección del fin de siglo (1999); con demasiados pecados y contricciones, los priistas, sin aparente competencia, se aprestaban a dirimir sus diferencias en una elección interna, abierta al público.
El PAN seguía dividido, el PRD con menos de 10 % de preferencias electorales y los partidos pequeños, en la espera para unirse al carro del posible vencedor. No se avistaban problemas, excepto los internos.

En el PRI, Antonio B. Manríquez, era el favorito. Después de pasar todo el organigrama de los puestos políticos de BCS, a Manríquez "le tocaba" ser gobernador en esa especie de dinastía que había establecido la clase política, pero pronto se inscribiría Leonel Cota Montaño, un exizquierdista redimido en el PRI después participar cuando estudiante en el DF en partidos de corte marxista. Había picado piedra en el municipio de La Paz en donde escaló posiciones tanto en la administración como en laa lides partidarias: el PRI lo convirtió en diputado federal del 94 al 96, de donde se lanzó para presidente municipal de La Paz, posición que tenía cuando propone su candidatura a la primera magistratura de BCS
Para diluir una pelea entre dos, también se lanzó Mario Vargas Aguiar miembro de la nomenclatura priista sudcaliforniana.
La elección sucedió sin demasiados percances. El PRI declara vencedor a Manríquez Guluarte quien le sacó 5% de ventaja a Leonel Cota, sin embargo, apenas estaban gurdando las urnas cuando Leonel Cota desconoce la elección con el pretexto de fraude, "dados cargados" y favoritismo de las autoridades partidarias.

Inmediatamente busca otro partido para que lo nomine candidato, el PRD en recientes manos de antiguos priistas le da asilo y lo lanza a la gubernatura a la que se alía el PT. El cálculo era magistral: si contendiendo en el PRI, Manríquez solo le había ganado con 5% de los votos, tal cantidad la podía conseguir con otro partido en el supuesto que sus compañeros priistas le fueran fieles. Y así sucedió.
El PRI se vió rebasado en la campaña. Leonel Cota supo tocar las fibras mas sensibles de la población que no quería mas raterías y sinvergonzonerías en el gobierno. Cota Montaño prometió vender el avión del gobierno -donde los gobernadores salían de compras a los EU con todo y familia- además de deshacerse de El Caimacito, la casa gubernamental. Promesas que volcaron al populacho en su favor.
Las campañas avanzaron y pronto se vio la debilidad priista y la gran fortaleza que había adquirido el equipo de Leonel Cota. La vieja clase política apenas lo podía creer. El PRI sufre una sangría de la que aun no se repone y como era de esperarse, Manríquez y el PRI pierden por paliza. Igualmente, la presidencia municipal de La Paz, la gana Alfredo Porras que también había abandonado el PRI.

Ya en el gobierno, Leonel Cota abre la competencia comercial cerrada que controlaban los grupos empresariales locales; mejora las arcas gubernamentales mediante la venta de predios, emprende un extenso programa de pavimentación y se muestra como un hábil político que controla medios de comunicación y el acceso al poder; no permite la crítica que le incomoda y mantiene una vigilancia férrea en los mas lejanos colaboradores; en efecto, vende el avión estatal -que le haría mucha falta en una geografía tan intrincada como la sudca-, la casa "del gobernador" la convierte en museo marítimo -hoy en decadencia- y se renta para fiestas particulares -que también le hizo falta-. También la emprende contra la administración de Mercado Romero, su antecesor y acusa de corrupción a varios miembros del gobierno anterior quienes se dicen perseguidos y víctimas de venganzas con sabor personal.

Tocan la cárcel el exgobernador Mercado Romero; el ex secretario general de gobierno, Raúl A. Ortega y la que se lleva la peor parte es la subsecretaria de Finanzas Griselda Uribe, pues mientras los otros llegaron de "entrada por salida" al bote, Griselda se pasó años luchando por su libertad en medio de laberínticos procesos jurídicos.

Los enemigos de Leonel Cota lo acusan de favorecer a sus familiares y de gastar enormes fortunas en carreras de caballos a las que es aficionado desde muy pequeño.

Aun así, la gente percibe como buen gobierno su ejercicio en el poder y prepara su sucesión al tiempo que hace cerradas alianzas con quien será el candidato presidencial del PRD en el 2006, Andrés Manuel López Obrador con quien traba amistad personal. AMLO viaja frecuentemente a Sudcalifornia y es atendido personalmente por "Lionel" -como le llama la población- y se hace íntimo del Peje quien lo nombra -a mano alzada- en varias ocasiones "el mejor gobernador del país". Lionel no termina su periodo pues se une a la campaña de El Peje para posteriormente presidir el PRD al nivel nacional -como se sabe-

Mientras tanto en BCS, el PRD se ha convertido en el partido que hace exactamente lo mismo que el PRI. Mantiene un fuerte control de las lealtades, controla lo medios de comunicación, se mueve entre las corporaciones vestigios del priismo, establece redes de entrega de prebendas a sus electores, compran credenciales en las elecciones y al igual que el antiguo partido de estado, la siguiente candidatura a la gubernatura se juega en una elección interna de donde sale vencedor el candidato oficialista, Narciso Agúndez Montaño sobre Víctor Guluarte y Rodimiro Amaya, antiguos priistas como la mayoría del comité central del PRD y los funcionarios de gobierno. La maquinaria electoral del PRI la posee el PRD y los políticos sudcas están demasiado impregnados por la manera de hacer política del viejo sistema mexicano; así fueron educados y no conciben una manera de hacer política mas que considerando clientes a los electores y súbditos a los ciudadanos.

Desde el 2005, BCS es gobernada por Narciso Agúndez Montaño a quien, desde su campaña electoral se le acusó de ser "el hombre de Leonel", además de primo hermano con lo que arreciaron las acusaciones de nepotismo, parentezco que han negado ambos.

Se mantiene, en la actualidad, la sospecha de un plan transexenal para permanecer en el poder mediante familiares y "hombres de paja" a cargo de la familia Cota Montaño, situación que parece corroborarse con la presidencia municipal de La Paz en manos de Rosa Delia Cota Montaño, hermana de Leonel. Sin embargo, Narciso Agúndez ha dado muestras de cierta independencia de la familia Cota Montaño en varias ocasiones: reconoce como presidente legítimo a Calderón Hinojosa, por ejemplo, además de que se ha deshecho de colaboradores en el gobierno, herencia y lealtades de los Cota Montaño.

Sin competencia electoral ni adversarios de peligro; con "carros completos" en la última elección estatal -que renovó presidencias municipales y congreso estatal- el escollo político mas fuerte que Agúndez Montaño tiene que enfrentar, quizás sea, demostrar que, en efecto, ejerce el poder de manera autónoma; que no ha sido impuesto por una familia y que sus acciones de gobierno no tienen otra finalidad que el progreso de BCS y no el pago de facturas por estar donde está.


martes, 1 de julio de 2008

Y AQUI ESTAMOS I

...y en efecto, aquí estamos con nuestras peculiaridades y nuestros propios problemas que, nosotros mismos habríamos de tratar de solucionar.


En la postrevolución inmediata fue el FUS (Frente de Unificación Sudcaliforniana) que nació en los años cuarentas, alentado por el propio Francisco J. Mújica. Así un grupo de sudcalifornianos se unieron para solicitar a la federación que nos dejaran ser: gobernador civil, nativo y con arraigo fue la petición general, pero también la ampliación de las libertades políticas, mayor representación en el congreso, municipio libre etc. El Dr. Cardoza Carballo fue el primer presidente del Frente, además de Félix Ortega Núñez, Alejandro D. Martínez, Prof. Pablo L. Martínez Márquez , Lic. José María Meza Olmos, Juan González Rubio, y el Ing. Rafael Osuna, entre otros, encabezaron la comisión que se entrevistaría con Manuel Avila Camacho -enemigo de Mújica- secundaba el movimiento el periódico "El Eco de California" y una cauda de agurridos periodistas, mientras en La Paz y cabeceras municipales, las reuniones semiclandestinas se sucedían y se respiraba ambiente conspiratorio. Los sudcas seguían chocando con los gobernadores militares que asignaban del DF que, además se traían una cauda de colaboradores chilangos que, al menos caían gordos al sudca promedio, mucho mas -of course- a los que aspiraban a cargos políticos.
De este clima hostil entre gobierno y sociedad, surge aquella anécdota que muestra la situación: Don Luis Peláez, músico, compositor y miembro del FUS, todas las tardes acompañaba al piano a los tertulianos que solían recalar tarde con noche en el Hotel Perla. Entre trago, botana, conversación y mitote, el filarmónico amenizaba el conjunto. Una vez, pasado -bastantito- de copas se encontraba un licenciado que era el secretario particular del gobernador milico en turno. Don Luis, antes de iniciar una tanda musical, pidió al camarero una cuba. El beodo abogado, entre los humos del alcohol observó la escena y en seguida la emprendió contra el músico: - ¡siempre he dicho que todos los músicos son una bola de borrachos! - exclamó el licenciaduco. A lo que Don Luis respondió con toda la flema de la que es capaz un sudca finisterra: - y.....usted ¿que instrumento toca, licenciado? -


No todo fueron anécdotas ingeniosas ni tersas cuitas ni relaciones aterciopeladas. Diversos actos de represión tocó sufrir a algunos militantes sudcas que fueron severamente contundidod por esbirros de Salinas Leal, por ejemplo (por cierto que, incomprensiblemente hay calles y escuelas con su nombre) y de otros gobernadores militares que tenían una fuente inagotable de golpeadores en el cuartel del H y glorioso Ejército Nacional. El FUS, poco a poco se fue transformando; sus líderes aceptaron puestos políticos en los nuevos gobiernos, el PRI y su muy peculiar forma de hacer política se apoderó se las reivindicaciones sociales, las administró convenientemente y entronizó en el gobierno a los dirigentes del FUS o a sus hijos. Así el FUS se difuminó y surgió una clase política autóctona.


Pero el estire y afloje duró hasta iniciados los años setentas, cuando surgió otro movimiento, reminiscencias del FUS, un poco mas domesticado -sus militantes ya usaban guayaberas- que donominaron "Loreto 70", no quitaba el dedo del renglón del "gobernador nativo y con arraigo". Ya se había formado una élite priista con lo mas granando de la aristocracia paceña que, obviamente, con el giro que se pretendía, se quedarían con el pastel del poder en Baja California Sur.



Para enfriar las cosas, desde el poder federal habían nombrado gobernador a Hugo Cervantes del Río, un hábil político que maniobró de tal manera que, la naciente clase política sudca, lo despidió con honores y lo elevó al altar de los inmortales; el pueblo mondo lo llamó "El Pico de Oro", era un típico político convencedor y convenenciero. Ya en el gobierno de Luis Echeverría, designaron como gobernador a Félix Agramont, un ingeniero agrónomo, oriundo de El Pescadero, que era una chucha cuerera en semillas y forrajes, aunque poco versado en el arte de gobernar. Fue la transición que preparó la conversión a Estado.
La clase política que acechaba el asalto al poder, se preparaba haciendo sus pininos donde el PRI los necesitara, sus hijos, en las aulas de la UNAM y la UDG. En cuanto fue elegida la primera legislatura local que copió la constitución de otros estados y Sudcalifornia se convertía en soberana, el PRI inmediatamente lanzó como candidato a Angel César Mendoza Arámburo, eterno secretario general de los gobernadores fuereños; apagafuegos social, dicharachero y simpaticón, nadie se atrevió a desafiarlo.


A partir de ahí el PRI nombraba a los candidatos y seguros ganadores, Eran los tiempos del carro completo en la que la verdadera elección era la interna: primero se rumoraba quienes eran los mas viables candidatos, después se lanzaban apuestas en los medios de comunicación para finalmente, en el DF, el presidente designaba al candidato que era recibido en el aeropuerto con mariachis, confetis y serpentinas; mantas de los sectores; vivas y vítores; abrazos tronados de guayabera a guayabera; juramentos de lealtad eterna y apoyos irrestrictos.


Así se elegían los gobernadores, con la anuencia y el palomeo del presidente; los diputados, senadores y presidentes municipales, con la anuencia y el palomeo del gobernador y así sucesivamente. Una de las famosas reglas no escritas del PRI.


Un fulano que quería ser diputado, que militaba en uno de los sectores y que creía que tenía todos los merecimientos para ser nombrado candidato del PRI, se esmeró en reunir firmas de sus electores, juntó cerca de dos mil. Con el fajo de rúbricas se acercó al presidente del partido, orgulloso de su popularidad y aceptación. El presidente del PRI, dicen que le dijo: - no te molestes en traer tantas firmas, solo necesitas una...la del patrón.


En este sistema en el que navegó todo el país por casi 70 años, los sudcas también navegamos junto con el partidazo y sus próceres hasta que el PRI empezó a flaquear. El sistema se derrumbaba, el modelo se agotaba. Algunos priistas se fueron a otros partidos y contendieron contra sus antiguos correligionarios, fue el caso de Rufo Velarde que le ganó la presidencia municipal de La Paz al Dr. Carrillo Silva y por poco Crisóforo Salido le gana la gubernatura a Guillermo Mercado. El coloso estaba fatigado...y se le notaba.


Con el paso de Territorio a Estado en 1974, además de la transición de Félix Agramont, han sido gobernadores, además de Angel César Mendoza, un verdadero forjador de BCS, con fama sostenida de honesto; Alberto Alvarado A, un politicazo fogueado en las delegaciones del DF, conocedor de las cañerías del sistema, amiguero y buen bebedor; le siguió Víctor Liceaga Ruibal, que empezó la declinación del PRI con un gobierno caracterizado por escándalos familiares, corruptelas por doquier y movimientos políticos desleales -toda una joyita-; después llegaría al poder Guillermo Mercado Romero quien ausente del gobierno, dejó a sus gandallas colaboradores hacer negocios, además de otras sinvergonzonerías que fueron severamente cuestionadas por el elector y hasta por militantes de su propio partido. Fue demasiado. El PRI no volvería a ganar otra elección en el siglo XX en BCS.



Así llegaron a su fin los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana.


En 1999, los priistas se aprestaban a elegir a sus candidatos. Esta vez, el PRI parecía haber aprendido la lección: no habría "candidato de unidad", es decir, impuesto por el presidente y las fuerzas vivas, decidieron por lo tanto, abrir la elección. El PRI apostaba por Antonio B. Manríquez Guluarte, un político disciplinado, priista desde la secundaria -orador prodigio-; adiestrado para ser gobernador; favorito de la clase política que nació con el FUS, con Loreto 70 y de los que siempre habían ganado.


La historia cambiaría...pero será tema de otra entrada